Educación en Catalunya

La fiesta grande de la FP: un instituto de Badalona muestra el corazón (y las entrañas) de los grados formativos

El concurso celebrado en el centro Pompeu Fabra busca atraer a los chavales -es totalmente práctico-, a la vez que fomenta la cooperación, ya que cada grupo lo forman alumnos de cursos distintos

Helena López

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Va elegantemente disfrazado de Capitán Kirk, pero por la energía, pasión y ganas con las que se dirige a su alumnado más bien parece que estos se vayan a subir a sus pupitres a recitarle el ‘Oh capitán, mi capitán’ como en la mítica escena de ‘El Club de los poetas muertos’. Este viernes de Carnaval –el profesor es fan de 'Star Trek', pero no tanto como para presentarse así en clase una mañana cualquiera-, los chavales de ciclos formativos del instituto Pompeu Fabra de Badalona no están de fiesta; aunque las Pompeu Skills, el certamen que organizan, es también toda una celebración.

Así lo presenta Hassan El Halloufi, quien un día no demasiado lejano fue alumno del hoy Capitán Kirk, el queridísimo profesor J.M. Lorenzo, y que hoy es profesor de carrocería en el centro y una de las almas (cerebros y manos) de este concurso de habilidades, que a su vez sirve a la chavalada de entreno y ensayo para las CatSkills y de prueba de fuego para la vida laboral. Enfrentarse solos, sin ayuda de los profes, ante una fórmula o un circuito.

La entrega de Lorenzo es muy similar a la de Hassan y a la de Daniel Muñoz, profesor de Automoción y coordinador de ciclos, quien trabaja en el turno de tarde, pero este viernes a las ocho y media de la mañana ya estaba en el centro para colaborar con sus colegas en la organización del certamen. La misma implicación que las dos profesoras del Departamento de Química que el año pasado hicieron un curso de nuevas tecnologías y se han ofrecido para grabar las pruebas y montar un 'streaming' para que las familias puedan ver a sus hijos en acción, ya sea con la soldadora, con los cables o con con la pipeta.  

Alumnas de Química durante el Pompeu Skills, este viernes en Badalona.

Alumnas de Química durante el Pompeu Skills, este viernes en Badalona. / ZOWY VOETEN

En la FP hay una acuciante falta de profesores (Israel Hidalgo, alumno de Carrocería que participa por primera vez en las Pompeu Skills explica que en su clase llevan semanas sin tutor, de baja), pero, los que están, se dejan la piel por sus alumnos, muchísimos y con mochilas muy diversas en este instituto público de Badalona.

La fórmula de la cooperación

En las Pompeu Skills de este año –la tercera edición de esta certamen pensado para animar y empoderar a los alumnos con actividades totalmente prácticas en la que los jóvenes están obligados a cooperar entre ellos, ya que los equipos mezclan alumnos de todos los cursos- cuenta con tres familias profesionales: Transporte y Mantenimiento de vehículos –en la que participan Hassan y Daniel- Fabricación Mecánica –la capitaneada por Lorenzo- y Química, la única de las tres en la que participan chicas (romper con los estereotipos de género antes de llegar a la FP es uno de los retos pendientes). 

“Todavía falla muchísimo la orientación. Aquí nos llegan muchos chicos que no saben qué es la Fabricación Mecánica; creen que aquí van a encontrar martillos y lo que ven son ordenadores y calculadoras”, reflexiona Lorenzo [según los últimos datos oficiales el abandono escolar en los grados medios de FP en Catalunya está en el 40%]. "Nosotros hacemos lo que nadie quiere ver: la llave, el bombín de la puerta, la lata de Coca-cola que bebes y el tornillo que sujeta tus gafas", explica el 'capitán' Lorenzo, quien resume qué es la Fabricación Mecánica con un "nosotros no reparamos coches, construimos coches".

Sí reparan coches en el taller de al lado, donde Muñoz muestra con orgullo como sus estudiantes restauraron un llamativo Citroën Mehari (ahora naranja). "Todos estos coches son reparaciones reales, vehículos de profesores, amigos o exalumnos que nos los traen", añade señalando los coches que se elevan sobre el bullicioso taller. "Ves la cara de satisfacción de los alumnos cuando ven el resultado de lo que han hecho ellos mismos y piensas, ¡wow! y me pagan por esto", concluye satisfecho.

El profesor Hassan El Halloufi (con camisa azul) explica a los estudiantes la prueba en la que competirán en las Pompeu Skills.

El profesor Hassan El Halloufi (con camisa azul) explica a los estudiantes la prueba en la que competirán en las Pompeu Skills. / ZOWY VOETEN

La imagen de las batas blancas, batas grises y monos azules que llenan los laboratorios y talleres de la FP, cada uno en su ámbito, contrasta con la de sus compañeros de la ESO, quienes pasean con sus disfraces por el patio de este enorme y viejo instituto (el elegido por el ‘president’ Aragonès para anunciar la inversión de 102 millones en cambiar ventanas y calefacciones el pasado mes de noviembre por las obvias necesidades de inversión del edificio).

Cada una de las tres familias profesionales participa una prueba totalmente distinta, en función de sus conocimientos y habilidades. La prueba de los alumnos de Química es producir una crema anti duricias, la de Fabricación Mecánica, un circuito de apertura automática de puertas, y el de Carrocería arreglar un parachoques. A sus 17 años, Arnau Contreras, alumno de Fabricación Mecánica, exhibe un don de palabra y de gentes que no tiene nada que envidiar al de su profesor. "Se trata de montar este circuito y que funcione", resume con desparpajo su prueba tras una larga y precisa explicación técnica (que esta periodista es incapaz de reproducir).

Una frase de Benjamin Franklin en el tríptico de las jornadas resume su esencia: "dímelo y lo olvidaré, enséñamelo y lo recordaré; involúcrame y lo aprenderé".

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