Negociaciones sobre la Mesa

El PSOE oficializará este miércoles la candidatura de Armengol a la presidencia del Congreso

Todas las combinaciones posibles para controlar la Mesa del Congreso

La candidatura de Armengol a presidir el Congreso no levanta ampollas en el independentismo

Pedro Sánchez se decanta por Francina Armengol para presidir el Congreso

La presidenta del Govern de Baleares, Francina Armengol.

La presidenta del Govern de Baleares, Francina Armengol. / B. Ramon

Miguel Ángel Rodríguez

Miguel Ángel Rodríguez

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Será este miércoles cuando el PSOE oficialice la candidatura de Francina Armengol para presidir el Congreso de los Diputados. Como adelantó EL PERIÓDICO, Pedro Sánchez se ha decantado por la expresidenta de Baleares para ocupar la presidencia de la Cámara baja, la tercera autoridad del Estado, y este miércoles se lo comunicará a su grupo parlamentario. Pese a que aún no hay un pacto cerrado con todas las formaciones necesarias para lograr que Armengol esté al frente de esta institución, lo cierto es que su nombre no provoca, al menos, reticencias en las formaciones independentistas.

Tras la retirada de Meritxell Batet, el PSOE llevaba varias semanas buscando a un candidato para presidir el Congreso en una legislatura que se agura compleja. El objetivo era buscar un nombre que no provocara recelos en los partidos nacionalistas e independentistas, de los cuales dependerá lograr la mayoría en la Mesa de la Cámara baja y también la misma investidura de Sánchez. Finalmente, Armengol ha sido la escogida para esta labor.

Será el jueves cuando los 350 diputados electos del Congreso deberán elegir a los nueve miembros que compondrán la Mesa del Congreso. Para lograr que Armengol sea la próxima presidenta, los socialistas deben contar con el respaldo de Sumar, ERC, EH Bildu, PNV, BNG y el 'sí' de Junts o conseguir que Coalición Canaria les apoye y los posconvergentes se abstengan. Por el momento, y aunque nadie ha dado por seguro su respaldo, el acuerdo con los de Yolanda Díaz y con los dos partidos vascos parecen estar asegurados. No así con las formaciones catalanas.

Puesta en valor

En un comunicado, los socialistas destacan que Armengol (Inca, Mallorca, 1971) lleva desde la década de los 90 militanto en el Partido Socialista de las Islas Baleares (PSIB) y que ha pasado por todos los niveles de la administración, desde el ayuntamiento de Inca, donde fue concejala, al Parlament de Illes Baleares, y hasta a la presidencia del gobierno autonómico, la cual perdió en las pasadas elecciones del 28-M. Además, subrayan que "es una política cercana a la realidad cotidiana de los ciudadanos, representa la lucha por la igualdad de las mujeres, la justicia social y la apuesta por la convivencia basada en el diálogo".

Y, en línea al objetivo de intentar congraciarse con las formaciones independentistas, que no mantuvieron una estrecha relación con Batet, el PSOE recalca que Armengol "es también ejemplo de un país que convive con naturalidad en la riqueza que suponen las diversas lenguas que se hablan en España". Así, su nombre era visto estos días con simpatía por los nacionalistas catalanes y por Sumar. Este mismo martes, el diputado de Sumar y secretario primero de la Mesa del Congreso en la pasada legislatura, Gerardo Pisarello, ha considerado que Armengol "es una buena candidata" ya que "tiene una sensibilidad plurinacional que no tienen otras ramas del partido".

Con la propuesta de Armengol se van disipando todas las incógnitas que rodeaban la negociación sobre la Mesa del Congreso, aunque aún falta por saber si en esa mayoría progresista que se pretende lograr (cinco de los nueve puestos) habrá una silla para algún partido independentista -todo apunta al PNV- y cuántos puestos quedarían en manos de Sumar.

La aritmética necesaria

Para lograr que salva elegida presidenta, el PSOE debe lograr superar al candidato que proponga el PP. Los conservadores (137 escaños) podrían contar con el respaldo de Vox (33), como ya ocurrió en 2019, y con el de UPN (1). En total, 171 votos. Así, Sánchez, con sus 121 escaños, está obligado a un pacto, como mínimo, con Sumar (31), ERC (7), EH (6), PNV (5) y BNG (1). Con esta aritmética empatarían ambos bloques y todo estaría en manos de Coalición Canaria, que reclamó que la presidencia fuera para el PNV, y de Junts, que no decidirá su voto hasta el mismo jueves.

En este tipo de votaciones -en una urna se introduce cada papeleta y el voto es secreto- resulta muy arriesgado llegar con un estrecho margen de apoyos, ya que cualquier fallo puede echar por tierra la victoria. Así, el 'sí' de Coalición Canaria y la abstención de Junts permitiría que Armengol fuera elegida en una segunda ronda, dondo gana el candidato con más votos, pero resultaría una operación peligrosa, por lo que los socialistas se afanan en estas últimas horas en cerrar un acuerdo con los posconvergentes que les permita llegar a la constitución de las Cortes con mayor tranquilidad.