La industria catalana del videojuego reconoce el papel de Ubisoft, el ICEC y la Pompeu Fabra como impulsores del sector

El sector del videojuego catalán quiere más. Ha crecido un 50% en número de empresas entre 2015 y 2020, factura el doble que entonces y recibe más atención extranjera que nunca, pero quiere más. “Catalunya se ha convertido en el ‘hub’ preferido para la industria del videojuego en Europa y en uno de los motores económicos del país”, asegura el presidente de la asociación catalana de empresas dedicadas a este ámbito, DeviCAT, Xavier Carrillo. Ahora solo falta que la sociedad en general sepa de esta importancia y que la administración pública siga alimentando la máquina para llevar el sector al siguiente nivel. Así lo expuso este directivo ante el centenar de asociados que asistieron ayer a la primera Gala del Videojoc Català, un evento organizado por DeviCAT y EL PERIÓDICO en el Gran Teatre del Liceu para, entre otras cosas, premiar a tres figuras que han sido esenciales en el camino recorrido hasta ahora.

“El sector del videojuego ha querido reconocer vuestro trabajo pionero desde el punto de vista empresarial, educativo y público”, argumentó la directora general de Innovació y Cultura Digital de la Generalitat, Marisol López, antes de dar paso a los reconocimientos, que se llevaron el estudio Ubisoft Barcelona, la Universitat Pompeu Fabra y el Institut Català de les Empreses Culturals (ICEC). La primera, por ser la primera apuesta de una gran empresa internacional por Barcelona hace 25 años; la segunda, por poner en marcha el primer máster en creación de videojuegos cuando no había nada parecido prácticamente ni en Europa; la tercera, por el apoyo y acompañamiento que ha dado al sector en la última década.

La fundadora de Ubisoft Barcelona, Maria Therese Cordó, y el gestor del estudio, Javier Capel, fueron los primeros en subir al escenario a reconocer la distinción, aprovechando su discurso para encomiar el trabajo que hace cada día su equipo y celebrar el buen estado de salud del sector, al que solo faltan, a juzgar por el discurso de Cordó, más mujeres. Les siguió el director del máster en creación de videojuegos de la Pompeu, Daniel Sánchez-Crespo, que confesó el orgullo que le genera que esta universidad confiara en él y su equipo hace 20 años y comprobar cuan lejos han llegado sus tentáculos viendo una sala llena de gente que ha pasado por sus aulas.

Por último, el director del ICEC, Edgar García, agradeció junto a la directora del área de mercados, Maria Basora, y el director del área de desarrollo empresarial, Alex Pi, un premio que no es habitual. “No cada día se recibe un reconocimiento así del sector para el cual trabajas”, explicó.

Colaboración publicoprivada

De hecho, lo que queda claro tras el encuentro es que la industria ha logrado, por lo menos, remar junto a la administración pública. “Estamos ante un sector que tiene éxito y eso nos transporta a un mundo con unas posibilidades inmensas”, aseguró, por ejemplo, el concejal de Turismo e Industrias creativas del Ayuntamiento de Barcelona, Xavier Marcè. “El videojuego es para el Govern un sector estratégico, que a lo largo de los años ha atraído grandes estudios internacionales: en nuestra casa se han creado videojuegos que han llegado a todo el mundo”, reconoció, a su vez, Marisol López, que dijo estar trabajando para que los videojuegos sean motor clave de desarrollo para que Catalunya se convierta en un referente en la cultura audiovisual.

También EL PERIÓDICO, en voz de su director, Albert Sáez, señaló a este sector como uno de los grandes contribuidores de que Catalunya tenga una industria innovadora, capaz de generar ocupación y riqueza.

“Es un sistema muy potente, pero a la vez frágil, que se tiene que cuidar y seguir alimentando con el apoyo de la administración”, concluyó el presidente de DeviCAT. “Representa una gran oportunidad económica en el país –añadió-. Pero necesitamos formación y cuidar de las iniciativas emprendedoras locales, base imprescindible de crecimiento”. En cualquier caso, la misión está clara, y la comparten todas las partes presentes en la gala: convertir Catalunya en el mejor destino del mundo para crear y desarrollar videojuegos.