Cruce de declaraciones sobre el diálogo

ERC y Junts se acusan de deslealtades mutuas en la relación del Govern con Sánchez

Los republicanos piden a los posconvergentes que cesen en sus críticas "desde el sofà" y se impliquen en la negociación

JxC lamenta que Esquerra tome decisiones "unilaterales" para seguir las reuniones con el Gobierno pese al 'catalangate'

Pere Aragonès y Laura Borràs participan en la  tradicional entrega de la Llama del Canigó

Pere Aragonès y Laura Borràs participan en la tradicional entrega de la Llama del Canigó / Quique García

Xabi Barrena
Fidel Masreal
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Nuevo rifirrafe entre los partidos que comparten Govern a cuenta de la relación con el Gobierno del Estado y acusaciones cruzadas de deslealtad. La portavoz de ERC, Marta Vilalta, ha instado este lunes a JxCat a sumarse de nuevo a la mesa de negociación con el Estado y dejar de "debilitarla" con sus "críticas desde el sofá", una actitud que ha considerado que "no es leal, ni responsable, ni ayuda a ganar". La andanada republicana fue simultánea a la que realizó el homólogo posconvergente de Vilalta, Josep Rius, quien aseveró que "en un gobierno de coalición, las posiciones las fijan los dos socios de coalición, y esto no pasó en la reunión de la 'consellera' Laura Vilagrà y el ministro de presidencia, Félix Bolaños. Pedimos que no vuelva a pasar".

Vilalta, que suele contemporizar las declaraciones contra Junts, conminó a los posconvergentes "a que cumplan con lo que se comprometieron en el acuerdo de investidura: estar en el proceso de negociación, respetarlo, ayudar e intentar que funcione", ha afirmado. Más deslealtades.

Por parte de Junts, Rius reclamó que "se refuercen los mecanismos de coordinación para que no vuelva a pasar" lo sucedido la semana pasada a cuenta del cónclave Bolaños-Vilagrà, "y que la posición sea de todo el Govern", ha añadido. Esto se concretará en que las reuniones sean más periódicas, semanalmente a ser posible las reuniones de más alto nivel, y "consensuar previamente los temas que se negocian en Madrid y que afectan al Executiu, hacer cumplir el acuerdo de Govern y crear el espacio de coordinación estratégica" que prevé el pacto de Govern entre ERC y Junts.

Mesa muerta

Rius también ha criticado, de nuevo, el supuesto "veto" de los presidentes Aragonès y Sánchez a los nombres que propuso Junts para la mesa de diálogo y ha insistido en que tal organismo está "muerto" y deben ponerse condiciones para la negociación: amnistía, autodeterminación y mecanismos de seguimiento.

Por lo que respecta a los republicanos, fuentes del partido disponen que hay dos carpetas que no son negociables. Una es la posición del grupo parlamentario de ERC en el Congreso, que no va a ser socializado ni pactado con Junts. No mientras el guarismo sea de 13 diputados a cuatro. Y, segundo, la agenda del 'president' y su autonomía. Es decir, con quién se reúne y con quién no. "Por dignidad institucional ¿Se imagina alguien un presidente de CiU/Junts de los últimos 40 años poniendo en común y pidiendo la autorización para reunirse con alguien?", apunta esta voz.