OSASUNA-BARCELONA (1-2)

El Barça se impone en Pamplona a balón parado

Lewandowski salva de penalti una victoria que había encarrilado Koundé con un córner y que neutralizó Ávila con un golazo

Barcelona's Polish forward #09 Robert Lewandowski celebrates scoring his team's second goal scored from the penalty spot during the Spanish Liga football match between CA Osasuna and FC Barcelona at El Sadar stadium in Pamplona on September 3, 2023. (Photo by ANDER GILLENEA / AFP)

Barcelona's Polish forward #09 Robert Lewandowski celebrates scoring his team's second goal scored from the penalty spot during the Spanish Liga football match between CA Osasuna and FC Barcelona at El Sadar stadium in Pamplona on September 3, 2023. (Photo by ANDER GILLENEA / AFP) / ANDER GILLENEA / AFP

Joan Domènech

Joan Domènech

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Se sacó la espina Lewandowski del disgusto del año pasado en El Sadar. Marcó el decisivo gol de la victoria. Lo celebró profusamente. Por el valor del tanto, a cinco minutos del final teórico reglamentario (fueron diez de añadido), y después de que Chimy Ávila hubiera empatado, y por el negro recuerdo que le atosigaba mientra vivía otra noche espesa y en la que vio una amarilla que amenazaba con repetir el amargo desenlace de la pasada Liga.

Se saldó el duelo con el mismo resultado (1-2), pero con Lewandowski en el campo para salvar el tropiezo que iba a alejar al Barça a cinco puntos del liderato recién nacido el mes de septiembre. Sobrevivió el campeón a balón parado porque no le alcanzó con el fútbol pese a que ya disfrutó de los tres fichajes inscritos el viernes. Además de João Cancelo y João Félix, también debutó Iñigo Martínez.

Raphinha y João Félix celebran la victoria del Barça en El Sadar.

Raphinha (i) y João Félix celebran la victoria del Barça en El Sadar. / EFE/ Jesus Diges

Lewandowski se resarce del negro recuerdo del año anterior la noche en la que debutaron los Joãos e Iñigo.

Más de 150 córners después

Había marcado Koudé al cabecear un córner. Después de más de 150 lanzamientos, volvió a aprovechar el Barça un saque de esquina. Desde enero, con el gol de Marcos al Espanyol, no sacaba partido de la estrategia en la Liga. El último penalti que lanzó el Barça fue en marzo y lo falló Ferran.

El acierto llegó en el momento oportuno para llevarse el botín de El Sadar, siempre valioso y siempre luchado. Le costó al Barça someter a la segunda unidad de Osasuna. No era el once titular el que recibía al campeón; no era el partido grande de la semana para los navarros. Lo fue el del Brujas del jueves y la gesta de remontar el 1-2 de la ida se frustró en dos minutos cuando los belgas igualaron el 2-2. Regresó Osasuna dolido y molido de la Europa League. Solo aguantaron en la alineación Catena y Juan Cruz.

Jules Koundé celebra el primer gol del Barça, nacido en un córner, en Pamplona ante Osasuna.

Jules Koundé celebra el primer gol del Barça, nacido en un córner. / EFE/ Iñaki Porto

Tiro al poste al primer minuto

Era de esperar, no obstante, que el Barça tuviera que sudar para llevarse los tres puntos por más que presentara al mejor once, con Lamine Yamal por delante de Raphinha. Solo se notó la diferencia en el primer minuto, cuando los de Xavi lograron encadenar una larga secuencia de pases a partir del saque inicial que terminó con un tiro de De Jong al poste. Ni siquiera con el gol de Koundé se pudo advertir concesión alguna en los locales al filo del descanso. Un tesoro vista la deriva que dibujaba el encuentro.

Osasuna presentó una alineación de suplentes; los titulares jugaron en Brujas, el partido grande para ellos.

La victoria en Pamplona se paga cara, juegue quien juegue de rojillo, como si la intensidad del granate impregnara de garra a cualquier tuercebotas (que no es el caso) y lo convirtiera en competitivo. El Barça jugó de verde pálido, lo que sugiere que sus mejores cualidades no son derivados de la pasión. Serán la frialdad, la inteligencia y la técnica, cualidades imprescindibles para abordar rivales como Osasuna, que se repliegan al instante cuando la presión para robar el balón no prospera.

De Jong se lamenta del disparo que chutó al poste en el primer minuto.

De Jong se lamenta del disparo que chutó al poste en el primer minuto. / REUTERS/Vincent West

Ni dinamismo ni velocidad

De nuevo jugó el Barça en la mitad de campo ajena y de nuevo se mostró el Barça obtuso para desplazar al rival con cierto dinamismo. Faltaba movilidad entre los jugadores que estaban por delante del balón, todos mirando al poseedor, preocupados por mantener cada uno su posición y no por crear espacios moviéndose y mover a su par.

Comparativamente, hubo mayor velocidad en las filas granates y mayor determinación para acabar las jugadas. Aunque el tiro topara en un cuerpo verdoso. Ellos lo intentaron cada vez. De ahí que Ter Stegen interviniera antes que Aitor y desviara dos tiros, el segundo de Oroz, de forma espectacular.

Ter Stegen grita entusiasmado tras desviar un remate de Osasuna en el primer tiempo.

Ter Stegen grita entusiasmado tras desviar un remate de Osasuna en el primer tiempo. / EFE/ Jesus Diges

Tarjeta a la segunda

Sigue ahí Ter Stegen esforzándose para mantener el cero, pero ha desaparecido Lewandowski en un campo de malos recuerdos. Ausente en el juego, revivía la pesadilla del año pasado y vio una tarjeta a la segunda vez que sacó los brazos para proteger el balón.

Ibáñez estuvo un rato tendido en el área para que los árbitros buscaran una falta de Koundé.

Ya le conocen y todos los defensas andan pendientes de poder sacarle una falta; un caso extraño el del polaco, que pega más que recibe, cuando son los delanteros quienes deberían ser los golpeados. Un sospechoso habitual. Igual que Gavi, a quien buscan las cosquillas en cada partido. Por si acaso, Ibáñez ronroneó tumbado en el área para invitar a que los árbitros revisaran las imágenes y hallaran una falta en el limpio cabezazo de Koundé.

El cambio de toda la delantera de Osasuna fue la señal de que el partido iba a cambiar. Una señal efectista a la par que que efectiva. Ver a la tripleta titular que entraba de golpe animó a la hinchada a rugir. Las expectativas se cumplieron con el golazo de Chimy Ávila. Pero no fue suficiente.

João Cancelo recibe instrucciones de Xavi Hernández antes de entrar al campo.

João Cancelo recibe instrucciones de Xavi Hernández antes de entrar al campo. / EFE/ jesus Diges

Ficha técnica

Osasuna: Aitor (7); Areso (7), Catena (5), Herrando (6), Cruz (8); Ibáñez (5), Iker Muñoz (5), Oroz (6); Rubén García (4), Raúl García (4), Arnaiz (6).

Técnico: Jagoba Arrasate (6).

Cambios: Budimir (5) por Rubén (m. 62); Ávila (8) por Raúl García (m. 62); Barja (6) por Arnaiz (m. 62); Moncayola (5) por Ibáñez (m. 72); Vidal (sc) por Areso (m. 80).

Barcelona: Ter Stegen (8); S. Roberto (5), Koundé (7), Christensen (6), Balde (6); Romeu (5), De Jong (6); Gündogan (5), Gavi (6); Yamal (5), Lewandowski (6).

Técnico: Xavi Hernández (6).

Cambios: Cancelo (6) por S. Roberto (m. 58); Ferran (5) por Yamal (m. 58); J. Félix (sc) por Romeu (m. 79); Raphinha (sc) por Lewandowski (m. 90); Iñigo (sc) por Christensen (m. 90).

Goles: 0-1 (m. 45), Koundé. 1-1 (m. 75), Ávila. 1-2 (m. 85), Lewandowski (p).

Árbitro: Ortiz Arias (4), madrileño.  

Tarjetas: Lewandowski, Areso, De Jong, Balde.

Tarjetas rojas: Catena.

Estadio: El Sadar.

Espectadores: 21.966