SEGUNDO AÑO

La travesía del desierto del Barça de Xavi

El entrenador azulgrana cumple dos años en el banquillo con una victoria agónica y la perspectiva de sellar la clasificación europea

Ronald Araujo celebra el gol de la victoria en Anoeta.

Ronald Araujo celebra el gol de la victoria en Anoeta. / Juan Herrero / Efe

Joan Domènech

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Dos años de (segunda) vida en el Barça y la angustia no cesa. Es interminable en un club como el azulgrana. Cumple esta semana Xavi Hernández dos años como entrenador y puede celebrarlo con la victoria sobre la Real Sociedad y podría celebrarlo con la clasificación europea para los octavos de la Champions.

El equipo parte este lunes hacia Hamburgo, si se reabre el aeropuerto alemán, cerrado desde el sábado por la noche por un secuestro, con el mismo grupo que se desplazó a San Sebastián. Frenkie de Jong todavía no está listo para medirse al Shakhtar Donetz.

Un estilo con menos pases

El 6 de noviembre de 2021 regresaba Xavi procedente del desierto de Qatar (el día 9 entraba por primera vez en Sant Joan Despí) y sigue caminando por el desierto de Barcelona arrastrando los pies afanosamente, tratando de mantener fresco al Barça en medio de la sequía. Con dos títulos en el zurrón (Liga y Supercopa de España), pero sin haber satisfecho la exigente demanda de un nivel de juego alto y estable que tiene todo entrenador del Barça. Capaz de firmar unos notables 60 minutos ante el Madrid, flojear en los últimos, hundirse en Anoeta y emerger en el epílogo. Tratando de mantener el estilo de juego y, en cambio, reduciendo la cantidad de pases.

Resiste Xavi, sin embargo, a todas las dificultades previas para confeccionar un equipo de élite por la maltrecha economía del club, y las que van surgiendo, básicamente por lesiones, inherentes al fútbol. A diferencia del año pasado, las bajas no han afectado al rendimiento en la Champions, donde el Barça ha sumado el pleno de victorias.

Xavi y su ayudante Òscar Hernández, en el banquillo del Reale Arena de San Sebastián.

Xavi y su ayudante Òscar Hernández, en el banquillo del Reale Arena de San Sebastián. / Efe

El tanto de Araujo subraya la capacidad de resistencia del equipo y el mejor banquillo que tiene.

Una aparición "inaceptable"

Se marchó el equipo asfixiado del enorme desgaste de San Sebastián, más psicológico que físico, al ver retratadas todas sus carencias ante una Real que lo maltrató. Y se marchó aliviado al continuar enganchado al tren que conducen a toda máquina Girona y Madrid gracias al milagroso gol de Ronald Araujo, que entró a buscar con furia el balón que colgó Gündogan delicadamente en el área.

No fue tan milagroso, sin embargo, que el Barça marcara a última hora y dejara a la Real sin margen de réplica. Viene siendo habitual que el equipo resuelva al final sus partidos, y de ello solo hay dos explicaciones: la capacidad de resistencia y de lucha, una virtud poco reconocida en los azulgranas, y la calidad de los reemplazantes para terminar un trabajo que no culminaron los titulares.

Araujo salta por encima de un defensa realista antes de marcar el 0-1.

Araujo salta por encima de un defensa realista antes de marcar el 0-1. / Vincent West / Reuters

El Barça ha marcado 10 de los 24 goles (el 41%) a partir del minuto 80, lo que ha reportado 12 puntos.

"Es inaceptable", decía Xavi cuando se iba de Anoeta sobre la actuación del equipo. La alegría del resultado no empañaba la decepción del entrenador con la pusta en escena de sus hombres, que cedieron tres ocasiones de gol antes de que se cumplieran tres minutos. "No salimos como requería el partido. No hemos puesto la intensidad que se debía. Ellos salieron al 200 por ciento; nosotros, no", denunció. De ahí que utilizara el término "inaceptable" porque había avisado en el vestuario del empuje de los donostiarras en cuanto se pusiera el balon en juego.

Pedri se interesa por Ferran, en el suelo, durante el Real Sociedad-Barça.

Pedri se interesa por Ferran, en el suelo, durante el Real Sociedad-Barça. / Ander Gillenea / AFP

El gol de Bellingham es el único encajado a partir del minuto 80.

El accidente del clásico

El gol de Araujo en el tiempo añadido no fue accidental; si lo fue el de Bellingham una semana antes, en el minuto 92. El único encajado por el Barça a partir del minuto 80. En cambio, los azulgranas han marcado 10 de los 24 goles (el 41%) en el tramo final. En la llamada Zona Cesarini que define los tantos que se anotan cuando el partido languidece. Esos goles han reportado 12 de los 27 puntos de la Liga.

Bellingham celebra el 1-2 en Montjuïc.

Bellingham celebra el 1-2 en Montjuïc. / Lluís Gené / Afp

Marcaron Pedri y Ferran para quebrar la resistencia del Cádiz (m. 82 y 94) en la primera tarde Montjuïc. Lewandowski sentenció a Osasuna (1-2, m. 86) un año después de haber sido expulsado en El Sadar, y abrió el camino de la remontada frente al Celta (3-2) con goles en los minutos 81 y 85 hasta que João Cancelo clavó la puntilla definitiva en el 89.

Rescató Sergi Roberto un punto al lograr el 2-2 (m. 85) en el mal partido de Granada que tantas semejanzas se reflejaron en el de Anoeta, pese a que la Real careció del acierto de abrir el marcador. Araujo entró sorpresivamente desde la segunda línea como el capitán, con un cabezazo que reportó la victoria y dos puntos adicionales. Igual que los dos puntos que firmó el juvenil Marc Guiu en su demoledor debut ante el Athletic (1-0, m. 80).