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Mapa | Los barrios de Barcelona en los que se la juega Jaume Collboni en las elecciones municipales

Última hora de las elecciones municipales y autonómicas del 2023: DIRECTO

¿Quién ganará las elecciones? Estas son las predicciones más allá de las encuestas

¿Quién ganará las elecciones en Barcelona 2023? 

El 'DAFO' de Jaume Collboni

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Sara González

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Ganar de forma holgada en la zona norte de la ciudad, ser competitivos en el Eixample y retener los apoyos del último ciclo electoral, es decir, que les vuelvan a votar los que ya confiaron en ellos en las catalanas de 2021 y las dos generales de 2019. El PSC tiene estudiado al milímetro el cóctel necesario para que Jaume Collboni sea el vencedor de unas elecciones municipales que, en el caso de Barcelona, las encuestas apuntan que están en un puño. Aunque más allá de quien queda en cabeza serán los pactos los que determinarán quien empuña la vara de la alcaldía.

Los socialistas dividen en tres los tipos de votantes que esperan que apuesten por ellos el próximo 28 de mayo. El primero, el fiel. Aquel que nunca falla, que está a las duras y a las maduras. Y este se ubica, principalmente, en los distritos de Nou Barris, en Sant Andreu, en Sant Martí y en Horta-Guinardó, que históricamente se han teñido de rojo a pesar de que los Comuns hicieron mella con su irrupción en 2015.

En el caso de Nou Barris, el PSC suele imponerse en sus 13 barrios. Así lo ha hecho en todas las municipales, a excepción de las de hace ocho años, cuando irrumpieron los morados y sacudieron el mapa municipal. Así pues, para los socialistas es clave que Vilapicina i la Torre Llobreta, Porta, Turó de la Peira, Can Peguera, La Guineueta, Canyelles, Les Roquetes, Verdum, La Prosperitat, La Trinitat Nova, Torre Baró, Ciutat Meridiana y Vallbona se movilicen como lo han hecho tradicionalmente. Son sus irredentos.

En el caso de Sant Andreu, es en los barrios de Trinitat Vella, el Bon Pastor y Baró de Viver donde tienen su principal caladero, mientras que en el caso de Sant Martí sus más acérrimos están en la Verneda, Sant Martí de Provençals, Besòs i Maresme. Sin embargo, en sus cábalas incluyen a todos los barrios de los dos distritos. En Horta-Guinardó, precisamente donde creció Collboni pero también Colau, los socialistas son especialmente fuertes en el Carmel, Vall d’Hebron, La Teixonera y Sant Genís dels Agudells. Más allá de los grandes feudos, tienen señalados en el distrito de Sants los barrios de La Marina de Port y Badal, donde detectan que han calado en los últimos años.

Del voto fiel al voto refugio

El segundo tipo de apoyo que identifican es el del voto refugio, aquel que se siente huérfano de un determinado espacio. En el caso del PSC esperan pescar en el naufragio de Ciutadans y menos expectativas tienen ahora respecto meses atrás de hacerlo también en la órbita posconvergente, puesto que Xavier Trias retiene a un sector al que los socialistas aspiraban a seducir. Aún así, aseguran que tienen filón en Sarrià-Sant Gervasi y como ejemplo ponen que en las catalanas de 2021 les Tres Torres se decantó por Salvador Illa. Con los Comuns calculan que tienen una frontera de entre el 12 y el 15% de los votantes, bolsa en la que consideran que pueden pescar entre descontentos con Colau.

Por último, el más imprevisible, es el anhelado voto útil, aquel que, ante la imposibilidad de que su partido alcance su objetivo, le presta su apoyo a otro que considere que tiene capacidad para tener más impacto o frenar la opción considerada más lesiva. Es, de hecho, uno de los recursos que más buscan exprimir Ada Colau y Xavier Trias polarizando el uno con el otro. Collboni intenta meter baza presentándose como la opción "moderada" y "ordenada" frente al desorden que atribuye a los Comuns y la falta de credibilidad que considera que tiene Junts para hablar de estabilidad por mucho que con Trias intente dejar en el ostracismo que en sus filas están también Carles Puigdemont y Laura Borràs.

El Eixample, siempre clave

En el terreno de las perspectivas, creen estar en disposición de jugar un buen papel en el Eixample -donde Junts y ERC suelen tener más filón-, especialmente en l'Esquerra de l’Eixample, Sagrada Família y Fort Pienc. De hecho, en un distrito donde viven unos 270.000 vecinos, cualquiera que pretenda ganar está obligado a no quedar rezagado aquí. Y territorio comanche tienen asumido que es Gràcia o Sants, a excepción de la zona de Badal. Ciutat Vella, donde antaño se imponían siempre los socialistas y ahora distrito de dominio de los Comuns, no entra dentro del terreno de lo recuperable. Aunque es el distrito, junto con Les Corts, donde menos votos están en juego.

Esta radiografía de expectativas explica por qué la campaña del PSC está diseñada para pasar el rastrillo en sus grandes feudos, desde el inicio desde El Carmel, hasta los mítines de gran formato en Nou Barris y La Marina de Port en los dos domingos de contrarreloj electoral, así como un acto no menor en Sarrià. Además de contar con el Gobierno como escudero. Desde un Pedro Sánchez que convertirá Barcelona en el centro estatal de la campaña el último día junto a José Luis Rodríguez Zapatero a hasta diez ministros que aterrizarán en los barrios barceloneses para intentar catapultar a Collboni hasta la alcaldía.

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