Urbanismo

Estación de Sants: siete años de obras y un posible embudo para el coche

El trasvase del tráfico hacia el otro lado de la infraestructura se producirá a finales de 2023 con la duda de si el nuevo vial podrá absorber la demanda de circulación

La nula presencia de tiendas en el perímetro de la terminal, todo un síntoma de la precariedad del lugar, no hace temblar al tejido comercial del barrio ante el inicio de la transformación

països catalans

països catalans / Ferran Nadeu

Carlos Márquez Daniel

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"El futuro de la plaza patina", puede leerse en uno de los muros de Països Catalans, cerca del cruce con Numància. El grafiti hace referencia a los 'skaters', pero es un buen titular sobre el pasado, presente y futuro inmediato de este enclave que a principios de los años 80 llegó a ganar un premio FAD como referente del urbanismo del momento. Dentro de un año iniciará una profunda reforma vinculada a la transformación de la estación de trenes. Serán tres años de piqueta que, como suele suceder siempre que se actúa sobre la vía pública, alterarán la rutina y la vida de los vecinos. Aquí, sin embargo, y es todo un síntoma, subyace una peculiaridad: el lugar no tiene apenas comercio, así que no se intuyen grandes males.

La plaza y la estación se reformarán por fases. Los vecinos deben ir asumiendo que desde 2023 y al menos hasta 2030, la terminal y su entorno irán soltando polvo con mayor o menor intensidad. En cuanto a la movilidad, los cambios más importantes se notarán el año que viene con la eliminación del vial que atraviesa la plaza y que se usa para dejar y recoger pasajeros. También está previsto dejar sin servicio los carriles del lado montaña, los de la calle de Viriat que dan acceso al paseo de Sant Antoni.

La estación de Sants, desde la plaza de los Països Catalans.

La estación de Sants, desde la plaza de los Països Catalans / Adif

Según el calendario facilitado por el Ayuntamiento, que se encargará de estos trabajos, el traslado de los vehículos al lado mar (circularán entre el parque de la Espanya Industrial y la estación) está previsto para inicios de 2024 tras unas obras que se alargarán seis meses. Esto implicará la adecuación viaria de las calle de Tarragona y la de Comtes de Bell-Lloc. Este traslado de los coches permitirá empezar a trabajar en el gran espacio verde planificado donde ahora está la estación de autobuses. En el nuevo vial del lado mar quedarán dos carriles por sentido, uno para bus y taxi y otro para autobuses. Y en la otra ladera, liberada de coches, se pintará un carril bici.

Altrenativas

Josep Maria Domingo, expresidente del Centro Social de Sants, explica que el consistorio les ha presentado un plan que les genera una cierta tranquilidad de espíritu. "Porque encarrilan un corte con una solución alternativa, de manera que parece que la movilidad no se verá muy afectada". Pero no solo a nivel de automóviles. También está previsto garantizar que los chavales de las tres escuelas de la zona norte puedan atravesar la obra con facilidad para ir al parque de la Espanya Industrial. Al fin y al cabo, esto seguirá siendo la estación de trenes más importante de la ciudad, lo que obliga a ejecutar la transformación sin alterar en exceso el ir y venir de viajeros. Y también de vecinos, por supuesto.

Los viales que desaparecerán con la reforma. Y la estación de buses, que dejará paso a una zona verde

Los viales que desaparecerán con la reforma. Y la estación de buses, que dejará paso a una zona verde / Ferran Nadeu

Lucía Reina, vicepresidenta de proyectos de Sants Establiments Units, explica que parten con un grado de confianza aceptable porque en el proceso de participación "las cosas han quedado bastante claras". Señala, sin embargo, que el comercio no se verá muy afectado, principalmente porque en el entorno de la estación apenas hay tiendas, lo que es toda una señal del atractivo que tiene el entorno. Algo muy parecido sucedía en el perímetro de la cárcel Modelo cuando era eso, una prisión de hombres.

lo que sí les da miedo, y eso es algo en lo que coinciden varios vecinos consultados, es que el vial de la parte mar "no sea capaz de absorber toda la demanda de tráfico". "Nos da mucho respeto la pérdida del 75% de los coches que calcula el ayuntamiento, porque este es un punto de entrada muy importante para vecinos y comerciantes del barrio", señala Reina. Es probable, señala otro miembro de esta asociación, que muchos conductores opten por bajar por Tarragona y callejear por Consell de Cent o incluso bajar hasta la plaza de Espanya, lo que complicará la movilidad de unas calles ya de por sí difíciles. En cualquier caso, una reforma que, a día de hoy, se mira mucho más desde la esperanza que desde la molestia. El tiempo dirá.