Moda transalpina

Todo por la pasta: restaurantes italianos sin pizza

¿Que quieres una ‘cuatro estaciones’, dices? Eso aquí suena a herejía. Viaja a la Italia más auténtica sin salir de Barcelona. Es lo que se lleva ahora: sorber espaguetis con los ojos en blanco. Ni te acordarás de la pizza

LOMBO.jpg

LOMBO.jpg / Instagram

Òscar Broc

Òscar Broc

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Vamos juntos hasta Italia, pero no pasaremos de la mafia ni nos compraremos un jersey a rayas, como los Hombres G. Y no habrá pizza. Fuera pizza. Hoy no toca, que diría Giorgio Pujol. Esta vez buscamos la Italia más auténtica en platos de pasta (y otras recetas) que harían temblar los cimientos de Cinecittà. Porque en Barcelona uno puede comer italiano de verdad sin recurrir a una 'cuatro estaciones' servida en una mesa con mantel a cuadros. En estos 10 restaurantes sorberás espaguetis con los ojos en blanco y viajarás de verdad hasta el país que vio nacer a Umberto Eco y Eros Ramazzotti. Y por si fuera poco, servidor te descubre dos restaurantes novísimos que han venido a subir el listón un poco más. Y eso que ya estaba por las nubes, mamma mia.  

1. Placer massimo

Pasta gansa

Recién inaugurado y ya es un 'hit'. Se trata del nuevo proyecto del chef y empresario Eugeni de Diego, que ha rehabilitado un local pegado a la plaza de Cardona, a un tiro de piedra del magnífico Monocrom, y lo ha llenado de vida a base de platos sublimes de pasta y otras fantasías italianas. Lombo es un monumento al placer. Cocina, producto y servicio operan al más alto nivel para que los entrantes, las pastas y las carnes desaten una sinfonía de gemidos entre los comensales. El espectáculo se extiende por toda la carta, y servidor se deja llevar por la pirotecnia de textura y sabor de los papardelle con ragú de osobuco –tremendos–, los espaguetis al bronzo con almejas o los increíbles ñoquis con mantequilla y salvia, a los que Eugeni añade una generosa cantidad de caviar. «Me gustan los toppings y formarán parte de la experiencia», asegura el chef. En los entrantes, carpaccio de ventresca de atún y, oh, Dios mío, pizza frita con mortadela y pistachos: tendrás que atarte a la silla para no levitar. / Moliné, 1. barlombo.com


2. Pequeño gran italiano

Lasaña ganadora

La mejor lasaña de Barcelona: la de L’Italiano Perso.

La mejor lasaña de Barcelona: la de L’Italiano Perso. / Instagram

Cuando me dijeron que detrás de este pequeño restaurante italiano estaba la escudería de Mantequerías Pirenaicas, acudí al esprint a la cita. Aunque las expectativas ya eran altas, L’Italiano Perso las superó con creces, es decir, con algunos de los mejores platos de pasta que he deglutido en mucho tiempo. De esta trinchera, decorada con fotos de celebridades comiendo espaguetis, uno sale con la inquietud de no haberlo podido probar todo. Básicamente porque bordan hasta los remaches de una carta breve pero endiabladamente intensa. Los bigoli a la amatriciana, al dente dente, se digieren con épica desatada. La carbonara es de Oscar a la mejor película. Pero si me tuviera que llevar un plato a la tumba, elegiría su lasaña: cremosa, suculenta, elegantísima, la mejor que he comido en Barcelona. / Homer, 18. Instagram: @litalianoperso


3. Solo ante el peligro

Pasta e birra

Espaguetis con almejas de Il Birrino.

Espaguetis con almejas de Il Birrino. / Instagram

Un ejército de un solo hombre. Se llama Emanuele de Angelis y él solo se las apaña para conducir los fogones e hipnotizarte con una carta de pastas colosales. Il Birrino es un espacio casual, un híbrido de cervecería artesana y restaurante italiano que se pega al corazón de sus clientes como una balada de Umberto Tozzi. A pesar de sus limitaciones, la diminuta cocina manufactura platos de pasta dignos de los mejores 'hot spots' italianos de la ciudad. Espaguetis con almejas y botarga. Ñoquis con ragú. Espaguetis al vodka rematados en un cuenco de queso gigante. Un pesto delirante. La carta se mueve y esconde potentísimas sugerencias del día. Y no te olvides de probar los platos fuera pasta, especialmente esos guisos italianos que Emanuele domina como si fuera la nonna. El mejor italiano de Fort Pienc sin despeinarse. / Alí Bei, 123. Instagram: @ilbirrino


4. Gòtic a la carbonara

Emporio di pasta

 Preparando los spaghettone al nero di seppia en la cocina de Le Cucine Mandarosso.

 Preparando los spaghettone al nero di seppia en Le Cucine Mandarosso. / Instagram

Imposible encontrar sitio el fin de semana, a menos que hayas reservado con antelación. El mejor restaurante italiano del Gòtic se ha ganado el amor de una clientela fiel y numerosa que se pierde en sus pastas y hace largas peregrinaciones solo para empujarse sus famosísimas lasañas, las joyas de su alargada corona. Dotado con un extra de calidez y encanto, Le Cucine Mandarosso seduce cómo y cuándo quiere. Qué rica la carbonara de la casa. ¿Y ese nero di sepia que te visita en sueños? Por si fuera poco, a escasos metros del restaurante cuentan con el ultramarinos italiano Emporio, con todo el productazo Mandarosso a la venta y para llevar, por si los echas de menos. / Verdaguer i Callís, 10. mandarosso.com


5. Festival de Venecia

En la cumbre

En la cocina de Xemei: cocina veneciana que invita a repetir y repetir.  

En la cocina de Xemei: cocina veneciana que invita a repetir y repetir.   / Instagram

Para muchos, el mejor restaurante italiano de Barcelona. Ubicado en los confines de Poble Sec, en la falda de Montjuïc, Xemei exige cierto sacrificio en el desplazamiento, pero las penurias se ven compensadas con creces por su cocina veneciana, tan placentera y disfrutable que invita a repetir y repetir y repetir… El restaurante insignia de los hermanos Max y Stefano Colombo no necesita loas ni presentaciones. Sus platos de pasta han entrado en el organismo de grandes celebridades como Bob Dylan, vips que se dejan teñir la dentadura de negro por sus antológicos espaguetis al nero di sepia: oro azabache. Pero no todo empieza y acaba en sus pastas, sería una ordinariez ir a este santuario veneciano y no pedir el surtido de pescado. Por cierto, si quieres probar las mieles de su majestuosa bodega, cógete la tarde libre. / Paseo de l’Exposició, 85. xemei.es


6. Tiro de Gràcia

Viva la familia

Raffaelli sirve una carbonara que bordea la perfección.

Raffaelli sirve una carbonara que bordea la perfección. / Instagram

Hay que ir con la calma, porque en Raffaelli lo de comer rápido es poco menos que una herejía. Este restaurante de tradición familiar reivindica la auténtica cocina italiana, a través unos platos que vienen cargados de emoción y apego a la vida. Me encanta su pizzeta frita para empezar. También su berenjena a la parmesana. Y en el terreno de la pasta, todo es pirotecnia transalpina. Pasta trabajada artesanalmente, a diario, y acompañada por producto de calidad. Como esa carbonara que bordea la perfección. Como los linguine a la vongole o los pappardelle al ragú toscano que entran ya en la nueva carta. Una carta en la que también disfrutarás unos ravioli de calabaza y queso taleggio que prometen dar mucha guerra. Lo más parecido a un cacho de Italia en el barrio de Gràcia. / Luis Antúnez, 11. raffaelliristorante.com


7. Raval al dente

Taberna veneciana

Bacaro sirve platos de pasta con toques de autor que no tienen rival en Ciutat Vella.

Bacaro sirve platos de pasta con toques de autor que no tienen rival en Ciutat Vella. / Instagram

El mejor italiano del Raval y el que más veces habré visitado en mi vida. Bacaro lo tiene todo. Una decoración romántica y confortable. Un servicio atento y agradable. Unos platos de pasta con toques de autor que no tienen rival en Ciutat Vella. Sí, puede ser que algunos tarden un poco en llegar, pero la espera los hace todavía más irresistibles. Y cuesta destacar un plato de pasta en concreto, básicamente porque todos los que he probado coquetean con lo sublime, porque su carta se mueve constantemente y porque puedes encontrarte con inesperadas novedades y dolorosas eliminaciones de un día para otro. Todo dependerá de cómo se haya levantado el chef. Por cierto, no te quedes con lo obvio: tocan el pescado y la ternera con el mismo amor que aplican a sus pastas. / Jerusalem, 6. bacarobarcelona.com


8. Pasta y ambición

Sabor a Italia

Paccheri picantes con ‘nduja, salsa de tomate y burrata ahumada de Algrano.

Paccheri picantes con ‘nduja, salsa de tomate y burrata ahumada de Algrano. / Instagram

La pasta tratada como una piedra preciosa. La pasta entendida como una religión. En el jovencísimo Algrano Bistro (1 año abierto), te sumerges en una exhibición de pastas artesanales, cocinadas segundos antes de llegar a tu mesa, rabiosamente frescas. Quiere convertirse en un referente y es ambicioso en sus propuestas. Los ravioli rellenos de osobuco con salsa de carne y azafrán o los paccheri picantes con ‘nduja, salsa de tomate y burrata ahumada (mi favorito) te muestran claramente el camino que ha decidido emprender el restaurante del chef Gabriele Milani. Si quieres cosas más mundanas, te vas a casa, te preparas unos tallarines Gallo con pesto Buitoni y a vivir. / Tamarit, 104. algranobistro.com


9. A mi manera

De NY a Roma

benzinabcn.jpg

Los cavatelli con ragu de cordero de Benzina.  / Instagram

Cócteles de autor. Música cojonuda. Interiorismo desenfadado. Terraza milagrosa. Una carbonara que ganaría concursos sin tocarse el flequillo. Unos cavatelli con ragú de cordero que dejan la misma marca que un primer amor. En Benzina no hay miedo a lo desconocido, por eso le dan la vuelta a las formulaciones clásicas, las llevan a su terreno y les imprimen el espíritu neoyorquino que caracteriza la casa. Esa es la actitud: fuck Giovanni Rana. / Pasaje de Pere Calders, 6. www.benzina.es


10. Born in Italy

Pasta honesta

Gravin: pasta artesanal y preparada al instante.

Gravin: pasta artesanal y preparada al instante. / Instagram

En el Born profundo, cerquita de la coctelería Paradiso, se esconde este restaurante italiano a reivindicar con los carrillos llenos. La pasta (artesanal y preparada al instante, obviamente) es la estrella rutilante de este cálido espacio con una espectacular terraza. Todavía recuerdo sus pappardelle con ragú de ternera con especial emoción. También sus maccheroncini con berenjenas, tomate cherry y ricotta ahumada. Ah, y cualquier pasta con marisco y pescado es otro 'must' de la casa. Cumplidor y honesto. / Rera Palau, 3. gravinristorante.com

Suscríbete para seguir leyendo