Consejo de Ministros

El Gobierno aprueba su paquete social en plena batalla interna

El Ejecutivo da luz verde a las ayudas a la hostelería y prohíbe los desahucios y los cortes de suministros

Los socialistas cambian de actitud y muestran su rechazo a la presión constante por parte de Podemos

MADRID 22 12 2020 POLITICA  Rueda de prensa posterior a la reunion del Consejo de Ministros que la ofrecieron   la vicepresidenta primera del Gobierno Carmen Calvo   la ministra portavoz y Hacienda Maria Jesus Montero y el ministro de Transporte  Movilidad y Agenda Urbana  Jose Luis Abalos   Imagen DAVID CASTRO

MADRID 22 12 2020 POLITICA Rueda de prensa posterior a la reunion del Consejo de Ministros que la ofrecieron la vicepresidenta primera del Gobierno Carmen Calvo la ministra portavoz y Hacienda Maria Jesus Montero y el ministro de Transporte Movilidad y Agenda Urbana Jose Luis Abalos Imagen DAVID CASTRO / DAVID CASTRO

Juan Ruiz Sierra

Juan Ruiz Sierra

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Pablo Iglesias dijo el sábado que el "conflicto político" era "el motor histórico de los avances democráticos y sociales". La frase resulta grandilocuente, pero tiene en el Consejo de Ministros de este martes una prueba de su presunta certeza. En plena batalla interna por el alcance de las medidas sociales y el rédito que se extrae de ellas, el Gobierno aprobó un ambicioso paquete de medidas. La prohibición de desahucios y cortes de luz, agua y gas hasta el 9 de mayo, cuando expira el actual estado de alarma. Las ayudas a la hostelería, uno de los sectores más castigados por la pandemia. Y la reforma de la Administración para agilizar la ejecución de los fondos europeos. 

No ha habido en los últimos meses un Consejo de Ministros tan enjundioso. Pero algo ha cambiado en el Ejecutivo de coalición. Tras minimizar la constante presión de Podemos, aireada casi siempre públicamente, el sector socialista del Gobierno, mayoritario, ha dicho 'basta ya'. Se acabaron los tiempos en los que miraba hacia otro lado. Ahora los colaboradores de Pedro Sánchez entran en la pugna, y no piensan continuar dejando que los morados ganen buena parte de las batallas, como ha ocurrido con la moratoria de los cortes de suministros y la limitación de los precios del alquiler. El PSOE, de entrada, ya cierra la puerta a dos asuntos muy sensibles: la actualización del salario mínimo y la rebaja de las mayorías para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

No hay "solistas"

Los ministros socialistas solían ser cautos con Podemos, y aún más cuando comparecían desde la Moncloa, pero este martes dos de sus piezas más importantes lanzaron al socio serias advertencias. La portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, pidió a los morados que abandonasen las "cosas de la política" y se centraran en lo importante, la "política de las cosas". La vicepresidenta primera, Carmen Calvo, subrayó que el trabajo del Ejecutivo era siempre "coral", sin "solistas", y que por lo tanto no tenía sentido atribuirse en exclusiva la paternidad de alguna medida.  

Iglesias contraprograma la comparecencia tras el Consejo de Ministros con un vídeo sobre el decreto antidesahucios

Pero Podemos, y en especial Iglesias, no piensa cambiar de actitud. El sábado, el vicepresidente segundo sacó pecho de sus diferencias con Sánchez y llamó a sindicatos y movimientos sociales a "presionar" al Gobierno, algo que ha causado un profundo malestar en las filas socialistas. Y este martes, mientras el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, explicaba en rueda de prensa el decreto antidesahucios, producto de la negociación entre el PSOE y Podemos, Iglesias publicó un vídeo en el que detallaba, desde su despacho, el mismo decreto antidesahucios. Aquello tuvo mucho de contraprogramación. Pocas veces la batalla por el relato se plasma de forma tan clara y simultánea. 

Cansada de este juego, que se ha agudizado en los últimos tiempos, a raíz de la aprobación de los Presupuestos y la caída de los morados en las encuestas, la parte socialista del Ejecutivo reaccionó. "El Gobierno está dedicado a la política de las cosas, no a las cosas de la política", dijo Montero. Y eso, continuó, no tiene "nada que ver con elementos como si uno sale antes o después de otro o si hay discusiones". La frase, deslizando la idea de que Podemos le preocupa más apuntarse las iniciativas que el impacto real que estas tienen, muestra que el PSOE no va a quedarse quieto. 

"El trabajo de un gobierno es coral. En muy pocas ocasiones hay solistas", añadió Calvo, encargada de explicar la reforma de la Administración para los fondos europeos, que acelera la tramitación de estos procedimientos (reduciéndolos en muchos casos a la mitad) y abre a todo el Consejo de Ministros el control político sobre la gestión de estas ayudas, dando así entrada a Iglesias, en contra de lo planteado en un primer momento.  

Las pugnas en el horizonte

De momento, los socialistas ya han dicho 'no' a dos importantes reivindicaciones de los morados. Por un lado, la actualización del salario mínimo. Tras recordar que este ha subido más de un 30% desde que Sánchez es presidente, Montero señaló que lo prioritario ahora es "que las empresas puedan sortear estos seis meses de la mejor manera, sin destruir nuestro tejido productivo". Es decir, no habrá actualización. 

Calvo cierra la puerta a rebajar ahora la mayoría para renovar el CGPJ, una medida reclamada por los morados

Por otro, la reforma del CGPJ. El PSOE y Podemos solo han registrado finalmente una parte, destinada a limitar las capacidades del organismo cuando está en funciones, como ahora, debido al rechazo del PP a pactar. Pero los morados quieren impulsar también la otra pata de la modificación, mucho más controvertida, que implica rebajar las mayorías parlamentarias que se necesitan para renovar el Consejo y que los conservadores dejen de ser indispensables. Podemos, de hecho, se plantea intentar esta reforma, criticada por la UE, a través de enmiendas parciales a la modificación que ya se encuentra en el Congreso, algo que Calvo rechazó de plano, luciendo por el camino el tamaño del grupo parlamentario socialista (120), frente al de Podemos (35). "No vamos a tramitar nada que afecte a las mayorías. No está en el ánimo del grupo mayoritario", zanjó la vicepresidenta.

En el horizonte aguardan la derogación de la reforma laboral y la revisión de las pensiones, quizá el asunto más conflictivo, con los morados en contra de la propuesta del ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, de incrementar hasta los 35 el número de años para calcular la prestación de los jubilados, disminuyendo así su cuantía. Hay batalla para largo.