Tendencias gastronómicas

Apetece otoño: los mejores restaurantes con platos de cuchara en Barcelona

Los mejores restaurantes para aprovechar el veroño en Barcelona

Cinnamon roll: dónde encontrar el mejor antidepresivo de Barcelona

Restaurante La Sosenga de Barcelona

Restaurante La Sosenga de Barcelona / Manu Mitru

Òscar Broc

Òscar Broc

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

No sé si el otoño habrá llegado ya al Corte Inglés, donde ha llegado seguro es a los siguientes restaurantes de Barcelona. Es el momento para que los productos de temporada se luzcan en unas cartas que ya se ajustan a la vibración otoñal. Hay que empezar a desempolvar la cuchara, porque llegan los guisos, las lentejas, el cap i pota, y lo que necesite ese cuerpo que ya pide cazadora tejana. Es otoño, sí: ¡presenten cucharas!

 

Rock’n’bol

Caldo de cultivo

Tengo las cosas claras antes de que llegue la carta. En esta capilla del ramen brilla con burbuja propia el tonkotsu, con unos rectángulos de panceta sabrosísimos, fideos de calidad, setas, cebolleta y un caldo de hueso de cerdo y pollo colosal, la clave de todo el asunto. Ojalá poder nadar los 100 metros mariposa en una piscina llena de este líquido divino. Y el cliente también juega, porque puedes elegir la textura de los fideos. Puedes pedir un extra de fideos o caldo. Puedes añadir a tu tazón los ingredientes que te dé la gana. De hecho, considero obligatorio echar un huevo al jacuzzi. Así se le da la bienvenida al otoño, al estilo Fukuoka.  

Kanada-Ya. València, 240.

Los fideos japoneses son una de las delicias del restaurante Kanada-Ya

Los fideos japoneses son una de las delicias del restaurante Kanada-Ya / Ferran Nadeu


Cocido de sábado

Ego gallego

Descubrí el Agarimo porque está justo al lado de mi cafetería favorita, Brew Coffee. La primera vez que vi una bandeja de cocido gallego salir del local para posarse en las mesas de la terraza entendí por qué esta casa de comidas gallega tiene un público tan fiel. El ritual es casi sagrado y se celebra los sábados. Ahí va un caldo con grelos que te ajusta el alma. Y una bandeja imperial con garbanzos y los ofrecimientos del cerdo debidamente cocinados, piezas rebosantes de colágeno que ahuyentan a los malos espíritus. Y nada de: “Uy, hoy no tengo hambre”, porque Agarimo no maneja precisamente raciones de canario; las cantidades de material son tan elevadas que hacen que los 25 euros del pack Cocido Gallego suenen a chiste.

Agarimo. Roger de Flor, 102.


Empanadilla nipona

Ramen otoñal

He aquí el shoronpo, una empanadilla japonesa en forma de hatillo que deberás perforar en la cuchara con el objetivo de sorber el caldo que palpita en su interior. Cuando la pieza entre en tu boca, liberada de parte de la carga, se deshará y revelará un relleno de carne de cerdo espectacular. Hay shoronpos clásicos, trufados, con foie... Estás en manos de Keita Tanaka. El chef japonés vuelve a comandar la escudería Shoronpo en una segunda etapa ilusionante. Sus manos modelan dumplings con precisión robótica y agitan los caldos señoriales de sus tazones de ramen, entre los mejores de Barcelona. Llega un bol humeante, el aroma del caldo (curradísimo y profundo) te entumece los sentidos, hay carne de cerdo salteada flotando, la cuchara y los palillos tiemblan: ¡chof!

Shoronpo. Doctor Rizal, 20.

Keita Tanaka en el restaurante Shoronpo

Keita Tanaka en el restaurante Shoronpo / Ferran Nadeu


Rebequita y menú

Cuchara de oro

La ensaladilla rusa de otoño deja claro que el final del verano llegó y tú partirás. Lleva boniato, patata, mahonesa de naranja, cebolla escabechada y su jugo, setas confitadas, agrella roja y cortezas de cerdo. Vaya delirio. La Sosenga es un milagro en el averno del Gòtic. Ocupa el espacio del difunto Mercè Vins, se despliega como una acogedora casa de comidas, y se recrea en el mejor producto de temporada para alimentar a los fieles con una cocina de raíces catalanas que atrapa: salsas trabajadísimas, sabores marcados, chup-chup y creatividad a partes iguales… Esta gente lo borda. Y ofrece un menú del día que ya tiene más fans que Taylor Swift. Por 19,50 euros uno se zampa entrante, aperitivo, principal y postre sin chistar. Un menú que cambia semanalmente y ya abraza el otoño en distintas preparaciones, como las cremas, los guisos o incluso los postres -recuerdo encontrarme con un coulant de calabaza hace poco-. Si prefieres atacar la carta, dirige la cuchara hacia el cap i pota con gamba roja. Y no dejes de probar la cebolla rellena de setas, butifarra del Perol, huevo a baja temperatura y napado con espuma de patata. Puedes ir con babero. 

La Sosenga. De n’Amargós, 1.

Marc Pérez y Tanias Dobla en el restaurante La Sosenga

Marc Pérez y Tanias Dobla en el restaurante La Sosenga / Manu Mitru


Japón mediterráneo

Cuchara y palillos

El otoño ha llegado a la carta de Taberna Kamikaze, uno de los restaurantes jóvenes más retadores del Eixample. Lo digo, por ejemplo, por el marmitako con parpatana de atún: espartano en su presentación, explosivo en cuanto al chute de sabores y texturas; un atún que se deshace e invita a relamer espina, un caldito que sale del Olimpo y vibra en tu cuchara. Hay más guiños otoñales: la sepia con cabello de ángel; la falsa trufa; el chawanmushi con base de gelé de boniato y dashi, y ‘espardenyes’; el salmonete con salsa de castaña braseada y espinas tostadas o el cordero con velo de amontillado. Olvídate del tenedor, esto va de palillos y cuchara.

Taberna Kamikaze. Rosselló, 197. 

Terraza de la Taberna Kamikaze, en el Eixample

Terraza de la Taberna Kamikaze, en el Eixample / Laura Guerrero


Días de cuchara

Sano y barato

La sopa es el producto insignia de este restaurante de Poble Nou que cuida a los trabajadores de la zona con una cocina vegetariana sin pamplinas. Juega con material de temporada y siempre busca el confort en el plato. Su menú del día a 12,50 euros es un regalo para los que quieren comer sano sin arruinarse. Un menú en el que puedes encontrar distintas variedades de sopas(zanahoria, verduras, calabaza), un estofado de lentejas con verduras de temporada, arroz integral y encurtidos, o un curry de calabaza con miso. Cada semana, cambian los factores, pero no el producto.

Sopa. Roc Boronat, 114.


Chup-chup de verdad

Precios populares

Menú del día a precio sensato: 13 euros. Manteles de papel, ruido de vajilla en movimiento, y cocina de la yaya, lo que le pide el cuerpo a los currantes de la zona. Transatlàntic es un refugio para estómagos otoñales. Las cucharas se hunden en suculentos y humeantes guisos. ¡Vaya lentejas, vaya garbanzos! Los cuchillos horadan el filete de potro o el pollo al ajillo. Las tonterías se dejan en la puerta. Bo de Bernat persigue el mismo objetivo: dar de comer a la gente de bien sin diezmar sus ahorros. Bernat Dalisay, ex Gelida, comanda este santuario del chup-chup a la catalana, desayunos tochos incluidos. Necesitarás dos cucharas para enfrentarte a su interminable pizarra: cap i pota (increíble), caracoles, tripa con chorizo, garbanzos, habas la catalana… Por 15 euros sales de allí como un cohete.

Transatlàntic. Plaza Víctor Balaguer, 3.  

Bo de Bernat. Comte d’Urgell, 27.

Potaje de garbanzos del restaurante Transatlàntic.

Potaje de garbanzos del restaurante Transatlàntic. / Alberto García Moyano


Menú con clase

Lentejas sublimes

Conocido por los restaurantes Estimar y Amar, buenísimos pero carísimos también, Rafa Zafra ha decidido jugar en las ligas de la cotidianidad, y ha apostado por el menú del día en el recomendabilísimo Per Feina. Por 19,50 euros, puedes darle a unas lentejas guisadas con foie y gamba roja que quitan el sentido. O a un arroz a la cazuela con setas y costilla de cerdo. O a un flan que te fundirá la cucharilla. Calidad elevada y precios ajustados, para los cachorros hambrientos del 22@. Funciona.

Per Feina. Ciutat de la Granada, 130.  

Suscríbete para seguir leyendo