Poder supramunicipal

PSC y Comuns pactan la Diputación de Barcelona a la espera de los independientes de Junts

El pactómetro de la Diputación de Barcelona: todas las combinaciones posibles

El PSC propondrá a Lluïsa Moret como presidenta de la Diputación de Barcelona

El líder del PSC, Salvador Illa, con la alcaldesa de Sant Boi, Lluïsa Moret, y la candidata del partido a las generales, Meritxell Batet

El líder del PSC, Salvador Illa, con la alcaldesa de Sant Boi, Lluïsa Moret, y la candidata del partido a las generales, Meritxell Batet / TONI ALBIR / EFE

Sara González

Sara González

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El PSC y los Comuns han alcanzado un pacto para gobernar la Diputación de Barcelona y allanan el terreno para que la alcaldesa de Sant Boi, Lluïsa Moret, presida la institución supramunicipal. La alianza anunciada a las puertas del inicio de la campaña de las generales prevé que la vicepresidencia recaiga sobre la coordinadora nacional de Catalunya en Comú y concejal de Castelldefels, Candela López. Aún así, ambos partidos están a la espera de completar la suma suficiente para asegurarse el control del ente y cortocircuitar así la posibilidad de que sean ERC y Junts, que mantienen también negociaciones para tejer un acuerdo, los que se acaben imponiendo.

Socialistas y Comuns, que suman un total de 22 representantes, están a la espera de qué deciden los dos diputados independientes adscritos a Junts: el alcalde de Igualada y líder de Junts per Igualada, Marc Castells; y el alcalde de Torrelles de Foix y líder de Impulsem Penedès, Sergi Vallès, que se han manifestado partidarios de reeditar la alianza con los socialistas pese a que la formación liderada por Laura Borràs y Jordi Turull se han pronunciado en contra. Fuentes de las negociaciones apuntan que ese apoyo está encarrilado y es inminente tras las deliberaciones de esos independientes este mismo miércoles. Aún así, ten la recámara está el voto de los cuatro diputados del PP, con quien el PSC mantiene también línea abierta por si acabaran siendo necesarios.

Los Comuns han manifestado hasta ahora que no contemplan que se reedite la misma aritmética que operó en el Ayuntamiento de Barcelona para que Jaume Collboni se hiciera con la alcaldía. De hecho, fuentes del partido de Ada Colau aseguran que han dejado claro al PSC que si el PP entrara en la ecuación "caería el acuerdo" y dan por hecho que serán los independientes de Junts los que completen la suma. Insisten que la interlocución está también abierta con ERC. Pero el partido de Salvador Illa no cierra ninguna puerta a nadie, tampoco a los populares, si le resultan imprescindibles para asegurarse el gobierno si se acaba torciendo la entente con Castells y Vallès.

Al mismo tiempo, los republicanos insisten en que su prioridad es un pacto con Junts que, por ahora, no ha llegado. Los independentistas suman 23 representantes, aunque sin esos dos independientes posconvergentes se quedan cortos para hacerse con el gobierno de la institución incluso si logran atraer el voto de la diputada de Tot per Terrassa, que aún no ha tomado partido por un bloque u otro pese a que Jordi Ballart gobierna en la ciudad vallesana con ERC y Junts.

La prioridad de los socialistas tras las elecciones municipales era reeditar la fórmula de gobierno con Junts que ha operado en los últimos cuatro años en la diputación con una satisfacción manifiesta por ambas partes. Pero la jugada del PSC que arrebató la alcaldía a Xavier Trias en Barcelona junto con el clima electoral del 23-J enturbió la negociación con Junts, que acabó descartando esa posibilidad sin unanimidad interna. Eso obligó a la formación de Illa a activar un plan B que, como sucedió con la alcaldía en la capital, incluye el diálogo con todos los actores a excepción de Vox.

El movimiento del PSC de proponer a Moret como presidenta del ente en lugar de la alcaldesa de l'Hospitalet, Núria Marín, también le ha servido a los socialistas para desbrozarse el camino del acuerdo. La dirigente, que también es viceprimera secretaria de Organización y Acción Electoral del partido y que forma parte del círculo de confianza de Illa, mantiene una mejor relación con los Comuns, así como con ERC, aunque para los republicanos esta apuesta tampoco ha sido suficiente motivo para decantarse por una alianza con el PSC. Por lo menos hasta ahora, justo antes de las generales. El argumento de los de Oriol Junqueras para que la entente con los socialistas sí que haya sido posible en el caso de las diputaciones de Tarragona y Lleida es que en éstas la presidencia recaerá sobre dirigentes independentistas.

PSC y Comuns defienden en su pacto un gobierno "fuerte" y con sello "progresista" que aporte "estabilidad" en la Diputación de Barcelona. A nivel programático y en términos genéricos, reafirman su compromiso con la Agenda 2030, la lucha contra el cambio climático y el impulso de la transición energética, la autonomía de los gobiernos locales, el feminismo, la cultura y la educación, la generación de prosperidad y la memoria democrática.