Pactos postelectorales

ERC diluye el veto al PSC pero fija como "líneas rojas" el referéndum y la financiación

Aragonès ya no descarta a los socialistas como socios pero clarifica las condiciones para pactar

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Laura Vilagrà, Pere Aragonès y Alba Vergés en el acto electoral de ERC de este viernes.

Laura Vilagrà, Pere Aragonès y Alba Vergés en el acto electoral de ERC de este viernes. / Àlex Recolons / ACN

Quim Bertomeu

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El president Pere Aragonès empezó hace unas semanas la precampaña de las elecciones catalanas descartando un pacto postelectoral con el PSC y fiando todas sus opciones de llegar a acuerdos a Junts, la CUP y los Comuns. Pero la fragmentación política que auguran las encuestas le ha hecho modular en los últimos días este veto a los socialistas. Este viernes, primer día de la campaña, Aragonès ha diluido definitivamente ese rechazo inicial al PSC tan tajante, pero ha fijado las "líneas rojas" que tendrá su partido para llegar a pactos postelectorales tras las elecciones del 12 de mayo. Serán tres: "Avanzar en la negociación del conflicto político para establecer las bases de un referéndum, la financiación singular y un refuerzo del Estado del Bienestar".

El veto inicial del candidato de ERC a los socialistas era, en el fondo, contraproducente para sus intereses. Primero, porque puede necesitar al PSC para volver a ser investido presidente. Segundo, porque los escaños de ERC pueden ser decisivos para la investidura de otro candidato, por ejemplo Salvador Illa, y podría hacerlos valer para conseguir contrapartidas importantes. Es por esto que los republicanos han ido modificando su discurso sobre los pactos hasta cambiar el enfoque de la cuestión: ya no hablan tanto de con quién pactar, sino de las condiciones para hacerlo. Eso sí, siempre tratando de fijar el marco mental de que será ERC quien opte a la presidencia, aunque las encuestas no lo tengan tan claro.

Poner como líneas rojas el referéndum, la financiación y el refuerzo del Estado del Bienestar le permite a Aragonès combinar asuntos que tienen que ver con el 'procés' y, por lo tanto, apelar al votante independentista, pero también asuntos que no tiene nada que ver, lo que le permite tratar de captar votos menos motivados por la cuestión soberanista. "Son nuestras tres líneas rojas. Nosotros aspiramos a liderar y arrastrar a todo el mundo", ha concluido.

El candidato de ERC a la reelección ha dedicado su primer día de campaña a defender, desde las cuatro columnas de Puig i Cadafalch en Barcelona, la celebración de un referéndum. Su propuesta pasa por convocarlo a través del artículo 92 de la Constitución, que establece que "las decisiones políticas de especial trascendencia" podrán ser sometidas "a referéndum consultivo de todos los ciudadanos". Planteado a través de esta vía jurídica, sería una votación que permitiría medir los apoyos a la independencia, pero no tendría carácter vinculante, es decir, no sería de aplicación obligatoria. ERC propone un camino previsto por la Constitución para que así no se pueda encontrar con una negativa fácil del Gobierno de Pedro Sánchez.

Este país necesita un referéndum y nosotros lo haremos posible

Pere Aragonès

— President de la Generalitat y candidato de ERC a la reelección

El president está convencido de que puede cambiar el rechazo actual de los socialistas al referéndum. Su argumento es recordar que Sánchez también se oponía a la amnistía, a los indultos y la reforma del delito de sedición y, al final, ha acabado aceptando las tres cosas. Su conclusión es que, para conseguir ahora el referéndum, ERC debe tener "más fuerza" en el próximo Parlament. "Este país necesita un referéndum y nosotros lo haremos posible", ha proclamado.

"Bienvenidos al club"

Uno de los ejes de campaña de los republicanos es reivindicar que sus dos grandes rivales en las urnas, el PSC y Junts, han acabado comprando su estrategia en relación con el conflicto político catalán. Fue ERC la primera en hablar en 2019 de la necesidad de negociar una salida al conflicto en una mesa de diálogo entre la Generalitat y el Gobierno, y este es el marco que se ha acabado imponiendo. Con más o menos regularidad y con más o menos resultados, este instrumento de negociación se ha ido convocando. "Hoy todo el mundo sigue el camino marcado por Esquerra", ha reivindicado Aragonès. El president se ha mostrado especialmente crítico con Junts por haber "reprobado" en su día la vía de la negociación y, al final, haber acabado "imitándola" cuando ha llegado la oportunidad de negociar la amnistía. "Bienvenidos al club", ha ironizado.