Elecciones en Catalunya

Zapatero anima a la movilización para que Sánchez se quede ahora que Illa puede ser 'president'

El candidato del PSC promete que no alcanzará la Generalitat con los votos del PP

Illa promete no ser presidente con los votos del PP y cae el veto entre independentistas y PSC

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El expresidente José Luis Rodríguez Zapatero con el candidato del PSC, Salvador Illa, este viernes en un mitin en Lleida

El expresidente José Luis Rodríguez Zapatero con el candidato del PSC, Salvador Illa, este viernes en un mitin en Lleida / ACN

Sara González

Sara González

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El expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero se ha puesto al frente de la llamada a somatén para que este sábado la sede de Ferraz quede desbordada por el apoyo a Pedro Sánchez para que se quede en la Moncloa. El Comité Federal del PSOE se ha rediseñado para convertirlo en un acto de aclamación y respaldo al presidente con el acompañamiento de la calle, motivo por el que tanto Zapatero como el candidato del PSC, Salvador Illa, han animado a la "movilización" no solo de los socialistas, sino de los demócratas. El temor a una dimisión que abra en canal la legislatura española se palpa en Madrid, pero también en la campaña catalana por más que tengan todas las encuestas a favor.

"Estamos convencidos, decididos y comprometidos con que Sánchez siga de presidente del Gobierno e Illa sea 'president' de la Generalitat. Cuanto más empujen y descalifiquen, más nos vamos a movilizar para defender a nuestro Gobierno y presidente", ha clamado Zapatero desde Lleida, que ha acusado directamente a PP y Vox de "utilizar la justicia" por no haber digerido que no pudo sumar para gobernar. Les ha echado en cara también la "hipocresía intolerable" de criticar que se haya convocado una manifestación ante la sede del PSOE, la "casa" de los socialistas, cuando desde las pasadas generales ellos han protestado allí en numerosas ocasiones.

"Eje de colaboración" Madrid-Barcelona

El expresidente ha pedido directamente a Sánchez que "tiene que seguir". Más ahora que Illa, de quien se ha deshecho en elogios, ha sido y va a ser más aún un "apoyo fundamental" si se convierte en presidente de la Generalitat y puede configurarse un "eje de colaboración" Madrid-Barcelona. "Le vamos a decir que lo necesitamos", ha añadido el candidato del PSC, que a falta de Sánchez se arropa en Zapatero. Tras recomponerse del shock inicial y de mostrar apoyo incondicional a lo que decida el presidente, este viernes le ha pedido directamente que no se marche. De hecho, no acudirá este sábado al mitin agendado en Tarragona para asistir al Comité Federal, donde tiene previsto intervenir.

Y es que por más que los sondeos le regalen los oídos -la horquilla del CEO pronostica que puede llegar a los 47 diputados-, Illa es consciente del terremoto que se abrirá durante la campaña, pero también después del 12 de mayo, si Sánchez lo deja. Por ahora, ya ha trastocado su discurso, que pretendía centrar en la gestión y que ha quedado eclipsado por el suspense de la gobernabilidad estatal. Sus principales rivales políticos ya le han reprochado que se trate de "españolizar" el debate o bien convertir la cita en las urnas en un "plebiscito" sobre el líder del PSOE, además de dejar caer la "complicidad" socialista con el "'lawfare'" cuando no eran ellos los afectados.

Vetos que vienen y van

Sin embargo, más allá de la pugna dialéctica, hay movimientos tectónicos con la vista puesta en el día después de las elecciones. Justo en el primer día oficial de campaña y pese a que hasta ahora había incluido a todos los partidos en su geometría de pactos -a excepción de la extrema derecha de Vox y Aliança Catalana- Illa se ha comprometido a no alcanzar la Generalitat de la mano del PP. "Descarto ser presidente de Catalunya con los votos del PP", ha dicho en el debate de candidatos organizado por la mañana por el Grupo Godó. Por primera vez, ha sido claro y meridiano a la hora de rechazar la repetición de la jugada que permitió que Jaume Collboni arrebatara la alcaldía a Xavier Trias en Barcelona.

Lo ha hecho inquirido por el president y candidato de ERC, Pere Aragonès, y dos semanas después de que Carles Puigdemont amenazara con retirar el apoyo al Gobierno de Pedro Sánchez si Illa echaba mano de la misma fórmula que aplicaron los socialistas para hacerse con la vara de la capital catalana de la mano de los Comuns y los populares. Y si el PSC ha respondido sin ambages, en ese debate han empezado a caer también algunos telones que en los últimos tres años ya ha quedado demostrado que no eran de acero. Aunque sí lo habían hecho días atrás, ERC y Junts no han explicitado un veto a pactar con el PSC, pese a poner sobre la mesa condiciones que rechazan los socialistas.

"Los de la derecha me han dicho que era independentista. Los independentistas me han dicho que era españolista. Estamos donde tenemos que estar, somos solucionadores de problemas. No bloqueamos, no vetamos, no amenazamos", ha presumido Illa, a quien Zapatero ha definido como un "centrocampista espectacular".