Nueva realidad parlamentaria

Así se prepara el Congreso para el uso del catalán, el euskera y el gallego: hasta 280.000€ de aquí a final de año

El catalán, la amnistía, Pegasus y el 17-A: ¿qué ha pactado el PSOE con ERC y Junts?

Armengol permitirá el catalán, el euskera y el gallego en el Congreso

Los letrados del Congreso enfrían el uso "inmediato" de lenguas cooficiales

Auriculares en el hemiciclo del Congreso de los Diputados, que serán utilizados por primera vez en la sesión plenaria del día 19 de septiembre.

Auriculares en el hemiciclo del Congreso de los Diputados, que serán utilizados por primera vez en la sesión plenaria del día 19 de septiembre. / José Luis Roca

Juan Ruiz Sierra

Juan Ruiz Sierra

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Cuando Francina Armengol anunció el 17 de agosto que el catalán, el euskera y el gallego se podrían emplear en el Congreso desde ese mismo momento, muchos diputados socialistas cruzaron miradas de escepticismo. La recién elegida presidenta de la Cámara baja, anticipó uno de sus compañeros, se acababa de “meter en un lío tremendo”. El uso de las lenguas cooficiales en el hemiciclo llevaba años siendo objeto de disputa. Hasta entonces, la postura del PSOE había sido que sin reforma previa del reglamento aquello era absolutamente imposible. Pero la recién estrenada legislatura está provocando cambios de enfoque en el partido que lidera Pedro Sánchez. No solo en la manera de encarar la posible amnistía del ‘procés’, que el presidente del Gobierno en funciones ya no dice que sea inconstitucional

Como parte del acuerdo al que llegó el PSOE con ERC y Junts para el nombramiento de Armengol como tercera autoridad del Estado, el catalán, el euskera y el gallego podrán utilizarse en el Congreso a partir de este martes, día en el que se celebrará el primer pleno de esta legislatura repleta de incógnitas. El coste máximo de la iniciativa será de 280.000 euros de aquí a final de año, pero fuentes parlamentarias anticipan que la cifra final será mucho menor.

El anuncio de Armengol, en cualquier caso, se ha convertido en realidad. Mañana se tomará en consideración la propuesta de cambio reglamentario que hará posible que en la Cámara baja, sin ninguna cortapisa, los diputados puedan subir a la tribuna de oradores y utilizar una lengua distinta al castellano. La reforma será aprobada el jueves por 179 votos a favor y el rechazo del PP y Vox. Pero incluso en ese debate previo a la modificación normativa las lenguas cooficiales estarán permitidas. Habrá traductores, habrá auriculares. Incluso se escuchará el bable y el aragonés, siempre que los parlamentarios que empleen estos idiomas se autotraduzcan.  

A la carrera

De forma un tanto improvisada, como suele ocurrir ante cualquier estreno, el Congreso lleva días preparándose a la carrera para esta nueva realidad. El pasado martes se conoció un informe de los servicios jurídicos del Congreso. Los letrados alertaban de que la aplicación completa de la reforma, que establece el “derecho general a utilizar sin limitaciones y en todos los ámbitos de la actividad parlamentaria” las lenguas cooficiales, resultaba "a corto plazo muy difícil, si no imposible”. Pero la puesta en práctica no será inmediata. 

La reforma del reglamento de la Cámara baja contará con 179 apoyos y el voto en contra del PP y Vox

Para la presentación de textos escritos, como proposiciones de ley o enmiendas, se establece un periodo de transición de seis meses destinado a adaptar los servicios del Congreso. Mientras tanto, los grupos parlamentarios podrán registrar iniciativas en catalán, euskera o gallego, pero estas deberán venir acompañadas de su correspondiente traducción al castellano. 

En el plano oral, en cambio, no habrá que esperar. Los diputados usarán en el Hemiciclo las lenguas cooficiales a partir de este mismo martes, y el Diario de Sesiones recogerá sus intervenciones tanto en el idioma elegido como en castellano. De momento, la Cámara baja contratará para cada cita a traductores entre los que ya venían trabajando en el Senado, donde desde 2010 se permite emplear el catalán, el euskera y el gallego, pero solo durante el debate de las mociones en el pleno. La reforma del reglamento del Congreso va mucho más allá, al ampliar este derecho a todas las sesiones e iniciativas. Así que quizá, en una posibilidad que la Mesa dejó abierta la semana pasada, se acabe contratando a un cuerpo permanente de traductores. De momento, sin embargo, la fórmula elegida implicará en el Pleno que comienza este martes el trabajo de media docena de traductores, todos autónomos, que cobrarán entre 80 y 100 euros la hora. El desembolso total dependerá de cuántos acaben siendo necesarios.

Y por último, los auriculares para la traducción simultánea. La Cámara baja ya cuenta con 200 dispositivos de este tipo, que se han utilizado ante las visitas de invitados internacionales. Pero ha decidido que necesita contar con 450 más, que supondrán un desembolso de 7.600 euros. No solo estarán disponibles para los 350 diputados: también podrán echar mano de ellos las taquígrafas, los periodistas y el público en general que atienda a las sesiones. El coste del resto del material técnico (pantallas, radiofrecuencias, mantenimiento...) hasta finales de diciembre será de unos 45.900 euros, según fuentes parlamentarias.

El ataque de Aznar

“Quienes promueven esta iniciativa son quienes arrinconan el español en las regiones donde gobiernan. Buscan convertirnos en extranjeros dentro de nuestra propia nación”, considera la portavoz parlamentaria de Vox, Pepa Millán. El PP sigue la misma senda. El expresidente del Gobierno José María Aznar, que estos días ha vuelto a la primera línea política al llamar a una movilización “nacional” contra la hipotética amnistía del ‘procés’, habla de “espectáculo grotesco”. La portavoz de los conservadores en el Congreso, Cuca Gamarra, acusa a Armengol de situarse “al margen de la legalidad” al “imponer” las lenguas cooficiales antes incluso de que se haya aprobado la reforma del reglamento. 

Gamarra se agarra aquí al discurso tradicional del PSOE. La anterior presidenta del Congreso, Meritxell Batet, siempre consideró que el cambio normativo era condición indispensable para el uso del catalán, el euskera y el gallego, e incluso en 2020 llegó a quitar el uso de la palabra a los diputados Albert Botran y Néstor Rego, de la CUP y el BNG, tras advertirles hasta en seis ocasiones de que debían intervenir en castellano. Pero los socialistas interpretan ahora que con el visto bueno a la tramitación de la reforma del reglamento ya hay base jurídica suficiente para que se puedan emplear las lenguas cooficiales. 

Para Patxi López, portavoz del PSOE en el Congreso, hay que aceptar con “naturalidad” esta nueva realidad. "En esta Cámara estamos los representantes de toda la ciudadanía, que se expresa en castellano, pero también en euskera, en gallego, en catalán", replica el exlehendakari a Gamarra. 

La reforma se aprobará definitivamente el jueves y contará con un nutrido apoyo: 179 escaños. A los 178 que respaldaron hace un mes a Armengol y la mayoría progresista de la Mesa (PSOE, Sumar, ERC, Junts, EH Bildu, PNV y BNG) se sumará la única parlamentaria de Coalición Canaria, mostrando de nuevo que la reelección de Sánchez como presidente del Gobierno es posible si se mantiene este bloque. Pero antes, en la última semana de septiembre, llegará el intento de investidura de Alberto Núñez Feijóo, abocado al fracaso, en el que el candidato del PP escuchará como varios diputados le dan portazo en catalán, euskera y gallego. 

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