El futuro político de la presidenta del Parlament

Junts cierra filas con Laura Borràs y confía en el apoyo de ERC

El código ético del partido prevé la suspensión de militancia cuando se abre juicio por corrupción a un afiliado

Presidenta del Parlament Laura Borrás

Presidenta del Parlament Laura Borrás / Quique Garcia

Fidel Masreal

Fidel Masreal

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Cierre de filas y aparente normalidad. Junts mantiene un apoyo cerrado a a la presidenta del partido y del Parlament, Laura Borràs, pese a estar a las puertas ya de juicio por corrupción. Cierre de filas pese a que existen las ya conocidas familias en el partido que tienen sus matices. Y con la mirada puesta en los socios de ERC, de los que Junts esperan un apoyo solidario.

La noticia judicial llegó coincidiendo con el pleno del Parlament. Borràs no se pronunció y Junts mantuvo la agenda inalterable, pese a que su secretario general, Jordi Turull, se desplazó por la tarde a la Cámara catalana, oficialmente para abordar en reuniones internas la cuestión del cuarto cinturón, que enfrenta a ERC y a JxCat.

Las únicas opiniones, en privado, eran de apoyo cerrado a Borràs. El argumento es el mismo que utiliza la presidenta: se trata de un ataque de la represión del Estado, un ejemplo de "lawfare" -de persecución judicial sin base, con motivaciones políticas- que no tiene base y, por tanto, no se ajusta a los casos por los que el Parlament afirma que se debería dimitir. En efecto, el reglamento de la Cámara incorporó hace unos años una referencia directa, a propuesta de la CUP, a la necesidad de que los diputados renuncien cuando sean procesados por corrupción. El caso de Borràs no tiene que ver con corrupción, sostiene Junts, sino con persecución.

¿Qué dice el código ético?

Con todo, el código ético de Junts afirma que cualquier afiliado afectado por un caso de "ilícito penal o administrativo" con algún fundamento, ha de poner su cargo a disposición de la dirección. Además, Junts se hace eco de la ley de partidos para disponer que "se suspenderá cautelarmente la afiliación de aquellos afiliados sometidos a un proceso penal contra los cuales se haya dictado interlocutoria de apertura de juicio oral por un delito relacionado con la corrupción y se expulsará del partido los que hayan sido condenados por alguno de estos delitos". Con todo, Junts no aplicará este código aduciendo que Borràs no está involucrada en un caso de corrupción, sino de persecución.

Todo ello es compatible con el debate interno en Junts entre los seguidores de Borràs, y de sus planteamientos independentistas maximalistas, y quienes no comparten esta estrategia y prefieren explorar la gestión del Govern. Las cábalas sobre qué sucederá si es inhabilitada hace meses que están abiertas en Junts, con la vista puesta en quién debería encabezar la candidatura electoral en el futuro. Y en cómo gestionará ella su eventual inhabilitación.

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