Tramo Viladomat-Tarragona

Barcelona desencalla la reforma de la avenida de Roma, el último ejemplar del urbanismo asfáltico del Eixample

El ayuntamiento inicia el proceso para poder iniciar la transformación de la arteria en diciembre de 2025

La reforma de la avenida de Roma se entrelazará con las nuevas islas verdes del Eixample

El tramo de la avenida Roma pendiente de reformar. A la derecha, el edificio Estel, en plena reconstrucción

El tramo de la avenida Roma pendiente de reformar. A la derecha, el edificio Estel, en plena reconstrucción / Manu Mitru

Carlos Márquez Daniel

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El urbanismo, como la fotografía, se basa en puntos de atención; la colocación de los elementos es fundamental para que el conjunto destile cierta armonía. Si pasan por la avenida de Roma, entre Viladomat y Tarragona, se darán cuenta de que esta arteria del Eixample carece de cualquier sentido tanto de la estética como de la practicidad urbana. Coches estacionados en semibatería como si esto fuera un eterno día de Sant Esteve, parterres que no invitan a nada, aceras inertes, un tráfico residual, bajos comerciales sin apenas actividad.

Tras mucho teorizar, el Ayuntamiento de Barcelona ha decidido dar el primer paso firme para reformar la calle con la licitación de los estudios previos y la posterior redacción del proyecto ejecutivo que deben permitir alumbrar un nuevo paseo. Más verde, con menos espacio para coches.

Esta vía se ha convertido en un compartimento estanco del plan de ensanche de Ildefons Cerdà de 1859. Pero que sea un páramo es también una oportunidad para convertirla en un lugar peculiar rodeado de elementos singulares, como el edificio Estel, la antigua cárcel Model, la estación de Sants o el conjunto residencial Roma 2000, tres bloques y tres torres de 19 plantas y casi 500 pisos diseñados por Josep Anglada, Francesc Mitjans y Antoni Pineda en los años 70.

Es, además, una de las pocas calles -junto con el Paral·lel, Pere IV, ronda de Sant Antoni, Pi i Margall o la avenida de Mistral- que rompen con la malla del Eixample. Amén de tener una anchura de al menos 50 metros, un honor que solo comparten Diagonal, Gran Via, Paral·lel o Meridiana.

Techo ferroviario

Históricamente, Barcelona ha puesto como excusa la vida ferroviaria para no acometer esta transformación. Primero era la llegada del AVE (interminables obras en Provença con Tarradellas) y de un tiempo a esta parte ha sido la reforma de la propia estación de Sants, que ya tiene proyecto y se han empezado a realizar trabajos previos para que en algún momento de los próximos 10 años esté terminada.

La calle, de hecho, es el techo del corredor ferroviario que va a Catalunya y paseo de Gràcia, que no se cubrió hasta mediados de los años 70. Por eso hasta 1949 era la Diagonal del Ferrocarril. No fue hasta 2004 que se decidió adecentar el primer tramo, entre Casanovas y Urgell, para más adelante, en 2010, hacer lo propio hasta Viladomat.

El asfalto es por ahora el principal protagonista del tramo por redefinir de esta ateria de la Nova Esquerra del Eixample

El asfalto es por ahora el principal protagonista del tramo por redefinir de esta ateria de la Nova Esquerra del Eixample / Manu Mitru

Al trozo hasta Països Catalans, además de ser un daño colateral de la terminal ferroviaria, le pasaron dos cosas: la crisis económica y la alternanza en el gobierno municipal que convirtió en un 'pinball' proyectos de regeneración urbanística como el de la Rambla, Glòries o Via Laietana, además de la avenida de Roma. Pero tampoco esperen un cambio muy radical: en este rincón de la Nova Esquerra del Eixample no hay excesivo margen de maniobra, precisamente, por la presencia del tren por debajo que limita mucho las actuaciones -y el peso- en la superficie.

Es una deuda histórica con estos barrios, los más densamente poblados y contaminados de Barcelona

Piensen en la plaza frente a la estación de Sants, que debe su aspecto a la misma razón. Lo que se haga, además de necesario, es una deuda histórica con estos barrios, los más densamente poblados y contaminados de Barcelona. Y en el distrito con menos verde por habitante, apenas dos metros cuadrados.

Hasta nueve carriles

El coste aproximado de la reforma, según rezan las bases de la licitación, será de unos 22 millones de euros (sin IVA). Para un espacio de cerca de 51.000 metros cuadrados. En el pasado se hicieron propuestas, pero no han cristalizado en proyectos ejecutivos, que es el objetivo que ahora se persigue para poder encargar luego las obras de ejecución.

El consistorio ha lanzado una primera contratación por valor de 40.141 euros para realizar los estudios previos. La empresa ganadora recibirá posteriormente el resto de encargos (anteproyectos y proyectos ejecutivos) hasta completar una cifra global de algo más de 630.000 euros.

El poco verde, escasamente apetecible, que tiene por ahora la avenida de Roma, entre Viladomat y Països Catalans

El poco verde, escasamente apetecible, que tiene por ahora la avenida de Roma, entre Viladomat y Països Catalans / Manu Mitru

El concejal del Eixample, Jordi Valls, explica a este diario que el proyecto va de la mano de la "finalización de las obras del edificio Estel y de la transformación de la estación de Sants". "Hemos visto la oportunidad de poner al día uno de los ejes más importantes del distrito", añade el edil socialista. La idea, después de que se hayan superado todos los trámites, es poder iniciar las obras en el tramo Viladomat-Calàbria en diciembre de 2025.

 

No hay ninguna duda de que la arteria perderá buena parte de sus hasta nueve carriles de asfalto (entre circulación y servicios) y que los espacios peatonales y de sombra se incrementarán de manera evidente. Pero se tendrá que hacer de manera desigual, como ya sucedió en las dos intervenciones anteriores.

Un solo sentido

En el tramo entre Viladomat y Entença se ve muy claro el influjo de València y Mallorca en sentido Besòs y Llobregat. La avenida de Roma pierde ahí cualquier requerimiento importante de circulación, a no ser que sea el de uso vecinal o comercial, con lo que tendrá un aspecto mucho más naturalizado.

Coches aparcados en semibatería en la avenida de Roma, una especie en extinción de la movilidad de Barcelona

Coches aparcados en semibatería en la avenida de Roma, una especie en extinción de la movilidad de Barcelona / Manu Mitru

Entre Entença y Tarragona la idea es que la arteria ejerza de continuidad de Mallorca en dirección a Sants, con un solo sentido, y que deje de ser bidireccional. Aunque eso, tal y como marcan las bases de la licitación, es algo que deberá concretarse con los estudios. A día de hoy, sin embargo, son muchos los que entran a Roma desde Països Catalans para subir por Entença. Les tocaría ir por València.

Mucho por detallar, pero sí parece indiscutible que se incluirá una zona de juegos infantiles y otra para perros y que se buscará una cierta continuidad y coherencia respecto a las reformas anteriores.

El cruce con València

En el año 2000 ya se hizo una propuesta que planteaba eliminar el carácter de calle de la red básica de circulación entre Urgell y Entença. De Casanova a Urgell conectaba viariamente con Aragó y de Entença a Tarragona funcionaba como continuidad de Mallorca. Es decir, introducción y desenlace con presencia de coches y un nudo básicamente peatonal. El primer tramo se ejecutó en 2004 y en 2010 se alargó hasta Viladomat, momento en el que se humanizó el cruce con València. Ahora es el momento de llegar hasta la estación de Sants.