Barcelona inicia el traslado de carriles en Països Catalans que permitirá reformar la estación de Sants

En una ostentosa rueda de prensa celebrada sobre la losa que cubre los andenes de Sants, la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, presentó la reforma de la, de momento, principal estación de trenes de Barcelona. Una obra eternamente reclamada y esperada que va de la mano de una profunda transformación del entorno. El proyecto corre a cargo del gestor ferroviario público, Adif, pero también el ayuntamiento tiene su parte en el negociado. Era el 16 de septiembre de 2022 y nada se ha movido hasta este miércoles, cuando el consistorio ha dado cuenta del inicio de su cometido de reforma urbanística. Empiezan las obras para que los coches que pasan por el lado montaña de la plaza de Països Catalans lo hagan por la zona más pegada al parque de la Espanya Industrial. Objetivo: trasladar la movilidad al sur en la primavera de 2024, porque donde ahora hay vehículos ahí va una zona libre para el paseo.

Hay, sin embargo, otra finalidad, más política que vinculada a las infraestructuras: el consistorio se pone a ello a modo de recordatorio a Adif para que no orille sus compromisos con la ciudad. En cualquier caso, se han empezado a realizar los trabajos previos para que la piqueta pueda abrir un nuevo vial con dos carriles por sentido, uno de ellos destinado al transporte público.

Estas obras, ha indicado este miércoles la teniente de alcalde de Urbanismo, Laia Bonet, "permitirán que Adif puede abordar a partir del siguiente, si quiere, la primera fase de las obras de la estación", que empezará con la ampliación del vestíbulo y la posterior rehabilitación de la plaza de los Països Catalans. Hace un año se dijo que el cambio de viales sucedería a finales de 2023, pero este jueves el plazo se ha alargado hasta la primavera de 2024.  

Sin árboles

Ahora hay cinco carriles que acceden a la estación desde la avenida de Roma y Numància. Es el lateral de montaña, el paseo de Sant Antoni y la calle de Viriat, que en los 'renders' se ven convertidas en un paseo con algunos árboles y un carril bici. Si no distinguen árboles en el centro de la plaza es porque al tratarse de una fina losa sobre las vías, la vegetación no puede arraigar.

Consultados por este diario tras aquella lejana rueda de prensa de hace un año, los comerciantes y vecinos de la zona exhibían cierto temor ante un posible efecto embudo en el nuevo vial. Compartían su satisfacción por el hecho que se desatascara el proyecto de reforma de la estación, pero les daba miedo que no se cumpliera la previsión del consistorio. Lucía Reina, vicepresidenta de proyectos de Sants Establiments Units, lo resumía así: "Nos da mucho respeto la pérdida del 75% de los coches que calcula el ayuntamiento, porque este es un punto de entrada muy importante para vecinos y comerciantes del barrio".

Las alternativas

Es probable, señala otro miembro de esta asociación, que muchos conductores opten por bajar por Tarragona y callejear por Consell de Cent o incluso bajar hasta la plaza de Espanya, lo que complicará la movilidad de unas calles ya de por sí difíciles. En cualquier caso, una reforma que, a día de hoy, se mira mucho más desde la esperanza que desde la molestia. El tiempo dirá.

Una vez finalizada esta obra, y en un suponer, Adif ya no tendrá excusa para iniciar la remodelación de la estación, cuya finalización está prevista para el año 2030. Así las cosas, a la zona le esperan no menos de siete años de polvo. Lo bueno, que apenas hay comercio porque la zona está muerta. Lo malo, que sí hay un montón de vecinos.