El Congreso aprueba el uso de las lenguas cooficiales mientras PP y Vox acusan a Sánchez de ser un títere de Puigdemont

En un trámite exprés pocas veces visto, el Congreso de los Diputados aprobó este jueves la implantación del uso de las lenguas cooficiales en toda la actividad parlamentaria tras rechazar las dos enmiendas a la totalidad que habían presentado el PP y Vox. Pedro Sánchez, recién aterrizado de su viaje oficial a Nueva York, donde asistió a la asamblea general de la ONU, llegó a tiempo para votar el cambio del reglamento, otra "cesión" más a Carles Puigdemont, según Alberto Núñez Feijóo (PP).

La modificación de la norma obtuvo el apoyo de 180 diputados: del PSOE, Sumar, ERC, Junts, Bildu, PNV, Bloque Nacionalista Galego (BNG), Coalición Canaria (CC) y de una parlamentaria gallega del PP que se equivocó. Los votos en contra, 170, llegaron por parte de los parlamentarios de PP y Vox.

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Este jueves se produjo el debate en pleno para cambiar el reglamento y que a partir de ahora se pueda utilizar el catalán, el euskera y el gallego en toda la actividad parlamentaria. La derecha y la extrema derecha consideran que Sánchez ha dado este paso ahora (pese a que rechazó una iniciativa calcada en junio del 2022) para poder "seguir en el poder" y sacar adelante su investidura, todavía sin fecha. Según Feijóo, el dirigente socialista ha "trapicheado" con las "lenguas autonómicas" y ha convertido el parlamento en "un karaoke". "Hoy el PSOE pone a España en venta", avisó el portavoz del PP, Borja Sémper.

El diputado popular, que desató las críticas de sus propios compañeros de bancada el martes por haber usado el euskera en su intervención en el debate de la toma en consideración, subió de nuevo a la tribuna para defender la enmienda a la totalidad de su grupo parlamentario. Los portavoces oficiales de Génova han mostrado su apoyo a Sémper, pero el episodio ha supuesto otra piedra más en el zapato de Feijóo que, por la mañana, al entrar en el hemiciclo respondía con un sintético "sí" a la pregunta de los periodistas sobre si le gustó la intervención de su diputado. Mariano Rajoy, casi a la vez en la Cope, aseguró que él no habría usado el euskera ni se hubiera autotraducido, como hizo Sémper, porque lo ve "absurdo".

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El portavoz del PP, en el debate de este jueves, solo dijo en euskera "egun on" ('buenos días'), y pasó a señalar que la "coalición inaudita" que plantea Sánchez con nacionalistas, independentistas y Sumar para seguir en la Moncloa es "perjudicial para los ciudadanos" y desdeña "la igualdad entre los españoles". "Lo grave es que el PSOE diga y haga lo que exigen los independentistas", lanzó. Sánchez, continuó, empezó incluyendo estos años atrás en sus alianzas a los "participantes en un golpe de Estado en Catalunya que se quedaron en España para afrontar los delitos" y ahora tiene que ir a los que huyeron de la justicia, en referencia a Puigdemont. Junts, el partido que maneja el 'expresident', tiene siete diputados que son claves para la mayoría que propone Sánchez.

Según Sémper, el dirigente socialista socavó el ordenamiento jurídico para justificar los indultos y ahora "necesita más: cavar hasta la amnistía". Junts y ERC reclaman que se olviden las causas que centenares de personas y también dirigentes políticos como Puigdemont o Toni Comín tienen pendientes con la justicia a raíz de los hechos del 1 de octubre de 2017.

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Por su parte, Pepa Millán, la portavoz de Vox, afirmó que el único objetivo de este cambio en el reglamento "no es proteger la variedad lingüística y cultural de las regiones, sino contentar a aquellos que quieren romper con la unidad". "El PSOE trabaja en la concesión de una amnistía a los que han dado un golpe de Estado", continuó.

En el pleno, el PSOE designó para defender la reforma al diputado del PSC Marc Lamuà que recordó al PP el llamado 'Pacto del Majestic'. Aquel acuerdo de José María Aznar (PP) con Jordi Pujol (CiU) en 1996 permitió al conservador ser presidente del Gobierno e incluyó numerosas cesiones políticas y fiscales para Catalunya. Lamuà también rescató las palabras de Aznar sobre la banda terrorista ETA, cuando, todavía estando activa y asesinando, la llamó "Movimiento Vasco de Liberación". "Si es el PP, todo vale, pero cuando es un progresista nada es bueno", se quejó.