El grito de una enfermera: ¿Por qué tenemos que suplicar que nos hagan un test cuando se nos infecta un compañero?

Soy enfermera y compañera de uno de los fallecidos del personal sanitario a causa del horroroso covid-19. Y por eso, simplemente quiero quejarme, gritarlo en grande y que el mundo lo oiga. ¿Qué le va a decir nuestro Gobierno a las familias de los compañeros fallecidos y afectados?¿Que la mortalidad era baja? ¿Que no se preveía este caos mundial? ¿Que no pueden hacer nada con las bajas de todos nuestros compañeros sanitarios para contemplarlas como enfermedad profesional? ¿Que lo sienten? ¿Gracias?

Pues no. No me vale. ¿Por qué tenemos que suplicar que nos hagan un test cuando se nos infecta un compañero? ¿Y si somos portadores/vectores asintomáticos? ¿Vamos contagiando a todo aquel paciente que atendemos? Porque hay algo que es obvio y lo sabemos todos: el virus tiene una alta tasa de contagio.

Además, me gustaría recalcar que me parece una labor impecable organizar un hospital de campaña en pocos días. Pero, volvemos al punto de partida: ¿qué hacemos sin material? Que no nos engañen. Es decepcionante. Es increíble. Nos sentimos como los soldados de la primera fila del batallón de contención en plena guerra, pero con bolsas de basura. Estamos expuestos a una alta probabilidad de contagio. Y hoy, en España, ya van seis compañeros fallecidos. Por no decir todos los que están contagiados. Da vergüenza dar la cifra.

Y sí. Es cierto e innegable que algo va implícito en muchas personas que elegimos esta profesión: amamos nuestro trabajo y damos mucho por nuestros pacientes. Pero no nos olvidemos que también tenemos familias. El reconocimiento no se basa en dar las gracias por parte de los de arriba y ya está, sino en recibir también lo que ofrecemos. Cuidamos, pero también necesitamos ser cuidados.

Espero que todo esto no quede en un mero caos y recuerdo del año 2020. Espero que esto quede bien grabado y sirva de experiencia, para no permitir una segunda oleada en estas pésimas condiciones.