La pandemia ha acabado con buena parte de mi trabajo. Económicamente mi vida ha cambiado de tener ingresos a no tenerlos, no poder realizar actividades de ocio por espacio, por inexistencia de las actividades que antes hacía o por no poder pagarlas. Hace un año podía salir por la noche, bailar, ir al teatro, ir a conciertos, festivales o salir por la noche, cosa imposible actualmente.
Llevamos empalmando crisis desde el 2008 y las personas de 25-35 años cada vez tenemos más difícil el acceso a la vivienda, a un trabajo estable o a tener ahorros.