Los otros 'cara a cara' en la disputa de Catalunya: quién ataca a quién y con qué argumento

Los pactos de no agresión no suelen operar en las campañas electorales, ni tan solo cuando el panorama se presenta altamente polarizado. Los partidos quieren ganar u obtener el máximo resultado a su favor prescindiendo incluso de que la suerte de sus rivales puede, tras las urnas, determinar su destino a la hora de estar dentro o fuera de un gobierno. Diseñan sus mensajes en los mítines y sus objetivos en los debates con las encuestas en la mano y teniendo muy claro dónde están sus fronteras de voto y sus fugas. Eso explica por qué en muchas ocasiones se esmeran más contra unos rivales y menos contra otros. A continuación, el quién ataca a quién y el por qué de los partidos en Catalunya.

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ERC: batalla sin cuartel contra Sumar

El primer tramo de la campaña deja claro que los principales dardos de ERC, además de contra el PSC, que va en cabeza en los sondeos, van dirigidos a Sumar. A ambos les achaca que no defiendan los intereses de Catalunya ni sean lo suficientemente contundentes para parar los pies a la extrema derecha. Gabriel Rufián ha acusado a Yolanda Díaz de "restar y dejar tirados en la cuneta" a los suyos -en referencia a Irene Montero- y de "dar más miedo" que Santiago Abascal. También de no defender el referéndum, además de hurgar en la triangulación de los Comuns con el PP que ha permitido que el PSC se quede con la alcaldía de Barcelona. El CEO apunta que, más allá de los indecisos, la principal fuga de votos republicanos es hacia En Comú Podem -un 12%-, aunque también hacia Junts -11%-. Sin embargo, la modulación del discurso contra sus exsocios es mucho mayor para evitar dar munición a la desmovilización fruto de la división independentista. Se centran más en reivindicar lo logrado en la mesa de diálogo que en cargar contra la estrategia posconvergente.

PSC: toda la artillería para frenar al PP

El PSC tiene entre ceja y ceja lograr sacar el máximo diferencial respecto al PP en Catalunya para compensar la pérdida de fuelle del voto socialista en antiguos feudos como el andaluz. Para Meritxell Batet no solo se trata de ganar -cosa que auguran todas las encuestas-, sino que busca hacerlo por una distancia de 10 diputados para contribuir a que Pedro Sánchez se quede en la Moncloa. Para ello, han decidido entrar en el cuerpo a cuerpo contra Alberto Núñez Feijóo, a quien han llegado a acusadr de ser "'trumpista'", de "mentir sistématicamente", y de rendirse a los pies del programa de la extrema derecha. Los socialistas catalanes son los que tienen una fidelidad de voto más alta -un 80%, según el CEO- y dedican también buena parte de sus mensajes a recordar cómo los independentistas estuvieron más fuertes que nunca con gobiernos populares, además de presumir de haber desactivado el 'procés' con la estrategia de diálogo. Apelan a la concentración del voto útil en su candidatura proyectando que estas elecciones van de PP o de PSOE obviando la existencia de los Comuns y cargando contra el "bloqueo" que agita parte del independentismo.

Junts: el 'sorpasso' a ERC como prioridad

En su intento de volver a quedar por delante de ERC en estas elecciones generales, Junts continúa priorizando el cuerpo a cuerpo contra los republicanos, a los que acusa de ser "sumisos" al PSOE y de haber sostenido el Gobierno de Sánchez sin logros significativos para el independentismo. Ellos, en cambio, prometen poner el "precio será más alto" y no dar su voto "a cambio de nada" porque, según Jordi Turull, solo facilitarán una investidura socialista si se acepta el referéndum. Junts tiene su principal frontera de voto -un 10%- con ERC, así como con la CUP -un 7%-. Pero el CEO también apunta que podría ser el principal afectado por la abstención activa que promulga una parte del movimiento independentista. Que el nombre de Carles Puigdemont esté en boca tanto del la derecha como del PSOE contribuye a reforzar el perfil de confrontación estatal al que buscan sacar punta frente al partido de Oriol Junqueras.

Comuns: contra PP y Vox sin olvidar a ERC

La frase de Ada Colau cargando contra los "'señoros' Abascal y Rufián" resume los dos flancos por el que principalmente atacan desde En Comú Podem. La previsión inicial de los Comuns era una campaña para poner el foco en la derecha tanto española como catalana y cargar contra el PP y su "mimetización" con Vox y contra Junts convencidos de que, para reeditar el gobierno de coalición, necesitan que no se produzca un descalabro de ERC. Pero la beligerancia de los republicanos, la frontera de voto con ellos -un 7%- y la pugna por el segundo puesto les ha obligado a réplica poniendo en duda si los republicanos impedirán un presidente de derechas y a poner el acento en la defensa menguante del referéndum y de reivindicaciones como el traspaso de Rodalies. Temen la concentración del voto útil en el PSC, motivo por el que se erigen en locomotora de las principales medidas sociales del actual Gobierno.

Espai CiU: a degüello con Junts

Que si "mejor puta y ramoneta que 'procés'", que si "basta ya de promesas de falsas promesas" y "política infantiloide". Queda claro que el candidato de Espai CiU, Roger Montañola, que ha heredado las derechos electorales del PDECat, busca morder a Junts, de quien dice que "está en descomposición", para garantizar la representación del votante catalanista moderado de derechas, aquel que sigue envidiando la senda del PNV y la capacidad pactista, también con el PP, para arrancar recursos para Catalunya. No hay intervención pública en la que el dirigente procedente de la extinta Unió olvide buscarle las cosquillas al partido que representa Míriam Nogueras.

CUP: los dardos contra ERC y Comuns

La CUP se arremanga para conservar la representación en el Congreso consciente de que es en el reparto del pastel independentista donde está la clave de ese objetivo. Por ello reivindica regresar al "espíritu del 1-O" frente a la renuncia que atribuye a ERC y Junts y la campaña por la abstención de algunos sectores, tejer una "ofensiva" para defender el catalán ante las políticas de PP y de Vox y carga contra la acción del ministerio de Interior contra el movimiento independentista. Pero también es consciente de que su principal frontera es por el flanco de la izquierda con los Comuns, motivo por el que ponen el foco en que Sumar y En Comú Podem obvien que la "raíz del conflicto" con Catalunya es la autodeterminación.

PP: el cuerpo a cuerpo con Vox

PP y Vox obtuvieron en Catalunya dos diputados cada uno en 2019. Ahora, aprovechando el filón de Alberto Núñez Feijóo, los populares atizan en los mítines a la extrema derecha para dejar atrás a la candidatura que encabeza Ignacio Garriga, con quien tienen hasta un 20% de frontera de voto, según el CEO. Con el fichaje del exdirigente de Ciutadans Nacho Martín Blanco como cabeza de lista también buscan crecer a costa de la bolsa de votantes que le quedaba al partido naranja y exprimir una faceta moderada acusando a la extrema derecha de "falta de responsabilidad", al mismo tiempo que señalan la connivencia de los socialistas con el independentismo, ponen en duda, como hace Feijóo, el voto por correo y vuelven a reivindicar más castellano en las escuelas.

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