Sánchez e Illa proclaman su "regreso" a Barcelona con Collboni: "Ni Colau ni Trias, ahora toca PSC"

El socialismo "ha regresado" a Barcelona. Este es el mensaje que ha querido lanzar la plana mayor del PSOE y del PSC en un insólito cierre de campaña de municipales que ha convertido la capital de Catalunya en el epicentro de una contienda electoral que se juega también a escala estatal. Si en Barcelona hay alcalde socialista, se teñirá de rojo la Generalitat y el PSOE afianzará la Moncloa. Es la lógica del "tres en raya" que han reclamado el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder del PSC, Salvador Illa, aupando al alcaldable Jaume Collboni. El candidato se ha desgañitado a la hora de pedir a los indecisos que desempaten la batalla a su favor: "¡Ni Colau ni Trias, ahora toca PSC!", mientras el líder del Ejecutivo central ha denunciado una operación del PP para que la izquierda no acuda a votar a cuenta del goteo de casos de presunto fraude.

El pabellón de la Vall d'Hebron ha reventado aforo -y decibelios- para reclamar una movilización "masiva". Las 4.000 personas que, según la organización, han acudido al último mitin antes de ir a votar el domingo lo han hecho para escuchar que lo que buscan los socialistas es alinear a su favor los dos balcones de la plaza de Sant Jaume, además de la Moncloa. La consigna era exhibir músculo porque no hay victoria estatal sin Catalunya, por lo que el PSC se juega ser el pilar para que Sánchez pueda seguir siendo presidente. El kilómetro cero de ese fuelle lo han situado en Barcelona. "Esto no es solo un mitin", ha advertido Collboni tratando de proyectar la antesala de su victoria.

El candidato del PSC carga sobre sus espaldas con el reto de devolver al socialismo una de las grandes alcaldías que tuvo bajo sus dominios durante 32 años y que cayó justo después que José Montilla en Catalunya y antes de que lo hiciera José Luis Rodríguez Zapatero -hoy presente también en el mitin- en España, prueba del efecto dómino que tienen los ciclos electorales. Es la tercera vez que lo intenta y nunca antes ha estado tan cerca. Pero todo está en un puño. "Pido a toda la gente de izquierdas, a los que se han decepcionado con Colau, que su decepción no les lleve a la abstención, su esperanza es el PSC", ha clamado Collboni, que ha vuelto a recordar que Xavier Trias no puede esconder que sus escuderos son Carles Puigdemont y Laura Borràs.

"Nuestro" Pasqual Maragall

Sus padrinos, por contra, ha presumido que son Sánchez y su agenda de subir salarios, pensiones y poner coto a los alquileres y un Illa del que ha dicho que "ejerce más de 'president' de la Generalitat que el propio Pere Aragonès. No ha faltado una reivindicación al unísono de la figura y el legado de Pasqual Maragall. "El nuestro", ha remachado Illa con tono bronco dirigido a ERC. "El PSC nunca ha fallado a Barcelona, a Catalunya ni a España. Pido el voto útil para hacer política útil", ha proclamado el jefe de la oposición.

Para Illa, repetir una nueva victoria ante el partido de Oriol Junqueras -sería la segunda desde las catalanas de 2021- es fundamental, sobre todo ante sus aspiraciones de que sirva para acortar la legislatura catalana y garantizarle a Sánchez una catapulta para las generales. En 2019, los socialistas se quedaron a tan solo 54.000 votos de ERC y, esta vez, sus expectativas son subirse a lo alto del podio como partido más votado no solo ganando en Barcelona, motivo por el que el mitin de cierre ha sido también una pasarela de otros candidatos como los de Girona, Lleida y Tarragona, así como los del gran vivero de votos metropolitano.

La oda al diálogo de Zapatero

Aunque tanto Sánchez como Illa han vuelto a sacar pecho de la "pacificación" lograda en Catalunya y de cómo la "política útil" se ha impuesto a la tensión del 'procés' pero también a la agenda de "recortes" de la derecha, ha sido Zapatero quien más ha reivindicado la vía del diálogo y los indultos a los líderes del 1-O que fueron a prisión para desescalar el conflicto. "Lo que más valoro fue cuando con valentía, con coraje y con convicción Sánchez dijo que iba a aprobar los indultos para pacificar Catalunya", ha asegurado.

Un mérito que también ha atribuido al "saber estar" de Illa, que ha definido como el "político revelación de la década". Y es que en Vall d'Hebron se ha coreado el "presidente, presidente" por Sánchez, el "alcalde, alcalde" por Collboni, pero también el "'president', 'president'" por el actual líder del PSC. La suerte de Barcelona, han venido a decir, estará en buena parte vinculada a la de los tres.