Salud e infancia

Salut estudiará si puede regular el consumo de bebidas energéticas en menores

Galicia, primera comunidad en prohibir por ley las bebidas energéticas para los menores

El nuevo alcohol de los adolescentes: las bebidas energéticas, que se consumen con obsesión

Dos menores con sendas bebidas energéticas en sus manos.

Dos menores con sendas bebidas energéticas en sus manos. / Xoan Álvarez

Montse Baraza

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Casi la mitad (45%) de estudiantes de 14 a 18 años consumen con frecuencia (en los últimos 30 días) bebidas energéticas; siendo mayor la prevalencia en los chicos (un 50% frente al 39% en mujeres), según la encuesta Estudes del 2021. El alto porcentaje contrasta con el consumo en la población en general, que se sitúa en el 12,3%, una cifra aupada por la franja de edad de 15 a 24 años, donde su prevalencia es del 32,2%. Entre las personas entre 55 y 64 años cae a un 2,9% (datos de la encuesta Edades 2020). El sondeo entre los estudiantes revela, además, que los alumnos que beben con frecuencia ‘energy drinks’ sacan peores notas, salen más por la noche y se ausentan con más frecuencia del instituto. Además, muestra que un 16% las mezcla con alcohol.

Siguiendo los pasos de Galicia, otras siete autonomías han empezado a analizar cómo controlar la venta de estos productos

Cifras a las que se añade el aviso de los pediatras: estas bebidas "pueden causar adicción", además de irritabilidad, insomnio, cefaleas, ansiedad, falta de concentración y patologías metabólicas y cardiovasculares, como taquicardia o aumento de la presión arterial.

Hace apenas unos días Galicia anunció su decisión de prohibir por ley la venta de estas bebidas a menores, así como el consumo, convirtiéndose en la primera comunidad autónoma de España en adoptar esta medida. En Catalunya, el Departament de Salut está también estudiando cómo puede regular el consumo de estas bebidas en menores, según ha podido saber EL PERIÓDICO. Fuentes de la 'conselleria' apuntan que se está analizando todavía cómo se podría articular pero evitan confirmar que sea a través de la nueva ley de adicciones que prepara el departamento que dirige Manel Balcells.

Lo que sí ya hace Salut es "desaconsejar" el consumo de estas bebidas excitantes. Una lata de 330ml contiene tanta cafeína como dos tazas de café exprés, cuatro tazas de café filtrado o 4 latas de refreso de cola.

En su web, la 'conselleria' advierte de que una bebida energética no es una bebida isotónica y recuerda que el riesgo es mayor para menores, embarazadas o mujeres en lactancia o personas sensibles a la cafeína, con hipertensión, patologías cardiacas o trastornos neurológicos.

Catalunya no es la única comunidad que tiene este tema sobre la mesa. Otras siete comunidades autónomas se plantean seguir los pasos de Galicia y estudiarán regular la venta de bebidas energéticas a los menores de edad. Son Aragón, Baleares, Castilla-La Mancha, Navarra y el País Vasco son las autonomías en las que sus gobiernos regionales prevén estudiar la regulación de estas bebidas y Castilla y León y la Comunidad Valenciana ya han comenzado a abordar esta cuestión.

En la Comunidad Valenciana, la Oficina Autonómica de Salud Mental y Adicciones ya está llevando a cabo un "estudio sensato, reflexivo y sereno" sobre esta problemática "con el ánimo de hacer un abordaje que pueda resolverlo". Además, el Gobierno de la Generalitat valenciana solicitará al Ministerio de Sanidad abordar en un Consejo Interterritorial el problema de adicción a las bebidas energéticas.

Las bebidas estimulantes están totalmente normalizadas debido a las campañas publicitarias, como la famosa ‘Red Bull te da alas’, que asocian su consumo al incremento de la resistencia física o a la estimulación del metabolismo. Pero las autoridades sanitarias alertan de sus riesgos para la salud y algunos médicos y especialistas en nutrición reclaman, incluso, que se prohíba su venta a menores, como han hecho otros países. En Letonia y Lituania están vetadas a los adolescentes y Reino Unido y Francia, entre otros, estudian poner limitaciones.

En España, el ministro de Consumo, Alberto Garzón, anunció en 2021 su intención de "revisar la situación de las bebidas energéticas ante los potenciales riesgos para la salud que conlleva su consumo". Pero su propósito se ha quedado en 10 recomendaciones emitidas por la Agencia de Seguridad Alimentaria.