Negociaciones de investidura

El PSOE ve en la “pugna” entre ERC y Junts uno de los principales escollos para la reelección de Sánchez

El Congreso abre con mayoría absoluta la era del plurilingüismo

Junqueras da por hecho que habrá amnistía y celebra frente al Congreso la llegada del catalán

El Gobierno concluye que la "descafeinada" Diada "quita fuerza" a Junts para negociar la investidura

Sánchez

Sánchez / Europa Press

Idoya Noain
Juan Ruiz Sierra
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Cuando sellaron a mediados de agosto con ERC y Junts el pacto para elegir a Francina Armengol presidenta del Congreso y dar el primer paso hacia la investidura de Pedro Sánchez, los negociadores del PSOE dijeron que lo más difícil, con mucho, había sido buscar un “equilibrio” entre las contrapartidas a los republicanos y a los posconvergentes. Los dos partidos catalanes, señalaron en el entorno del líder socialista, “apenas se hablan entre sí y se miran siempre con profundo recelo”. Un mes después de aquel acuerdo, el escollo permanece. El PSOE tiene que medir cada paso para no transmitir que prioriza al partido de Oriol Junqueras sobre el de Carles Puigdemont. Y a la inversa.

El líder socialista transmite desde Nueva York que no contempla en ningún caso una repetición electoral

“La pugna entre ERC y Junts dificulta el pacto. Están viendo quién capitaliza cada avance. En el fondo, la gobernabilidad en España les importa relativamente. Lo que les importa de verdad es quién tiene la hegemonía en Catalunya. [Pere] Aragonès tiene que poner en valor el trabajo de ERC estos cinco años, y el empeño de Junts es demostrar que ERC no ha conseguido nada en todo ese tiempo. Esa es la pugna”, explicó este martes uno de los principales colaboradores de Sánchez. 

Los socialistas acababan de recibir una buena noticia. El Congreso había aprobado por mayoría absoluta la toma en consideración de la reforma que permitirá el uso “sin limitaciones” del catalán, el euskera y el gallego. Se trataba de un paso histórico, algo que no se había producido en estas casi cinco décadas de democracia, y al mismo tiempo suponía un nuevo espaldarazo a las posibilidades de que el presidente en funciones sea reelegido. La llegada de las lenguas cooficiales a la Cámara baja era una de las contrapartidas que lograron republicanos y posconvergentes a cambio de apoyar a Armengol. El bloque sobre el que el PSOE quiere construir la investidura (Sumar, los dos partidos independentistas catalanes, Bildu, el PNV y el BNG) había vuelto a votar unido. 

Y sin embargo, la pugna entre republicanos y posconvergentes volvió a estar presente. Justo antes de que comenzara el debate parlamentario, el presidente de ERC, Oriol Junqueras, dio por hecho que ya existía un acuerdo con el PSOE para la amnistía del ‘procés’, el complejo asunto sobre el que basculan las negociaciones de investidura. “Estamos convencidos de que la amnistía, igual que el uso del catalán, forma parte ya del acuerdo que firmamos”, dijo Junqueras, en alusión al pacto que hizo a Armengol presidenta de la Cámara. 

Los colaboradores de Sánchez desmintieron con rotundidad la tesis del ‘exvicepresident’ de la Generalitat, que atribuyeron, de nuevo, a su batalla con Puigdemont. “ERC y Junts están todo el día mirándose de perfil. Resulta muy incómodo para todos. Para ellos y para nosotros”, dijeron. 

El optimismo

El hipotético carpetazo judicial al ‘procés’ de 2017 sigue siendo objeto de negociación, explicaron en la dirección del PSOE. No se puede dar ni mucho menos como una realidad “ahora mismo”. De hecho, los socialistas esperan “gestos públicos” por parte del independentismo, sobre todo de Junts, en los que dejen claro que abandonan sus “posiciones de máximos”. Los colaboradores de Sánchez evitaron aclarar en qué consistirían esos gestos, pero van en la línea de relegar la unilateralidad y renunciar a la pretensión de que la futura ley de amnistía, que probablemente tendrá un nombre distinto, esté aprobada antes de la investidura del presidente en funciones. 

“Creemos que lo conseguiremos. Los vemos rebajando posiciones. Ellos tienen que girar un transatlántico”, continuaron en la cúpula socialista. Junts, al fin y al cabo, apenas ha pactado nada en los cinco años que Sánchez lleva en la Moncloa. Pero el crucero se va moviendo, señalan en el PSOE. Desde Nueva York, donde participa en la Asamblea General de la ONU, el propio presidente en funciones subrayó que no contempla la repetición de los comicios generales. Todos sus planes, dijo Sánchez en una conversación informal con periodistas, pasan por la reedición de un Gobierno progresista para el que dan los números, tal y como se vio en la votación sobre las lenguas cooficiales en el Congreso.

En el entorno del líder del PSOE cada vez hay más confianza en su reelección. “Nada está hecho, pero nuestra intuición política nos dice que ellos van a aprovechar la oportunidad. No quieren elecciones y ahora tienen una posición que les permite visibilidad”, explicaron. Buscan que la investidura, una vez fracase el intento de Alberto Núñez Feijóo a finales de septiembre, tenga lugar lo antes posible. A poder ser, en octubre, ya con la mirada puesta en los Presupuestos del año que viene. “Hay mucho que negociar”, zanjaron. 

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