Guerra de Ucrania

Nikolái Denkov, exprimer ministro de Bulgaria: "La importancia geopolítica de Bulgaria para Rusia y la UE está incrementándose mucho"

El ex primer ministro reformista del Estado balcánico advierte del peligro de que "otros países" intenten controlar los gobiernos en el Estado balcánico dado el importante papel que jugará en breve en el tránsito de gas a la UE

Bulgaria, un caballo de Troya de Rusia en la UE

El exprimer ministro de Bulgaria, Nikolái Denkov.

El exprimer ministro de Bulgaria, Nikolái Denkov. / EFE/Remko de Waal

Marc Marginedas

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Durante nueve meses, Nikolái Denkov, de la coalición europeísta Continuamos el Cambio, ha presidido un difícil Gobierno de coalición de Bulgaria apoyado por dos partidos con líderes asociados a la corrupción. En esta entrevista con EL PERIÓDICO, el ex primer ministro justifica compartir el Ejecutivo, reivindica reformas bajo su mandato, y advierte del creciente interés de "otras" potencias, --es decir Rusia-- de controlar desde la trastienda la toma de decisiones en Sofia, dado el papel que adquirirá el país como lugar de tránsito del gas hacia la UE.

¿Por qué ha colapsado el Gobierno de coalición?

Formar el Gobierno fue un gran esfuerzo, y estaba basado en nuestro programa, es decir, reforma del sistema judicial, reforma del sector de la energía (dominado por Rusia NDR) y los servicios secretos. Diseñamos un programa de 18 meses, y la primera mitad debía dedicarse a cambios en la legislación, en la Constitución, en la ley contra la corrupción. La segunda fase, que debería haber empezado ahora, consistía en implementar estas leyes. Por ejemplo, cómo seleccionamos a la gente clave en la comisión contra la corrupción. O el procedimiento para elegir a los miembros del Consejo Supremo Judicial, procesos con gran impacto porque tienen mandatos de cinco o siete años. Aquí, los otros dos partidos que respaldaban al Gobierno no estaban dispuestos a avanzar, y querían seguir con el hábito de distribuir estos puestos entre los partidos del Ejecutivo.

Hay gente dentro del mundo liberal en Bulgaria que dice que hubiera sido mejor quedarse en la oposición.

Hemos celebrado cinco elecciones en dos años y medio. Si hubiéramos estado en la oposición, hubiéramos continuado con gobiernos interinos, sin control parlamentario. Cuando tienes ejecutivos así, existe la tentación de que empiecen a tomar decisiones de calado. Un caso claro es el contrato del Gobierno interino con la compañía turca de gas BOTAS (bajo investigación de la UE y sospechoso de favorecer a Rusia y Turquía, NDR). Tiene condiciones muy favorables para el bando turco, y muchas obligaciones para el búlgaro, con un periodo de 13 años irrevocable que nos obliga a pagar 150 millones de euros anuales, incluso si no usamos gas. Había razones para participar en el Gobierno.

¿Qué va a suceder tras las próximas elecciones?

Una de las lecciones que hemos aprendido es que el principal partido, GERD, con su líder Boiko Borissov, estaba muy controlado por otra persona, Delyan Peevski (líder del Movimiento para los Derechos las Libertades, DPS). Y a pesar de que GERD fue creado como partido proeuropeo, Pevski está incluido en la lista Magnitski y sancionado por EEUU y el Reino Unido como alguien involucrado en corrupción. Peevski debe ser eliminado de toda negociación. Que tengamos o no la fortaleza para ello, dependerá de los búlgaros.

Rusia controla el mercado de la energía en Bulgaria. ¿Ha logrado ponerle límite?

Sí, dimos algunos pasos, entre ellos la prohibición de importar de petróleo ruso para la refinería de Lukoil en Burgas. Y si alguien hace trampas (importando crudo), lo tendremos que parar, aunque no va a ser fácil. También, cuando entramos en el Gobierno, ayudamos a eliminar la dependencia de las centrales nucleares búlgaras de combustible de Rusia. Otro ejemplo: intentamos imponer una tasa al gas ruso, pero hubo una gran oposición.

Bulgaria no cesa de celebrar elecciones y es un país muy interesante para Rusia. ¿Están viendo un incremento en las campañas de desinformación rusas?

Permítame reforzar su pregunta. Bulgaria siempre ha sido importante para Rusia por sus vínculos históricos y por su posición en los Balcanes, donde Moscú tiene intereses. Pero la importancia de Bulgaria para el Kremlin y la UE está incrementándose mucho porque los contratos para el envío de gas a Europa por Ucrania caducan a final de año. Si mira el mapa de Europa, el gas, venga de donde venga, deberá pasar entonces por Bulgaria (a través de la sección búlgara del Turkish Stream NDR). La importancia geopolítica de Bulgaria aumenta, y es peligroso. Porque el interés de otros países por controlar nuestro Gobierno crece. Respecto a la desinformación, no sucede solo aquí. Y pese a la gran experiencia en la UE y EEUU ante ella, se ha probado que no es fácil desbaratarla. Además, tenemos dos partidos abiertamente prorrusos, y tampoco podemos adoptar prácticas contrarias a la democracia. Todo el mundo tiene derecho a hablar.

¿Rusia y su embajadora, Eleonova Mitrofanova, siguen actuando de forma provocadora?

(Eleonora) Mitrofanova fue muy agresiva en 2022 y 2023. Sin embargo, cuando un diplomático se comporta de forma no diplomática, acaba por perjudicarse. La imagen de Rusia en Bulgaria se ha deteriorado. Y cuando los búlgaros superaron el trauma inicial, empezaron a preguntarse por qué en Europa hay de nuevo una guerra, una guerra, además, muy cercana, en la que está involucrado un país considerado por muchos como próximo. Y esos mismos ciudadanos empezaron entonces a comprender que la amenaza no es solo a Ucrania, sino también a los bálticos, Moldavia o Polonia.

Se dice que cae entre los ciudadanos el apoyo a la UE y al envío de armas a Ucrania.

No estoy seguro. Al principio era muy difícil explicar a la gente este conflicto con Rusia, por qué debíamos ayudar a Ucrania con equipamiento militar. Necesitamos meses antes de que la opinión pública entendiera todo el cuadro. Lo que sí existe son muchas diferencias entre la narrativa del presidente (Rumen Radev, considerado prorruso NDR) y los dos últimos gobiernos (europeístas), el primero presidido por Kiril Petkov, y el segundo, por mí. Los ejecutivos emergidos del Parlamento son muy claros: hay un agresor, hay que seguir la ley internacional y ayudar al país invadido. El presidente y su entorno repiten narrativas rusas: no ayuden a Ucrania, hay que luchar por la paz, sin explicar cómo hacer esa paz sostenible. No es una tendencia. Más bien, la gente está confundida por dos narrativas diferentes de políticos distintos.

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