Trucos

La mejor postura para evitar los ronquidos

¿Roncas? Esta almohada inteligente hará que dejes de hacerlo

Esta es la mejor postura para dormir: lo dice la neurociencia

Con este truco, puedes quedarte dormido en menos de un minuto

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Los ronquidos pueden suponer un incordio para quienes los padecen, pero sobre todo para quienes los oyen. Además, muchos expertos informan que si estos ruidos broncos se producen a diario es una patología que debería de tratarse. De hecho, pueden ser el primer síntoma de la apnea del sueño.

Existen muchos trucos y remedios para intentar dormir mejor, y la postura que adoptamos  puede estar relacionada con un mejor descanso, ya que influye en el bienestar o malestar de la espalda y los músculos y también de la respiración.

Si una persona ronca frecuentemente es bueno que acuda al especialista, si presenta los siguientes síntomas:

  • Problemas de atención, concentración o memoria.
  • Se despierta por la mañana con sensación de cansancio.
  • Tendencia a quedarse dormido durante el día.
  • Dolores de cabeza matutinos.
  • Aumenta de peso.
  • Ha intentado tratamientos personales para los ronquidos y no han servido.

Dejar de roncar es posible siguiendo una serie de pautas, pero primeramente es imprescindible visitar a un otorrino. Al mismo tiempo, seguir unas medidas higiénico-dietéticas, reducir peso, hacer ejercicio físico y ejercicios que tonifiquen la garganta y limitar el alcohol, los sedantes y el tabaco, también son soluciones que pueden funcionar.

Postura clave para no roncar

La postura más aconsejable para reducir los ronquidos es dormir de costado. Al colocarse en esta posición, la cabeza y cuello permanecen alineados, permitiendo que la garganta quede despejada para una respiración correcta. Si además se eleva la cabecera de la cama al dormir, se estará facilitando aún más la respiración. Esta postura también es beneficiosa para la espalda: reduce el riesgo de sufrir dolores lumbares y cervicales.

Si el lado escogido es el lado izquierdo, también se impedirá la obstrucción de la arteria aorta, que bombea sangre hacia todo el sistema circulatorio, y se liberará la vena cava inferior, lo que facilitará el retorno de la sangre de nuevo hacia el corazón.