Alimentación

La producción de alimentos halal se duplica en 10 años en Catalunya

El producto halal interesa a cada vez más consumidoresLos alimentos catalanes exploran los mercados de EEUU, Nigeria y Kuwait

El producto halal interesa a cada vez más consumidores

Los alimentos catalanes exploran los mercados de EEUU, Nigeria y Kuwait

Los chefs catalanes Rafel Múria y Noureddine Jalloul en una demostración de gastronomía catalana halal en Riad.

Los chefs catalanes Rafel Múria y Noureddine Jalloul en una demostración de gastronomía catalana halal en Riad. / Prodeca

María Jesús Ibáñez

María Jesús Ibáñez

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Aceites de oliva extra virgen, repostería, quesos, bebidas vegetales, chocolates, aromatizantes, golosinas... y, por supuesto, carnes de cordero y de ternera. La producción de alimentos bajo los criterios halal (los estrictos requisitos que impone la religión musulmana) gana terreno en Catalunya, donde en la última década se ha duplicado el número de empresas del sector que cuentan con el sello de garantía que les acredita como tales. "Son, en la mayoría de los casos, firmas que buscan la certificación para poder exportar sus productos y, en contra de lo que muchos puedan pensar, no son solo del sector cárnico, sino que predominan las compañías que elaboran productos gurmet de alta gama", concreta Kamel Jalloul, responsable de Halal Food and Quality, la empresa que expide los certificados.

"El segmento halal se ha consolidado como uno de los principales mercados de alimentación mundial y supone una gran oportunidad comercial para muchas empresas catalanas agroalimentarias", subraya Ramon Sentmartí, director de Prodeca, un organismo de la Generalitat que se encarga de la promoción internacional de los alimentos catalanes. "Hay que tener en cuenta que los productos halal cuentan con más de 2.000 millones de consumidores, el 25% de la población mundial, y que en 2022 superó los 3 billones de euros en valor", prosigue Sentmartí, que la semana pasada dirigió una misión comercial en Riad (Arabia Saudí) en la que han participado una treintena de empresas catalanas. "Y entre esos consumidores potenciales no solo están los musulmanes", precisa el director de Prodeca.

En Catalunya, hay alrededor de 150 empresas con la certificación halal, de las 320 que hay en toda España. "La mayoría de ellas se dedican a la alta gama o 'fine foods' y son del sector de la repostería, las mieles, los aceites, los cafés y las infusiones, los esnacs, los zumos y confituras y los caldos", indica Sentmartí, que estima que las exportaciones halal de estas compañías ascienden a unos 200 millones de euros, "de los que unos 40 millones corresponden a las aceiteras". Le siguen las firmas de carnes y embutidos, que junto a las de frutas y verduras registran unas ventas al exterior de unos 100 millones de euros. "Y, por extraño que pueda parecer, está también el sector del vino y del cava, que suministra sobre todo a hoteles de Oriente Medio, con entre siete y ocho millones de euros", concluye el responsable de Prodeca.

No solo musulmanes

El sector espera superar los 4 billones de euros facturados en 2028. "Hasta hace unos años la demanda de alimentos halal llegaba sobre todo de países como Indonesia, Malasia, Arabia Saudí, Singapur o los Emiratos Árabes. Sin embargo, en los últimos años ha habido un incremento de demanda en Estados Unidos, Alemania, Australia e India por la preferencia de los consumidores, tanto musulmanes como no musulmanes, por los alimentos y bebidas de este tipo", asegura Sentmartí. Y es que, más allá de las cuestiones religiosas, "el halal se relaciona con una idea de higiene y de producto fresco", asegura Jalloul. De hecho, en EEUU, son varios los estados que han regulado la producción halal bajo premisas muy estrictas, para evitar prácticas fraudulentas.

Rótulo de un establecimiento halal en Nueva York

Rótulo de un establecimiento halal en Nueva York / Salaam Gateway

Hay que entender halal "como un estilo de vida asociado a lo beneficioso y a lo permitido, que es el significado de la palabra en árabe", explica el responsable de la empresa certificadora. "Es un concepto que va más allá de los alimentos. Nosotros, por ejemplo, contamos con un equipo de ingenieros y expertos en sanidad alimentaria que evalúan y acreditan también servicios, como los hoteles, o procesos, como la fabricación de cosméticos, que deben ser sin alcohol", cuenta Jalloul.

Catalunya ha sido pionera en España en la certificación halal, "y eso le permite salir al mercado exterior con cierta solidez", agrega Sentmartí. El sello de calidad garantiza sobre todo, que en el proceso de producción no ha intervenido ningún elemento procedente del cerdo (como las gelatinas u otros derivados) ni relacionado con el alcohol.

El interesante mercado árabe

La misión que la Generalitat llevó a cabo la semana pasada en Riad busca abrir las puertas de los países del golfo Pérsico a la producción catalana. "Es una región muy interesante para cualquier empresa, porque aunque se trata de un cliente muy exigente, es también un consumidor de muy alto poder adquisitivo", observa Marianne Fernández, responsable de control de calidad y seguridad alimentaria en la productora de aceites Vidoria, con sede social en Reus.

La actividad, bautizada con el nombre de Catalan Food Festival Riyadh, consistió en una noche temática con productos de la decena de empresas agroalimentarias participantes, una jornada de 'showcooking', a cargo de los chefs catalanes Rafel Múria (con una estrella Michelin) y Noureddine Jalloul, y una exhibición de productos catalanes dirigida a responsables de compra, directores de hotel y cátering y autoridades saudís.