Salud cardiovascular
El desfibrilador subcutáneo y sin cables que salvó a David de la muerte súbita: "El corazón se podía parar en cualquier momento"
El Hospital Clínic demuestra la eficacia de un nuevo dispositivo que se injerta en pacientes que, tras un infarto, corren el riesgo de sufrir una arritmia mortal
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Beatriz Pérez
Periodista
Responsable del área de sanidad/salud de EL PERIÓDICO DE CATALUNYA desde 2018. En este tiempo he podido profundizar en temas de relevancia social y humana, como la pandemia de covid-19, el sistema de salud catalán, los avances médicos o las desigualdades en el acceso a la sanidad. En abril de 2024, gané la primera edición del Premi Salut i Drets Socials del Col.legi de Periodistes de Catalunya (demarcación de Tarragona).
David Andújar, de 50 años, estuvo casi un mes y medio con un dolor intenso en el pecho. "Yo no lo veía normal, pero mis amigos, como siempre he sido muy hiperactivo, bromeaban". El día que le dio el infarto, pocos minutos antes de desplomarse en la calle, se había tomado un ansiolítico y fumado un cigarro. "Para tranquilizarme". Ocurrió en octubre de 2022 y automáticamente fue enviado al Hospital Clínic de Barcelona. David es uno de los primeros pacientes en el mundo a los que se les ha implantado un dispositivo formado por un marcapasos y un desfibrilador sin cables. Sin cables: esta es la novedad.
Tras el infarto que sufrió, el corazón de David quedó tan dañado que fue necesario colocarle este dispositivo. Este tipo de ingenios no se colocan en todos los pacientes que sufren un infarto, sino solo en aquellos, como era el caso de David, que quedan tan tocados y que tienen un alto riesgo de muerte súbita. Un estudio internacional liderado por el Clínic, publicado este jueves en 'New England Journal of Medicine', demuestra la eficacia y seguridad de este aparato poco invasivo para estos pacientes. Incorpora un marcapasos y un desfibrilador sin cables que evitan las complicaciones derivadas de los cables intravenosos, como la rotura o las infecciones.
"Me ofrecieron ponerme este marcapasos experimental. La verdad es que no tengo queja. La primera semana tuve pesadillas, pero ahora apenas lo noto", explica David, desde el Hospital Clínic. Explica que, tras el infarto, le quedó un 31% de fuerza del corazón y que podía "pararse de nuevo en cualquier momento". Por eso se le colocó el desfibrilador.
Alteraciones en el corazón
Las arritmias son alteraciones en el ritmo normal del corazón, que puede latir demasiado rápido (taquicardia), demasiado lento (bracicardia) o de manera irregular. Estas alteraciones pueden ser benignas y no causar síntomas, o provocar síntomas graves como mareos, falta de aire, dolor de pecho o desmayos. Entre las más peligrosas está la fibrilación ventricular o la taquicardia ventricular, que pueden llevar a la muerte súbita si no se tratan rápidamente. Era el caso de David.
"Los desfibriladores son aparatos que se implantan para prevenir la muerte súbita. Hacen una descarga cuando tienes una arritmia. Desde hace unos años, existen unos desfibriladores sin cables que se colocan debajo de la piel. Pero no tenían todas las funcionalidades de los clásicos: por ejemplo, no hacían estimulación antiquicardia", explica Lluís Mont, jefe de la Unidad de Fibrilación Auricular del Clínic. Así, la novedad de este dispositivo es que un marcapasos sin cables se coordina por radiofrecuencia con un desfibrilador también sin cables. "Esto que existía solo como marcapasos sin cables ahora existe también como estimulador [desfibrilador] antitaquicardia. El desfibirilador detecta la arritmia y hace que el marcapasos funcione. Tiene batería por 10 años. Es fruto de un gran esfuerzo tecnológico", asegura Mont.
El tratamiento tradicional para pacientes en riesgo de muerte súbita era el desfibrilador implantable intravenoso. Pero estos dispositivos pueden provocar complicaciones agudas debido a infecciones, desplazamiento de los electrodos y reacciones adversas al dispositivo, que aumentan a medida que pasa el tiempo. El ensayo en el que ha participado el Clínic se ha llevado a cabo en 162 pacientes de todo el mundo, 20 de ellos de este centro sanitario barcelonés. El estudio ha demostrado que este nuevo sistema sin cables no tiene problemas de comunicación (entre marcapasos y desfibrilador) y que funciona de manera eficaz y sin complicaciones.
"Este estudio tendrá importantes implicaciones clínicas, pues cambiará el paradigma de tratamiento de los pacientes con arritmias ventriculares y riesgo de muerte súbita, ya que se podrán beneficiar de los dos tipos de estimulación evitando las complicaciones debidas a los sistemas con cables", asegura Mont. Según el doctor José María Tolosana, colega de Mont, este dispositivo, que aún debe ser aprobado por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), estará en el mercado en enero de 2025, aproximadamente
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