En la sanidad pública

Dos meses para una resonancia: Catalunya no logra revertir las listas de espera

Las cifras de CatSalut presentan un ligero avance con respecto a 2022, pero los CAP advierten de que la situación está encallada

Estas son las listas de espera de la sanidad pública catalana

Casi cuatro meses de espera para una visita al dermatólogo en Catalunya

La saturación de la sanidad pública aumenta la presión y las listas de espera de la privada

Mamografía de control en una mujer.

Mamografía de control en una mujer. / EL PERIÓDICO

Alex R. Fischer
Francisco José Moya
Beatriz Pérez
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Las listas de espera de la sanidad pública de Catalunya han mejorado ligeramente con respecto al año pasado, pero este alivio no está llegando a la atención primaria, que ve cómo principalmente las derivaciones para algunas pruebas diagnósticas y médicos especialistas se siguen demorando en el tiempo. Según los últimos datos publicados por el Servei Català de la Salut (CatSalut), correspondientes al pasado mes de septiembre, la media de espera para acceder a las pruebas diagnósticas, especialistas y cirugías en los hospitales se ha reducido ligeramente respecto al año pasado, aunque en algunas áreas la espera sigue siendo mayor que a finales de 2019. Esto es, en la época 'precovid'. Las mejoras son, así, insuficientes, y pacientes y sanitarios de los CAP no las perciben.

Los especialistas con mayor demora son los más solicitados por la primaria

Es difícil hacer una radiografía de la situación en global, por eso es necesario poner la lupa en cada prueba, especialidad o cirugía. Los médicos de primaria advierten de que la espera para acceder a determinadas pruebas o especialistas sigue siendo muy elevada. Y, si ha habido mejoría, esta es pequeña y no soluciona los problemas de accesibilidad del sistema. En el caso de las pruebas diagnósticas, por ejemplo, para una resonancia magnética hay que esperar actualmente 70 días (más de dos meses), frente a los 75 de octubre 2022 y los 78 de diciembre de 2019. Para una ecografía ginecológica, también 70 días (cinco más que en 2022 y 10 más que en 2019). Para un electromiograma, 123 días (casi cuatro meses), frente a los 155 de 2022 y los 88 de 2019.

Lo mismo ocurre con el acceso a los médicos especialistas. Aunque en global el tiempo se ha acortado, lo cierto es que aquellos a los que más derivaciones hace la primaria siguen teniendo una larga lista de espera. Por ejemplo, para acceder a un dermatólogo en la sanidad pública catalana hay que esperar una media de 115 días (casi cuatro meses: dermatología es la especialidad con más lista de espera de todas), mientras que el año pasado eran 86 días (casi un mes menos), y en 2019, 84. Para el traumatólogo, hay que esperar 102 días (tres meses y medio), frente a los 97 días del año pasado y a los 106 de 2019. Para el oftalmólogo, 80 días, que eran 86 el año pasado y 101 en 2019.

En cuanto a las cirugías, el 'conseller' de Salut, Manel Balcells, dijo en septiembre que la demora se había reducido en un 35% para las personas que aguardan una intervención quirúrgica y que están fuera de plazo. Pero si se miran los días de espera, algunas cirugías han mejorado ligeramente y otras muchas no. Y, en todo caso, el problema sigue sin solucionarse. Por ejemplo, según el CatSalut, ha mejorado ostensiblemente la operación de obesidad mórbida, páncreas y vías biliares, pero la espera sigue siendo muy elevada: hay que aguardar 236 días (casi ocho meses), frente a los 316 del año pasado y los 400 (más de un año) de 2019. Otro ejemplo: para una artroscopia hay que esperar 156 días (más de cinco meses), frente a los 155 del 2022 y los 167 de 2019. Por otro lado, han empeorado mucho la cirugía coronaria percutánea: ahora hay que esperar 53 días, frente a los 22 del 2022 y los 35 del 2019.

"Situación variable"

Sin embargo, todas estas cifras son muy variables. Hay zonas donde la espera es menor que en otras, por eso es difícil ofrecer una imagen general de la problemática de las listas de espera. "Una cosa es el dato conjunto y otra, la variabilidad que hay en este dato. Hay lugares en que una intervención de cataratas se puede hacer en un año o año y medio", dice Jaume Sellarès, vicepresidente del Col.legi Oficial de Metges de Barcelona (COMB) y médico de cabecera en el EAP Sardenya. Según el CatSalut, la media de espera para una intervención de cataratas son 79 días, frente a los 76 del año pasado y los 74 de 2019.

"La situación depende de cada zona. Hay lugares en que una intervención de cataratas se puede hacer en un año o año y medio"

Jaume Sellarès

— Vicepresidente del Col.legi Oficial de Metges

"En general no tenemos la sensación de que el paciente espere menos. La mejora es pequeña y se ha producido en áreas que no estaban mal del todo. En otras muchas la espera sigue siendo muy larga. No niego los datos del CatSalut, pero no hay la percepción de que las listas de espera hayan mejorado", señala el vicepresidente del COMB.

La falta de médicos

En concreto, señala Sellarès, la primaria nota que "sigue habiendo mucha espera para el especialista y pruebas diagnósticas". En esto juega un papel importante la "falta de médicos". Por ejemplo, según Sellarès, faltan radiólogos y eso hace que se atrasen mucho pruebas como las radiologías. Además, como ya avanzó EL PERIÓDICO hace meses, los hospitales, siempre según Sellarès, siguen rechazando muchas peticiones de pruebas y especialistas que pide la primaria. "Esto antes no pasaba y ahora sí. El drama es el paciente, que está en el medio dando vueltas", reflexiona.

"Hay una ofensiva muy clara de la sanidad privada para contratar médicos de la pública en mejores condiciones"

Xavier Lleonart

— Secretario general de Metges de Catalunya

Para Xavier Lleonart, secretario general del sindicato Metges de Catalunya (MC), es "preocupante" que, pese a que la 'conselleria' está "redoblando" los esfuerzos para mejorar las condiciones de trabajo del sistema, "no mejoran ni la accesibilidad ni las listas de espera". "Esto quiere decir que seguramente se está invirtiendo dinero en hacer que las mismas personas trabajen mucho más. Y ya se está trabajando al 150%. Hacen falta más manos", insiste Lleonart. Para él no faltan médicos, sino que los que hay no quieren trabajar "en estas condiciones". "Además, hay una ofensiva muy clara por parte de la privada para contratarlos en mejores condiciones", aseguran. Según él, cada vez hay más médicos que se marchan a la privada o que hacen "doble actividad".

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