Tendencias gastro

Estos son los restaurantes donde comerás este año en Barcelona

Este 2024 irás a jóvenes bodegas de viejo, buscarás autenticidad y productos de proximidad, y devorarás tartares y bocatas italianos

Coctelerías-espectáculo de Barcelona 

El Mundo Today | Un año más, las rebajas llegan justo un mes después de que la gente las necesite

El 'capipota' de Hijos de Javier, máximo exponente de la nueva ola de jóvenes bodegas tradicionales.

El 'capipota' de Hijos de Javier, máximo exponente de la nueva ola de jóvenes bodegas tradicionales. / ELISENDA PONS

Òscar Broc

Òscar Broc

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Los oráculos gastronómicos ya vislumbran las tendencias que imperarán en 2024. Pero en esta casa no se estilan las bolas de cristal, sino esa cosa llamada sentido común. Aferrado a él, y después de repasar todas las experiencias gastronómicas de 2023, he llegado a la conclusión de que estas son algunas de las tendencias más visibles para el año que estrenamos. Un 2024 en el que comeremos más producto de proximidad y plant-based, iremos a jóvenes bodegas de viejo, buscaremos autenticidad y baratura, huiremos del centro, exploraremos tartares más allá del steak o nos encontraremos con una bocadillería italiana en cada esquina. Pinta bien la nueva temporada, ¿no?

1. Los nuevos viejos

Juventud y tradición

El comedor de Hijos de Javier.

El comedor de Hijos de Javier. / ELISENDA PONS

Es un fenómeno en auge en Barcelona: restaurantes jóvenes que quieren ser viejos. En una ciudad con excedente de 'smash burgers' y sushi con fresas, han aparecido nuevos negocios con gente joven en su sala de mandos y el antídoto contra la tontería en sus neveras: tradición. Hijos de Javier (Amigó, 30) es el máximo exponente de esta nueva ola. Parece una bodega castiza del año de la Catapún, hay más jaleo, cachondeo y movimiento que en el camarote de los Hermanos Marx, y en la pizarra solo encontrarás comida tabernera de toda la vida, hecha con productazo y mucha mano en la cocina: bígaros, lengua, gambitas saladas, huevos rellenos, gildas… Y todo, como le gustaría a tu yayo Javier: pa chuparse los dedicos. 


2. Año de barmuterías

Vermut, vinos y platillos

Las llamo “barmuterías”, porque no sabes si estás en un bar o en una vermutería, un formato joven y en boga que tiene mucho recorrido en el 2024. Son vermuterías 2.0 que cual Pokemon, evolucionan a bar de platillos sin que te percates.

Fino (Torrent de les Flors, 113) acaba de llegar a Gràcia y se ajusta este perfil. Los fines de semana abre a las 12h y en su bodega destacan el vermut italiano Vermò (solo lo encontrarás aquí y en el Rouge) y los vinos naturales. La juventud de sus impulsores se refleja en una carta de platillos y tapas sencilla, con toques creativos muy sensatos, y producto de mucha calidad. Mérito del chef Alberto Ibáñez. Veo salazones, conservas y embutidos de los mejores proveedores. Pruebo una excelente ensaladilla rusa, un gran capipota, un chicharrón Cádiz style muy vicioso y una coca Inés Rosales con sobrasada de buey de llorar… Siete de la tarde y ya voy como el nombre del local. 


3. Auténticos y baratos

Fuera tonterías

La profusión de restaurantes de fusión ha derivado en mutaciones a precios locos que no entrarían ni en la dieta de Godzilla. Por eso, cada vez se busca más la autenticidad de las cocinas a precios razonables. 2024 es un año para restaurantes como El Sazón de Isabel, una taquería mexicana auténtica a rabiar que ya ha recibido la bendición de los mexicanos afincados en BCN.

Está en el centro comercial La Farga, en L’Hospitalet (Av. de Josep Tarradellas i Joan) y te nutre con chilaquiles, tamales, tortas ahogadas, pozole, caldo de birria, quesadillas y, por supuesto, tacos. Jarritos de mandarina o agua de jamaica para bajarlo todo. Por 20-25 euros comerás mejor que el Santo. 


4. De proximidad y natural

Honestidad sostenible

El producto de proximidad es un bien cada vez más apreciado por un segmento de la población que quiere comer bien y no contribuir al deterioro del medio ambiente. En Vereda Bar (Diputació, 155) se toman en serio esta filosofía, y en sus platos, rebosantes de verduras y hortalizas, manda el producto de fuentes cercanas, de una calidad excepcional y manejado con suma destreza.

La segunda carta ganadora de Vereda es la de vinos naturales, tan extensa que te recomiendo asesoramiento por parte del sumiller. Producto fresco de proximidad, vinos naturales y ambiente íntimo: la antítesis de los ruidosos y horteras restaurantes-espectáculo patrocinados por TikTok. 


5. Lejos del centro

Barrios on fire

Para muchos barceloneses, de Ramblas para abajo, la ciudad dejó de existir hace mucho tiempo. La única solución para huir del parque temático para turistas es alejarse del centro. Muchos los están haciendo y más lo harán en 2024. En La Bordeta, por ejemplo, Kobuta (Súria, 6) factura el mejor ramen de Barcelona. No le hace ninguna falta cambiar de ubicación: sus fideos, caldo de cerdo y tapas tradicionales japonesas arrastran multitudes.

En otro punto en las antípodas del centro, en Horta, acaba de abrir La Madurada (Pg. Maragall, 408), un templo de las carnes maduradas que, a pesar de su juventud, ya tiene un éxito arrollador. Si quieres probar las mejores empanadas de carne de BCN, tendrás que mover el culo hasta allí. Tienes todo el año para hacerlo. 


6. Plant-based forever

Vegetal y tal

Aunque me resisto a creerlo, la proteína animal tiene los días contados. Cada vez hay más gente que vira hacia lo vegetal y no mira atrás. Plant-based será una de las palabras de 2024 y algo me dice que será un buen año para restaurantes como Rasoterra (Palau, 5), un maravilloso bistrot que sigue a pies juntillas esta filosofía y brilla merced a una cocina vegetal, creativa, colorista, sana y con producto frescos, de temporada y de proximidad ¿Para beber? Vinos naturales, no esperarás que te pongan un Monster. 


7. Más allá del 'steak tartar'

Tiempos de 'raw food'

Barcelona ha enloquecido con el steak tartar. Nos falta un pestañeo para pedirlo en la cafetería con un cortado. Afortunadamente, el 2024 nos brinda la oportunidad perfecta para cambiar de postura y vivir la misma fiebre desde otra perspectiva. Para eso está La Tartarería (Muntaner, 26), trinchera de los crudos que ha convertido el tartar en su preparación estrella. El chef Pedro Silva te pone un steak tartar de narices, pero también te seduce con sus exquisitos tartares de pescado y marisco fresco. El de vieira con escabeche de zanahorias, el de carabinero o el de gambas en brioche harán que le seas infiel a la dichosa carne de res. 2024 va a ser un año muy crudo. 


8. Bocadillos italianos

Tsunami de panini

De repente, a los barceloneses nos flipan los bocadillos italianos. A grandes casas como Santo Porcello, OiMa o Compà, se les está uniendo un número creciente de espacios dedicados al panino y repartidos por toda la ciudad. Uno de los nuevos podría ser Kiena Kiena (Parlament, 34), una charcutería-bocatería italiana que le reza al pan de schiacciatta y el embutido italiano de calidad, y está cosechando un éxito notable en Sant Antoni.

Si buscas piezas con mayor autoría, siempre puedes ir a Walló (Muntaner, 183), trinchera italiana del bocadillo de autor, con piezas tan interesantes como el cotto e crudo, con solomillo a la plancha y en tartar. Si no puedes ir a ninguno de ellos, no pasa nada, seguro que este 2024 encontrarás bocatas italianos en cada esquina. 

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