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'El Largo Pétalo de Mar': Una vacuna contra el neofascismo
Isabel Allende, en la Casa de América de Madrid, horas antes de acudir a la Feria del Libro para firmar ejemplares de su nueva novela, ’Más allá del invierno’. / JUAN MANUEL PRATS
Ángel Luis Ponce de León Lirón
El ciudadano común y corriente, este que a veces no ejerce y otras sí su derecho u obligación moral al voto, necesita una vacuna para no contagiarse del neofascismo y a la vez rechazar todo tipo de contubernio con tal aberración de la convivencia humana.
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Se sufre hasta que brotan las lágrimas y el coraje te invade el alma leyendo El Largo Pétalo de Mar. Una joya, un regalo que hace Isabel Allende a la humanidad, al mundo atormentado por el populismo neofascista, como un revulsivo contra el veneno que está contagiando la sociedad. Isabel nos transporta a las dictaduras más crueles, a la indiferencia más criminal y a la miseria humana, para luego alzarnos en las alas de una ave angelical e iluminarnos con la luz resplandeciente de la humanidad: pueblos, hombres y mujeres que dan lo mejor para acoger con los brazos abiertos a las víctimas, perseguidos y desterrados de las tiranías fascistas.
Esta obra magistral también es un homenaje a los mártires de las dictaduras, a los pueblos de España y de Chile, a estos miles de personas que por el mero hecho de pensar de una manera diferente fueron martirizados y asesinados con total impunidad hasta el día de hoy. Así es el fascismo, aunque se vista con la seda de neofascismo. Es la negación de la convivencia humana, la antítesis de la fraternidad, igualdad y libertad que debe de existir entre todos los hombres y mujeres de buena voluntad.
Esta obra también nos trae a la memoria, tan acabada por el tiempo, un hombre mítico salido del paraninfo para salvar a cientos de refugiados españoles y llevarlos a tierras de paz y amor (¡Chile!). Este mito se llamó y se llama porque sigue viviendo en el corazón de todas las personas buenas: Pablo Neruda. Muchas gracias, poeta, muchas gracias chilenos, muchas gracias venezolanos y muchas gracias a todos los pueblos generosos que acogen a refugiados, desamparados y atormentados por las muertes, torturas, miseria y hambruna, sin más nada que ofrecer a cambio que su trabajo, honestidad y agradecimiento. Alabado seas hasta la eternidad, Pablo Neruda.
Tengo un sueño. Veo a todos los pueblos del planeta leyendo El Largo Pétalo de Mar y vacunándose del neofascismo, veo a los partidos políticos democráticos rechazando a los demagogos populistas y cerrando filas contra los partidos neofascistas. Veo a los partidos de extrema derecha aislados del poder, los veo sin ninguna representación, los veo como la peste ante pueblos ya vacunados. ¿Mi sueño se hará realidad?
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