Iniciativa soberanista

El Acord Social per l'Amnistia i l'Autodeterminació nace entre equilibrios con ERC y Junts

El colectivo se da seis meses de plazo para sumar apoyos y "hacer visible" el respaldo social al derecho a decidir y al fin de la "represión"

El grup promotor de l'Acord Social per l’Amnistia i l’Autodeterminació

El grup promotor de l'Acord Social per l’Amnistia i l’Autodeterminació / ACN / MARIA ASMARAT

Xabi Barrena
Júlia Regué
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Con varios meses de retraso, respecto a los planes iniciales, el Acord Social per l'Amnistia i l’Autodeterminació (ASAA) dio este viernes sus primeros pasos públicos. El grupo promotor de este colectivo (que cuenta con unos 35 miembros), encabezado por David Fernàndez, Carme Forcadell, Joaquim Forn y Marina Llansana esbozó los ejes en que se moverá el equipo hasta el primero de octubre, fecha en que se desvanecerá dejando un manifiesto con, esperan, muchos y relevantes apoyos.

Cinco años después del 1-O, el colectivo publicará su "informe general" (nombre en homenaje al cineasta Pere Portabella y sus filmaciones sobre la situación social y política en 1976 tras la muerte de Franco) que incluirá no solo el manifiesto, sino también las aportaciones recabadas durante sus trabajos. Asimismo, se prevé la elaboración de unas conclusiones en las que se plantearán diferentes vías para lograr la amnistía y la autodeterminación y, entre los 'deberes' autoimpuestos, figura también un "mapa de la represión". Todo esto, bajo un logo cedido por la Fundació Joan Brossa con dos 'A' entrecruzadas.

"No es la mesa unitaria del independentismo que tanto se precisa, ni tampoco un grupo de presión para la mesa de negociación. El ASAA es una herramienta para construir legitimidad, para que sea visible que la sociedad catalana, en su gran mayoría, está a favor tanto de la amnistía como del ejercicio del derecho a la autodeterminación”, apuntó uno de los promotores después del acto celebrado en el Col·legi de Periodistes de Catalunya, en Barcelona.

Este grupo formado por 35 personas, que echó a andar en noviembre y que se constituyó formalmente el miércoles, tiene el encargo de redactar un manifiesto unitario que reúna de nuevo a partidos, entidades, patronales, sindicatos y representantes del mundo cultural y educativo catalán. El próximo 20 de abril organizarán un acto en la Llotja de Mar de Barcelona en el que esperan reunir la firma y el apoyo de unas 150 organizaciones que ya se han pronunciado con anterioridad sobre la posibilidad de que Catalunya pueda volver a celebrar un referéndum o sobre el fin de las causas judiciales abiertas en el marco del 'procés'. Será en este evento donde el grupo promotor dará a conocer su manifiesto. 

"Somos personas de diversos ámbitos y sensibilidades. Desde esta pluralidad, queremos trabajar de forma unitaria para ir sumando apoyos a estas demandas, porque estamos convencidos de que es la única manera de resolver el conflicto", señaló Forcadell.

La génesis

El exdiputado de la CUP, David Fernàndez, se reunió con el 'president' Pere Aragonès a principios de agosto y pactaron, a propuesta del primero, que el colectivo fuera "autónomo" y que su denominación no pasara por "pacto nacional", sino por "pacto social", ante la situación de "bloqueo" en la línea institucional y con el fin de recibir más espaldarazos.

La voluntad de fondo es poder movilizar al soberanismo bajo dos consignas claras y presionar así al Estado para que encauce el conflicto político. "Salvador Illa dijo que la sociedad catalana no quería la amnistía y la autodeterminación, y nosotros vamos a demostrarle que sí", espetó Fernàndez. Los impulsores tienen claro que no pretenden sustituir a Òmnium Cultural y a la ANC como agentes movilizadores, así que sus esfuerzos de centrarán en cosechar apoyos amplios que se visualicen mediante el apoyo a un manifiesto o fotografías conjuntas. "El objetivo es hacer visible una base sólida", remachó Forcadell.

El reto es mantener el equilibrio entre las distintas apuestas independentistas que separan a los partidos en el Govern. Así, rehúyen pronunciarse sobre la mesa de diálogo, pero, a su vez, esta movilización puede servir como catalizador de sus propuestas, presionando desde la calle. "Que cada uno use nuestro trabajo en los foros que crea oportuna, ya sea la mesa de diálogo o la proyección internacional vía el Consell de la República, señaló uno de los portavoces del grupo promotor.