Claves

Los alcaldables de Barcelona cierran la campaña electoral más disputada: así le ha ido a cada uno

Elecciones 28M en directo: última hora de la compra de votos, sondeos, encuestas y resultados

¿Quién ganará las elecciones? Estas son las predicciones más allá de las encuestas

Ada Colau, Ernest Maragall, Jaume Collboni, Xavier Trias, Daniel Sirera

Ada Colau, Ernest Maragall, Jaume Collboni, Xavier Trias, Daniel Sirera

Xabi Barrena / Toni Sust / Sara González / Fidel Masreal / Carlota Camps

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Los candidatos a la alcaldía de Barcelona ponen el colofón a la campaña electoral para los comicios del próximo 28 de mayo. Cierran así dos semanas de ajetreo, con multitud de mítines y propuestas, a la caza del voto para hacerse con la vara de mando del ayuntamiento. Así ha sido la campaña de Ernest Maragall (ERC), Ada Colau (BComú), Jaume Collboni (PSC), Xavier Trias (Trias per Barcelona) y Daniel Sirera (PP) y estos son los retos que afrontan en las urnas:

Maragall, modelo de ciudad y ofensiva a los rivales

A diferencia de 2019, en la que las encuestas le sonreían, la campaña de Maragall ha orbitado sobre dos ejes. El primero, programático, haciendo bueno el extenso conocimiento de la ciudad, fruto de haber estado en la sala de máquinas municipal durante años. La novedad ha estado en el segundo pilar: el ataque diario a sus tres contrincantes, cada uno con un objetivo diferente. 

Contra Colau, con el fin de disipar toda duda de que él es alternativa y no su muleta; contra Trias, para capitalizar la bolsa del electorado independentista que el posconvergente ha optado por considerarlo secundario, a la búsqueda del 'anticolauismo', con independencia de su bandera.

Pero el grueso de los ataques se han centrado en Collboni y su partido, el PSC. La antigua fuerza del propio candidato de ERC que hoy se siente años luz de sus postulados. El republicano ve en el PSC el riesgo de que, bajo su mano, Barcelona quede diluida por el manto del socialismo español. También porque considera que este PSC ha abandonado el lado del progresismo y ha abrazado un conservadurismo que se sintetiza en el principal mensaje de Collboni -"barrios limpios y seguros"- que tanto remite a lo que propugnaba Alberto Fernández Diaz, del PP, a principios de este siglo.

Entre las propuestas de Maragall se encuentran empezar, en sus 100 días como alcalde, si se dieran, a enfilar la reordenación y control de los pisos turísticos, mediante una ordenanza municipal; sentar las bases para la construcción de 8.000 viviendas públicas para alquiler e impulsar el tercer túnel ferroviario en Barcelona, por el Morrot.

Colau, comedida para evitar riesgos excesivos

Que Colau haya sido alcaldesa de Barcelona los últimos dos mandatos ha marcado la campaña de la candidata de Barcelona en Comú en su tercer y último intento. La suya ha sido una campaña considerablemente contenida, sin promesas llamativas, sino más bien iniciativas de seguimiento de las que ya se han puesto en práctica en el consistorio desde 2015.

Colau ha actuado de forma moderada: a menudo con un solo acto público por jornada. No ha hecho declaraciones especialmente estridentes, y sus ataques al rival han sido comedidos: nada de 'vamos a echar a la mafia'.

La alcaldesa tiene a favor un hecho rotundo y es que es muy conocida por el electorado, el que la quiere y el que la detesta, por lo que no tiene necesidad de recurrir al estrambote para que se hable de ella. En toda la campaña, y de forma clara en los debates, ha hecho un esfuerzo por evitar el error no forzado. Nade de meter la pata.

Pese a que su número dos en la lista es Jordi Martí, ha hecho casi todos los actos con la número tres, Janet Sanz. En buena parte porque tanto en movilidad como en gestión del turismo y vivienda la teniente de alcalde ha sido la voz que ha solido encargarse de comunicar los pasos dados por el consistorio con Colau al frente.

La alcaldesa y alcaldable cierra la campaña con opciones de ganar las municipales pero con la amenaza clara de que pactos de terceros, léase PSC y Junts, la dejen sin la vara de mando. Si eso pasa, Barcelona en Comú podría entrar en un terreno nuevo y desconocido: el colauismo sin Colau.

Collboni, en disposición de pactar

"Voy a ser alcalde de Barcelona", ha repetido hasta la saciedad un Collboni que, por primera vez en 8 años, se ve ganador con el viento a favor de la demoscopia. Uno de los retos que tenía, y que ha logrado, es haberse colocado en la ‘photo finish’ de unas elecciones que inicialmente se planteaban como una cosa de dos: Colau o Trias. Y lo ha hecho erigiéndose en la “alternativa progresista y de orden” a la líder de los Comuns, pese a haber gobernado en coalición con ella este mandato. 

El candidato del PSC ha prometido devolverle al partido la alcaldía más preciada -que perdió hace 12 años- y que los socialistas han convertido en la piedra angular para acercar a Salvador Illa a la Generalitat y a Pedro Sánchez a la reválida en la Moncloa. Se trata del "tres en raya" (Barcelona-Govern-Moncloa) que ha pedido el presidente del Gobierno en un cierre de campaña que ha convertido la capital catalana en el epicentro estatal con Sánchez y su antecesor José Luis Rodríguez Zapatero aupando a un candidato sobre el que tenían dudas meses atrás pero a quien Illa blindó. Si no logra su objetivo, para el que mantiene abiertas todas las vías de pacto, Collboni ha dicho que se irá a la oposición, pero antes ha pedido la confianza de los "decepcionados" tanto con los Comuns como con Junts.

El PSC, que proclama a los cuatro vientos su "regreso", no busca solo imponerse en la capital, sino ser de nuevo, como en las catalanas del 2021, el partido más votado para que la legislatura del 'president' Pere Aragonès tenga cada vez menos opciones de alargarse hasta 2025. Están convencidos de que no fallarán ni sus grandes mayorías metropolitanas ni el cinturón rojo, pero aspiran también a recuperar las históricas alcaldías de Tarragona, Lleida y, aunque asumen que es más difícil, la de Girona.

Trias, todo a la carta 'antiColau'

Agrupar a todo el 'anticolauismo' mediante un mensaje amable sin perfil ideológico y hacerlo de la mano de un antagonista perfecto a la alcaldesa. Bajo este objetivo ha trabajado Xavier Trias su campaña electoral sin salirse del guion: martilleo constante a Colau y a su socio socialista, Collboni, y promesas genéricas de liderazgo, orden y pacto.

Todo lo demás ha sobrado, para evitar incomodar tanto a los votantes de derecha como de Esquerra que Trias quiere captar. Por eso no ha habido compromisos concretos más allá de lugares comunes como liderazgo, orden o diálogo que tanto pueden atraer a votantes de ERC como del PP.

Trias ha explotado al máximo su imagen campechana y ello le ha valido tropezones sonados, como que cobrando 3.000 euros se puede pasar por dificultades para llegar a final de mes o como defender que "construir el tranvía afecta más al cambio climático que los coches".

Pero si algo ha quedado claro es que él mismo ha sido el mensaje. Ha hecho lo que ha querido, aunque en su candidatura más de uno se ha preguntado si para ser alcalde es suficiente con el lema 'Colau, un desastre'. Trias ha sido fiel a sí mismo y ha eludido el independentismo para no incomodar a parte de sus votantes. Mientras el 'expresident' Carles Puigdemont proclamaba que esta campaña también es en clave soberanista, Trias ha dicho que ni hablar, ha escondido la marca de Junts y ha declarado su amor al 'expresident' Jordi Pujol.

Sirera, 'all in' a la concentración de voto

El PP cierra la campaña con el mismo mensaje que la empezó, erigiéndose como el 'voto útil' ante sus competidores no independentistas. El alcaldable Daniel Sirera aspira a que estas elecciones sean la primera piedra para convertir el partido en "la casa grande del constitucionalismo".

Con Ciutadans bajo mínimos y Valents muy lejos de dar la campanada, el PP busca hacerse con su electorado. En esta línea, su gran movimiento de campaña ha sido el 'fichaje' de 14 exdirigentes de Cs, entre ellos el concejal díscolo -y expulsado- Paco Sierra. Sin embargo, sus anhelos se pueden ver frenados por Vox, a quién las últimas encuestas sitúan más cerca de tener representación en la plaza de Sant Jaume. 

El otro gran objetivo de los populares este domingo es tener la llave del próximo gobierno municipal. Aunque el PP pide en poblaciones donde ganan, como Badalona y en Castelldefels, que les dejen gobernar, Sirera ha prometido "luchar con uñas y dientes" para evitar que Colau sea alcaldesa, a pesar de que gane en votos.

La operación sería intentar un pacto con Collboni o Trias. Pero en campaña, ha prometido que no habrá ningún acuerdo si Trias no renuncia "al programa independentista de Junts" ni con Collboni si es para "poner Barcelona al servicio de Sánchez". También ha puesto líneas rojas programáticas: hacer un estudio de las 'superilles', sacar el tranvía de la Diagonal, bajar impuestos y que se potencie el turismo y los grandes eventos.

Suscríbete para seguir leyendo