Puigdemont encabezará el 1-O un acto para "recuperar la fuerza" del independentismo

El sexto aniversario del 1-O no solo llega marcado, como el año pasado, por una desunión independentista aún no resuelta entre partidos, sino también por la resaca de dos convocatorias electorales que han supuesto un retroceso en las urnas del movimiento y, para postres, una compleja negociación para la investidura de Pedro Sánchez en la que están implicados de pleno tanto ERC como Junts con una eventual ley de amnistía como eje central. Sin embargo, las entidades se arremangan para mantener viva la llama de la unidad de acción que añoran del otoño del referéndum en un acto en el que intervendrá Carles Puigdemont como presidente del Consell de la República y que tiene como objetivo "recuperar la fuerza" del independentismo.

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Así lo ha explicado el portavoz de esta entidad, Antoni Castellà, junto a los representantes de la ANC, Òmnium, AMI y la Intersindical. En un principio, entre los convocantes estaba también la Cambra de Barcelona, pero de momento su implicación queda en 'stand by' a la espera de cómo se resuelve su proceso electoral interno. El acto consiste en una concentración a la seis de la tarde en plaza Catalunya y se busca proyectar una imagen de "unidad" que aseguran que hace un año era "más frágil" y ahora es "más estable".

Petición para que no haya abucheos

Entonces fue abucheada la expresidenta del Parlament Carme Forcadell, que abrió el acto, una situación que Castellà ha tachado de "censurable y lamentable" y ha pedido que no se vuelva a repetir. Ya entonces dirigentes de ERC fueron abroncados durante la Diada, una situación que se repitió el pasado 11 de septiembre. Esta vez, la exlíder de la ANC y dirigente republicana no subirá al escenario porque, según los organizadores, se ha optado por un cambio de formato en el que solo intervendrán los máximos representantes de las entidades. Eso sí, se ha invitado a los partidos independentistas y al Govern para que asistan.

Al margen de la brecha irresuelta entre ERC, Junts y la CUP, las entidades sellaron justo antes de la Diada el Pacte Nacional del Moviment Civil per la Independència en previsión a la llegada de un "nuevo ciclo político" en el que consideran que se abren nuevas oportunidades para la amnistía y el ejercicio de la autodeterminación. "El Estado está en uno de los momentos más débiles de su historia", ha asegurado Castellà bajo el argumento de que, en plena presidencia de turno de la Unión Europea, España "no es capaz de resolver su gobierno porque no ha afrontado" el conflicto político con Catalunya.

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La autodeterminación, además de la amnistía

Aunque intervendrán los presidentes de todas las entidades, todos los ojos se clavarán en Puigdemont, el interlocutor más cotizado de la suma que necesita Pedro Sánchez para continuar en la Moncloa. "Es un buen momento para demostrar al Estado y al mundo que el objetivo de la autodeterminación es mayoritario", han insistido los convocantes poniendo la amnistía al mismo nivel de importancia que la asunción de la independencia.

En su conferencia a principios de septiembre para marcar el margen de negociación de la investidura, el 'expresident' situó la amnistía como condición 'sine qua non' para un pacto con el PSOE, pero no hizo lo mismo con la autodeterminación, que la sitúa en una segunda fase de la interlocución. El lema de la convocatoria de este año pivota, precisamente, en el concepteo de "defender el 1-O", proclama que acompañan de tres conceptos que, reivindican, deben ir de la mano: independencia, autodeterminación y amnistía.

Al margen de la conmemoración del 1-O organizada por las principales entidades del movimiento, los CDR y otras plataformas independentistas han convocado marchas por toda Catalunya durante la mañana del domingo y una manifestación por la tarde que partirá de la antigua cárcel de la Model, donde también se celebrará un acto sobre los activistas de los CDR de la 'Operación Judas' acusados de terrorismo.