Policía científica

Los Mossos crean dos reactivos químicos para sacar huellas de huevos, fruta o piel humana

Estudiantes de ingeniera descubren que dos personas puede tener las mismas huellas dactilares

Orejas y labios acusadores

La nueva frontera de las huellas dactilares

La policía científica difunde este logro a otros cuerpos de seguridad internacionales para que lo usen en la resolución de crímenes

Los Mossos inventan nuevos reactivos para conseguir huellas

Los Mossos inventan nuevos reactivos para conseguir huellas / Manu Mitru

Manu Mitru

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"La huella es la huella". Con esta máxima, investigadores de los Mossos d'Esquadra dejan claro que una "evidencia objetiva" es la prueba más contundente que pueden presentar ante un tribunal para la resolución de un crimen. De huellas, pruebas y piezas de convicción, las que se aportan ante un tribunal, sabe mucho el subinspector Robert Trench, coordinador regional de la División de Policía Científica de Mossos, quien ha visto cómo el trabajo de su equipo ha sido fundamental no solo para esclarecer varios casos complejos, como los asesinatos antiguos que lleva la Unidad Central de Homicidios, sino para favorecer la tarea policial a nivel internacional.

Aprovechando la bajada de casos durante la pandemia, agentes de la Policía Científica crearon dos nuevos reactivos químicos, el POSME y el WET-UCIO, utilizados para sacar huellas de objetos que se encuentran en el escenario de un crimen. Trench comenta que hasta ahora era complicado recuperar estas evidencias de algunas superficies, pero que con los nuevos reactivos se consigue obtener huellas de buena calidad en plátanos, mandarinas, huevos o la piel humana. Estas huellas se cotejan en bases de datos de forma periódica para determinar si corresponden a algún sospechoso.

Para todas las policías

Se hace con las de los Mossos como de otras policías del Estado o a escala internacional. "Pueden cambiar de identidad, pero la huella es la huella, es el elemento que identifica a una persona", explica la inspectora Ester Salcedo, responsable del Área Central de Investigación de Personas de la División de Investigación Criminal (DIC) de Mossos. Gracias a estas técnicas forenses de la Policía Científica se abren nuevas líneas de investigación que permiten explorar casos complejos, algunos graves como asesinatos, o que están estancados. Los nuevos reactivos creados por Mossos se han presentado internacionalmente y aparecieron en una publicación científica. Su uso podrá hacerlo cualquier policía del mundo.

Unidad de Investigación de Homicidios de los Mossos d'Esquadra en Egara, Sabadell

Unidad de Investigación de Homicidios de los Mossos d'Esquadra en Egara, Sabadell / Manu Mitru

"Tanto ellos se benefician de nuestras técnicas como nosotros de las suyas", explica Trench a este diario, quien relata que las huellas o los restos de ADN encontrados permiten hallar a un sospechoso, siempre que esté en la base de datos policial, y situarlo en un escenario criminal o cerca. La tarea del investigador es explicar el contexto para determinar si es el posible responsable de un delito o tiene información sobre otro sospechoso.

En constante evolución

"Hay 20 disciplinas forenses diferentes", indica Trench, quien remarca que se analizan las evidencias encontradas en el escenario de delitos con nuevas herramientas, ya que es una disciplina en constante evolución. La División Científica se reúne con los investigadores en grupos de trabajo y obtienen información gracias al contexto de las pesquisas, así inician su análisis. No solo lo hacen a petición de otras unidades, sino que también disponen de un protocolo para llevar evidencias y pruebas a un laboratorio y examinarlas.

Subinspector Robert Trench, coordinador regional de la División de Policía Científica de Mossos

Subinspector Robert Trench, coordinador regional de la División de Policía Científica de Mossos / Manu Mitru

Con las mejoras técnicas analíticas, no solo en el campo de la dactiloscopia, sino también en el análisis del ADN en restos como sangre o saliva, entre otros, los agentes pueden sacan más información de evidencias antiguas, aunque deben quedar suficientes restos en buen estado para estudiar. Así se puede establecer un perfil genético y buscar a un sospechoso. Trench pone el ejemplo de manchas de sangre mezcladas que hace unos años no se podían separar para analizar, pero ahora sí y sacar dos ADN diferentes. Uno correspondería a la víctima de un delito y el otro, presumiblemente, podría ser el autor, aunque eso lo deberán determinar los investigadores.

Identificación "garantista"

Gracias a ese perfil genético se puede buscar a esa persona en las correspondientes bases policiales nacionales e internacionales. Es la punta del hilo del que tirar. Estos perfiles marcan una línea de investigación, ya que determina si se trata de un hombre o una mujer, entre otros datos. Las bases se consultan con mucha asiduidad para determinar si hay nuevas incorporaciones. "Puede ser que un día no exista una coincidencia y al siguiente sí", remarcan desde la policía científica respecto a personas que están fichadas por algún delito.

Los Mossos sacan huellas de nuevas superficies

Los Mossos sacan huellas de nuevas superficies / Manu Mitru

Sin embargo, la identificación de un presunto sospechoso debe ser muy "garantista" explica Trench, ya que se trata de "procesos muy sensibles" y laboriosos, por lo que a veces los investigadores esperan a la confirmación para encarrilar o concluir una actuación. En los laboratorios se trabajan con todo tipo de muestras, tanto de mejor como de peor calidad, en procedimientos automatizados que permiten sacar un perfil de ADN en pocos días. Los resultados se comunican al juzgado que se encarga de tutelar las instrucciones, así como a los policías encargados de seguir con las indagaciones.

Se analizan todo tipo de objetos que puedan tener relación con un delito, desde los más clásicos como el mango de un cuchillo hasta los más insospechados, como fruta o huevos, gracias a la inquietud de los agentes de la Policía Científica para que ningún crimen quede impune. Es la ciencia al servicio de la Justicia.