Tras el 23-J

Junqueras entra en escena para dar mayor protagonismo a ERC en la negociación con el PSOE

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El president de ERC, Oriol Junqueras, este miércoles.

El president de ERC, Oriol Junqueras, este miércoles. / Marta Pérez / Efe

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Han transcurrido dos meses desde las elecciones generales del 23-J y ERC empieza a impacientarse con la actitud del PSOE y Sumar sobre la negociación para la investidura de Pedro Sánchez. Tanto es así que el presidente del partido, Oriol Junqueras, comienza a prodigarse en comparecencias públicas ante los medios de comunicación, algo que no siempre ha figurado entre sus preferencias. El martes convocó a los periodistas ante el Congreso y este miércoles lo ha vuelto a hacer en la sede de los republicanos en Barcelona. La intención es seguir presionando al PSOE para que mueva ficha para desencallar la amnistía, pero también dar más presencia a ERC en la negociación, ya que Junts ha concentrado hasta ahora muchos más focos, pese a que están empatados a siete diputados y la suma de los 14 resulta imprescindible para que Sánchez sea reelegido.

El motivo para comparecer el martes ante los leones de la Cámara baja era que por primera vez se iba poder hablar en catalán en el hemiciclo, mientras que la que ha empleado este miércoles es que se cumplían seis años de las detenciones de varios cargos de la Generalitat que colaboraban en la organización del referéndum. Pero el trasfondo de las dos ha sido el mismo: Junqueras ha dedicado su discurso a insistir en que la amnistía ya está acordada y que, ahora, el PSOE y Sumar tienen que decidir cómo y cuándo la materializan. ¿En qué se basa para hacer esta afirmación, desmentida tanto por los socialistas como por los morados? Pues en que el acuerdo del 17 de agosto entre ERC y el PSOE para desencallar la Mesa del Congreso y, por ende, la presidencia de Francina Armengol, ya incluía que el Ejecutivo se comprometía "con el final de la represión relacionada con el 1-O por las vías legales necesarias". Para ERC, con esta fórmula los socialistas ya quedaban comprometidos con la amnistía y lo que quedaba pendiente era su redactado. "Podemos dar por descontado su compromiso", ha zanjado Junqueras, minutos después de que el primer secretario del PSC, Salvador Illa, lo negara en una entrevista en 'RTVE'.

Pero lo cierto es que los días transcurren y la negociación no avanza al ritmo que quieren los republicanos. Fuentes del partido exponen, de hecho, que está siendo "muy complicada", algo en lo que coinciden los socialistas, que alegan que el principal escollo para el pacto es la "pugna" entre ERC y Junts. Uno de los escenarios con los que trabaja ERC es que el PSOE quiera llevar las conversaciones al límite para que Esquerra tenga que escoger entre 'lo malo', un acuerdo no del todo satisfactorio, y 'lo peor', volver a unas elecciones de pronóstico incierto. Este miércoles Junqueras ha insistido que los socialistas deben moverse y ha recordado que no solo con la amnistía, sino también con reactivación de la mesa del diálogo para "poder continuar defendiendo el derecho de autodeterminación" y conseguir mejoras económicas y sociales como el traspaso de Rodalies.

Mayor proyección ante Junts

Otro de los motivos que explican la entrada en escena de Junqueras es para dar mayor proyección pública a ERC en el marco de las negociaciones para la investidura, después de que el 'expresident' Carles Puigdemont acaparara todos los focos con su comparecencia pública en Bruselas en la que fijó los criterios previos de la posconvergencia para negociar con el PSOE. Uno de los problemas de los republicanos es que, desde del día siguiente de las elecciones, Junts concentró mucha más atención cuando los siete votos de Esquerra también són decisivos para hacer presidente al candidato socialista.

Esquerra evita en público el cuerpo a cuerpo con el partido de Puigdemont, pero no deja de intentar hacer notar que lo que está haciendo Junts es lo que vienen defendiendo ellos des de hace cuatro años: la vía de la negociación con el Gobierno para afrontar el conflicto político y conseguir mejoras materiales para Catalunya. Una negociación que, según admiten todas las partes, los dos partidos catalanes están llevando por separado lo que les resta fuerza de cara a sus condiciones, ejemplifica una vez más las heridas que mantienen abiertas y evidencia que la competición electoral en Catalunya y por lograr ser el referente del PSOE en Madrid es prioritaria.