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El quinto aniversario del 1-O: un cara a cara entre partidos y entidades

Las entidades convocan una protesta "unitaria" pero, a la vez, organizan actos en solitario para marcar perfil propio, síntoma de la fragmentación independentista, mientras el Govern ultima la celebración institucional

Manifestantes independentistas reivindican el 1-O

Manifestantes independentistas reivindican el 1-O / QUIQUE GARCÍA

Sara González

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La celebración de la Diada consagró una triple fractura dentro del independentismo: la de los partidos que están al frente del Govern -ahora en una contrarreloj para salvar la coalición-, la que hay entre el movimiento en la calle y las instituciones y la que existe también entre las entidades que en los últimos años han ejercido de locomotora del 'procés'. Sin sutura a la vista, resulta paradójico que, en poco más de una semana, los diferentes actores festejen el quinto aniversario del momento de máxima comunión independentista, que es la que permitió que el 1-O hubiera urnas y que, dos días más tarde, el 3-O, una huelga general parara buena parte de la actividad en Catalunya.

La conmemoración, que estará precedida por un debate de política general que se prevé de alto voltaje por la batalla sin cuartel entre ERC y Junts, está tomando forma de un cóctel de actos reflejo de ese jarrón hecho añicos que todas las partes suspiran por reparar. El Consell per la República, de la mano de la ANC, Òmnium, AMI, La Intersindical y la Cambra de Comerç sí que preparan lo que definen como un "acto unitario", pero a la vez cada una de las entidades tendrá una agenda propia para el sábado 1 de octubre con el objetivo de proyectar los distintos acentos. Cinco años después, todos los protagonistas que lo hicieron posible volverán a mirarse a los ojos para celebrar lo que fue, pero sin solución conjunta para preservar su legado y articular una propuesta de futuro.

El Govern no ha soltado aún prenda sobre cómo será el acto institucional. De hecho, es difícil de prever en qué estado de salud llegará la coalición, enzarzada en un cruce de reproches por sus diferencias estratégicas que habrá que ver cómo desemboca la semana que viene en el Parlament. Mientras los republicanos sacan pecho de la organización del referéndum, los posconvergentes recriminan al partido de Oriol Junqueras que haya renunciado a su legado. Al margen de qué deriva tomará el clima institucional, también las principales entidades calientan motores para una celebración calidoscópica.

El Consell per la República del expresidente Carles Puigdemont ha explicado ya el formato de la movilización que se celebrará en Arc de Triomf a las cinco de la tarde. Para "romper el concepto de jerarquía" y visibilizar que el 1-O fue posible por la comunión entre instituciones, partidos y sociedad civil organizada, la cabecera se ha dividido en tres bloques en vertical. A un lado se situarán los dirigentes y cargos institucionales. Al otro, las entidades. Y en el carril de en medio, la gente. Un formato que permitirá que los manifestantes tengan enfrente las formaciones políticas. Según Antoni Castellà, que ha hablado en nombre del órgano presidido por Carles Puigdemont, participarán representantes de todos los partidos independentistas y también han sido invitados los 'comuns'. Al escenario subirá Carme Forcadell, presidenta del Parlament cuando se celebró el 1-O, y cerrará el acto el 'expresident' desde Bélgica

El 'leitmotiv' de la convocatoria, con el lema 'Defensem l'1 d'octubre. Guanyem la independència' es reivindicar que el referéndum fue "legal" y que resultado es "vigente", motivo por el cual considera "legítimo" avanzar hacia la independencia. "No nos compete a nosotros decir cómo", ha dejado claro Castellà, consciente de la falta de una estrategia consensuada por el movimiento. De hecho, una de las incógnitas es si todos los partidos acudirán a la convocatoria o bien, como ya pasó en la Diada, ERC se descuelga. Los republicanos han apostado siempre por un bajo perfil en su implicación en el órgano presidido por Puigdemont. Las seis entidades convocantes han manifestado que su vocación es juntar de nuevo a todas "las almas" del independentismo.

Agendas propias

Justamente por las distintas acepciones que ha ido sumando la lectura del 1-O, además del acto conjunto, ANC y Òmnium también preparan sus propias conmemoraciones. En el caso de la Assemblea, ya han concretado que levantarán un "muro de urnas" frente al Palau de la Generalitat justo antes de la movilización para denunciar el "alejamiento" que atribuye a las instituciones del referéndum unilateral. La entidad presidida por Dolors Feliu, que no ha logrado recabar apoyo de los partidos a su propuesta para una DUI en el segundo semestre del 2023, mantendrá el tono crítico contra el Govern que preside Pere Aragonès.

Òmnium, que ha marcado distancias con el pulso de la ANC a las formaciones políticas, especialmente con ERC, también tiene intención de convocar un acto propio. Aún está definiendo el formato, pero tendrá vocación de "mostrar la transversalidad del movimiento" para defender el derecho a la autodeterminación. Dos días después, ya el 3-O, será el turno del Acord Social per l'Amnistia i l'Autodeterminació, que presentará sus conclusiones con vocación de ejercer de argamasa de los partidos independentistas y de involucrar también a los 'comuns'. Sus impulsores, David Fernàndez, Marina Geli, Marina Llansana, Carme Forcadell, Quim Forn y Ozgur Günes Öztürk, tienen el encargo del 'president' de la Generalitat de aglutinar apoyo a los dos grandes objetivos que persigue el independentismo para visibilizar que es una demanda ampliamente respaldada.

Además de sumar entidades, en los últimos dos meses el Acord Social se ha dedicado a recoger apoyos en los ayuntamientos sometiendo a votación de los plenos un manifiesto a favor de las dos grandes demandas. En estos momentos están coordinando unos 800 consistorios. Una de las incógnitas es ver cómo casará el trabajo de este grupo con la "propuesta amplia" para la autodeterminación que Aragonès tiene previsto anunciar durante el debate de política general. El quinto aniversario del 1-O pondrá cara a cara los movilizados que hicieron posible que hubiera urnas con los mandatarios que impulsaron el referéndum, con distintas digestiones y balances de lo que fue el gran hito del 'procés'.

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