Reservas de corazón

Mariscada a paladas y otros planes en Barcelona para San Valentín

Esta semana el amor no está en el aire, sino en los restaurantes. Hay planes con mantel para todo tipo de parejas: románticas, ‘influencers’, clandestinas e incluso mileuristas con ansia de mariscada

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street fish.jpg / Jordi Otix

Òscar Broc

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Ah, el amor. Es la hora de ponerlo a prueba. Es la hora de que las parejas aparquen a hijos y conocidos, se den un merecido homenaje y celebren su unión inquebrantable. Una cena para dos, unas copas vigorizantes, un poco de música ambiente… El resto dependerá de vosotros, aunque en los siguientes locales harán todo lo posible para que todas las tipologías de pareja puedan tener su noche soñada. Influencers, románticos, marchosos, mileuristas, el amor siempre tendrá sitio en una ciudad que se volcará para que San Valentín sea algo más que una fecha señalada. Besos y arrumacos más permitidos que nunca.   

1. Parejas mileuristas

Paladas de amor

Bandeja de mariscos de Street Fish.

Bandeja de mariscos de Street Fish. / Jordi Otix

¿Es posible comer marisco en Barcelona sin tener que empeñar el quinqué de oro de la yaya? En estos tiempos de inflación, precariedad y sueldos del siglo pasado, celebrar San Valentín puede suponer una ruina, pero todavía se pueden elegir espacios que conjugan dos elementos a priori antagónicos: mariscadas y precios razonables. En Street Fish han escuchado tus plegarias. Esta freiduría urbana ofrece una de las mariscadas con mejor relación calidad-precio de BCN. Te pone los bichos con una pala en la bandeja y el precio de la ración para dos personas es imbatible: 28 euros de nada por una cantidad de comida nada despreciable. Si tienes algo más de dinero, también puedes probar en otra marisquería para bolsillos titubeantes. Se llama Lluritu, tiene dos locales en Gràcia, y aunque los precios son más elevados que en Street Fish, la cuenta no te dejará cara de pasmo. / Street Fish: Nicaragua, 140. @streetfishbcn / Lluritu: Virtut, 11. Torrent del les Flors, 71. www.lluritu.com


2. Románticos empedernidos

Elegancia francesa

Un clásico del Café de París: los garbanzos Luis.

Un clásico del Café de París: los garbanzos Luis. / Instagram

Ya lo dijo Humphrey Bogart: siempre nos quedará París. O al menos el Café de París. Un clásico del upper Diagonal que ha resurgido de sus cenizas gracias a la mano del chef Jordi Cunill. Mantiene el espíritu clásico de antaño, es elegante, acogedor y exquisito; un retiro perfecto para celebrar lo que sea con tu pareja, que apreciará el despliegue de buen gusto en cada rincón del comedor, incluso en las elegantes camisas del servicio de sala. Y la comida se ajusta perfectamente al romanticismo afrancesado del local. Han tenido el acierto de mantener platos clásicos de la casa, como los garbanzos Luis o el entrecot Cafe de París, y han optado por seducir a las parejitas con otras propuestas como la milanesa de la casa o los linguini trufados. Por cierto, el Turó Park está al lado, por si os apetece un paseíto romántico antes de cenar.  / Mestre Nicolau, 16. cafedeparisbarcelona.com


3. Parejas ‘influencers’

Territorio selfi

El instagrameable tiovivo de Gala.

El instagrameable tiovivo de Gala. / Instagram

Las mejores posturitas. Los morritos más sugerentes. En Gala no se hacen prisioneros. Los flases de los iPhones te ciegan. Hay una guerra de reels en Instagram y matraca de vídeos de TikTok. ¿La sala favorita? Sin lugar a dudas el tiovivo, el 'hot spot' más codiciado por las parejas para inmortalizarse en el universo redes. Lo cierto es que todo el local, con guiños constantes el mundo de Dalí, es un caramelo jugosísimo para los cazadores de momentos. Además, un detalle importante: tiene buena cocina. Hay un surtido de sushi interminable y, si no te va el pescado crudo, también puedes probar sus excelentes pastas, carnes, tapas y platillos. Interesante también la carta de vinos, el combustible necesario para perder la vergüenza y mostrarte en todo tu esplendor cuando alguien levante el smartphone. Muy recomendable llevar varios cargadores encima; en Gala, la noche puede ser muuuy larga. / Provença, 286. galarestaurante.com


4. Corazones latinos

Nuevas sensaciones

Dos margaritas de chile de La Brillantina.

Dos margaritas de chile de La Brillantina. / Instagram

Entrarás en calor con su deliciosa Margarita de chile y flor de hibiscus. Te dejarás acariciar por la música latina que brota de los altavoces –de Alci Acosta a Juan Gabriel–. Entrarás en un dulce trance cuando los aromas de la comida salten de la cocina a la vista a tu sitio. Estás en La Brillantina, un restaurante con alma latina que borda recetas distintas, aplicando siempre un ingrediente común: el amor. Se entiende que las empanadas fritas estén tan ricas. O que el ceviche de corvina con leche de tigre de coco te incendie el alma. O que el sanguchito de rosbif te dure tres segundos en la mano. O que te rindas a esa costilla con mole negro tan melosa y sensual. En La Brillantina abundan las parejas y lo entiendo; todos los ingredientes de este sueño latinoamericano solo apuntan a un objetivo: tu corazón.  / Bretón de los Herreros, 18. www.labrillantina.com


5. Parejas asociales

Italia para dos

L’Italiano Perso: cita íntima entre pasta.

L’Italiano Perso: cita íntima entre pasta. / Instagram

Hay parejas que no necesitan compañía. Parejas que disfrutan de la soledad y evitan el jolgorio como las hienas el fuego. A esas parejas que buscan intimidad y pocas interferencias, les espera el pequeño y tranquilísimo restaurante L’Italiano Perso. Lo conoce poca gente, está en las antípodas del centro de Barcelona, no despliega más de 4 o 5 mesitas y tiene el tamaño de un Fiat Mini. Es el reducto perfecto para enamorados asociales. Y lo mejor de todo es que la comida que sale de su cocinita es ambrosía transalpina. Entrantes y pastas pueblan una carta sucinta, pero llena de triunfos: lasaña colosal, una carbonara impecable, bigoli a la amatriciana de premio, troffie al pesto con pistachos para sacar el pañuelo y llorar a moco tendido… Se convertirá en vuestro restaurante fetiche sí o sí.  / Homer, 18. Instagram: @italianoperso


6. Parejas calientes

Ostras con Nacho

Las ostras estilo Luisiana de Nola.

Las ostras estilo Luisiana de Nola. / Instagram

En la coctelería Nola rinden pleitesía a una de las capitales del cóctel: Nueva Orleans. La carta de bebidas está inspirada en la tradición coctelera de la ciudad de Luisiana. Y también la carta de sólidos, con un steak tartar estilo cajún que enamora a la clientela. En Nola te sientes como un actor secundario de un capítulo de 'Treme'. Es una opción maravillosa para parejas comodonas que quieren empezar y terminar la noche en el mismo local. Y lo mejor de este espacio penumbroso es que cuenta con recursos muy válidos para mantener viva la llama del deseo. Mi recomendación es que pidas unas ostras y, en el apartado de cócteles, te decantes por el Nacho Vidal, un copazo con nombre de actor porno que te pondrá como el motor de un Lamborghini fuera de control. Ojo con la copa, porque lleva mezcal, Luxardo y tabasco, entre otros ingredientes, y aseguran que es tan o más afrodisiaco que las ostras de la casa. Te entrarán unas ganas locas de ir a la cama, y no precisamente a planchar la oreja. / Santa Teresa, 1B. nolabarcelona.com


7. Noche fuera de casa

Hotel del amor

Los colosales macarrones del cardenal de Contraban.

Los colosales macarrones del cardenal de Contraban. / Instagram

Hay parejas que necesitan algo más que una cena y apuestan por el siempre efectivo plan de ponerse finas en un hotel y pasar la noche en alguna de sus camas. Una de mis opciones más claras sería el Wittmore, un hotel exquisito con solo 22 habitaciones que se esconde en las profundidades del Gòtic. El Wittmore cuenta con el Contraban, uno de los mejores restaurantes de hotel que he probado, un espacio elegante y cálido que invita a quedarse. El chef Alain Guiard ha estructurado una carta reconfortante que satisfará a los paladares más rigurosos. La pizza brioche Michelangelo, los embutidos artesanos, los puerros asados con vinagreta de ceniza, los colosales macarrones del cardenal con secreto y bechamel de parmesano, y los deliciosos vinos locales deberían bastar para que la fiesta del amor se prolongue hasta la madrugada en el mismo hotel. Adults only.  / Riudarenes, 7. wittmorehotel.com


8. Parejas viajeras

Noche en Suiza

El chalet suizo del hotel Palace. 

El chalet suizo del hotel Palace.  /

¿Quieres ir con tu amorcito a una cabaña perdida en los Alpes? No hace falta que busques billete de avión o que vayas a Decathlon a comprarte unas botas. Solo tienes que desplazarte a la azotea del hotel Palace e introducirte en el chalet suizo que tendrán montado hasta el 12 de marzo (de jueves a domingo). Se trata de una cabaña de madera de estilo alpino que parece arrancada de una postal y te hará cantar yodel a la segunda copa de vino. He aquí una propuesta perfecta para parejas viajeras que quieren sentirse fuera de la ciudad sin salir de ella. Y que aman el queso, sin duda el alimento estrella de un menú especial en el que destaca la sopa de cebolla gratinada, las fondues y el raclette. Remata con una tabla de embutidos suizos y los insinuantes postres del chef pastelero Miguel Costa. Si te apetece desempolvar el sombrero tirolés que compraste hace diez años en los Alpes, has elegido el sitio adecuado. / Gran Via de les Corts Catalanes, 668. hotelpalacebarcelona.com


9. Amor secreto

Fruta prohibida

Monk: coctelería escondida tras un súper.

Monk: coctelería escondida tras un súper. / Ferran Nadeu

Los bares secretos son ideales para las parejas que gustan de morder la manzana prohibida. Barcelona ha experimentado un 'boom'. En la coctelería Bobby’s Free (Pau Claris, 85) entras al bar a través de una falsa barbería. En Monk (Abaixadors, 10), tendrás que cruzar un colmado de barrio. Y en Paradiso (Rera Palau, 4) deberás sortear un bar de bocadillos de pastrami. Lo que sea con tal de añadir un plus de emoción a tu vida amorosa. Y sobre todo, no se lo digas a nadie, aunque todo el mundo ya lo sepa.

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