Sánchez transmite al Rey su confianza en lograr la investidura: "Solo hay una mayoría posible"

Pedro Sánchez transmitió este martes al Rey en privado lo que ya había anunciado en público: considera que tiene muchas posibilidades de ser reelegido como presidente del Gobierno y quiere someterse a un debate de investidura. “Le he trasladado mi disposición a asumir la responsabilidad. La Constitución deja claro que el proceso de investidura no es un trámite de exhibición. Tiene como finalidad obtener el respaldo parlamentario. Desde el PSOE creemos estar en condiciones de aunar ese respaldo, tal y como quedó acreditado la semana pasada en el Congreso”, dijo Sánchez, en referencia a la elección de la Mesa de la Cámara baja, que será de mayoría de izquierdas, y de la presidenta, Francina Armengol, que obtuvo 178 votos a favor, incluidos los de ERC y Junts per Catalunya.

“Solo hay una mayoría parlamentaria posible: una progresista liderada por el PSOE. No hay otra alternativa que reeditar un Gobierno de progreso que consolide los avances de los últimos tiempos”, insistió durante una breve comparecencia en la Moncloa tras su encuentro con Felipe VI.

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El jefe del Ejecutivo en funciones evitó anticipar nada sobre la negociación con los partidos independentistas catalanes, a quienes necesita para la investidura junto a otras formaciones como el PNV y EH Bildu. Entrar en ese terreno, señaló Sánchez, sería “prematuro”, porque el Monarca aún no le ha nombrado candidato. 

Aun así, los nacionalistas vascos anunciaron que este martes habían recibido la primera llamada de un dirigente “con responsabilidades importantes” en el PSOE para comenzar a “hablar”. Las negociaciones con republicanos y convergentes ya han arrancado: tuvieron su primer fruto hace unos días en el pacto del Congreso y el viernes los socialistas permitirán que ambos partidos tengan grupo parlamentario propio, pese a no cumplir por completo con los requisitos. 

Horas más tarde de la comparecencia de Sánchez, tal y como estaba previsto, el jefe del Estado designó como aspirante a Alberto Núñez Feijóo, que ganó las elecciones generales del 23 de julio pero carece de suficientes apoyos en el resto de grupos para ser elegido. En previsión de una decisión de este tipo, Sánchez ya había dicho que contaba con el “respeto” del PSOE, pese a tachar el intento de Feijóo de simple “contorsión” abocada al fracaso. 

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Pero el líder socialista sí dio muestras de estar dispuesto a negociar sobre una de las condiciones de ERC y Junts: la despenalización del ‘pro.cés’. Como avanzó EL PERIÓDICO el viernes, los colaboradores del líder socialista ya están explorando con republicanos y posconvergentes fórmulas destinadas a este objetivo. 

El presidente del Gobierno en funciones no quiso hablar de “amnistía”, una iniciativa cuya constitucionalidad suscita dudas entre los juristas. Pero sí defendió la necesidad de “continuar en la senda de trabajar por la convivencia” emprendida durante la pasada legislatura, que incluye medidas como los indultos a los líderes independentistas condenados por el referéndum del 1-O, la derogación de la sedición y la rebaja de la malversación.  

“Vista la situación en Catalunya y los resultados electorales el 23 de julio y el 28 de mayo, parece bastante evidente que la sociedad catalana apuesta por el reencuentro y la convivencia. Puedo manifestar coherencia con lo que hemos venido haciendo: el diálogo es el método y la Constitución el marco”, argumentó, sin querer entrar en si una amnistía en sentido estricto iría en contra de la Carta Magna, porque no es a él a quien “corresponde decir lo que es o no constitucional”. 

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Las “contorsiones” del PP

“Parece que puede articularse claramente una mayoría parlamentaria en torno al PSOE”, defendió Sánchez. Pero primero será el turno de Feijóo, que se someterá a la investidura en una fecha aún por determinar. A partir de ahí, tras su primera votación fallida (Feijóo solo cuenta con 172 votos a favor: 137 de su partido, 33 de Vox, uno de UPN y otro de Coalición Canaria), se abriría un plazo de dos meses hasta la convocatoria de nuevas elecciones, que tendrían lugar 47 días más tarde. 

Pero el líder socialista se mostró confiado en sus posibilidades, una vez constatado el fracaso de Feijóo. “Sus esfuerzos, sus contorsiones por optar a una investidura son legítimos, pero se demuestran baldíos”, dijo Sánchez sobre el candidato del PP. “Si quiere darse de bruces con la realidad, está en su derecho”, concluyó.