Retirados un 30% de anuncios de pisos de alquiler en Barcelona tras la regulación de la oferta de temporada

Continuos avisos desde el móvil alertan estos días a miles de barceloneses de que determinado anuncio de un piso en alquiler que consultaron "ha sido dado de baja en Idealista". Lo reciben quienes están suscritos a alertas para estar informados de toda la oferta que aparece. Pero esta vez los mensajes no se refieren a que las viviendas en cuestión ya se hayan alquilado, sino que se suceden sin tregua ante el alud de propietarios y gestores de pisos que estan retirando los anuncios para dejar los inmuebles en barbecho hasta que la situación inmobiliaria y política (más unidas que nunca) se aclare en Catalunya. La fuga de pisos se centra en la vivienda de temporada, que desde hace unos días ha pasado a ser regulada en la comunidad autónoma, como ya sucedió antes con los límites a los precios de arrendamiento tradicional. La sospecha de muchos afectados de que el decreto del Govern contará con oposición política y podría no convalidarse en el Parlament o de que el resultado electoral desmonte la actual hiper regulación ha llevado al bloqueo de la oferta hasta verlas venir, con la retirada del 30% de los anuncios de alquiler del macro portal Idealista, entre otros.

Así, en esta web han pasado de tener 4.520 anuncios el 18 de abril (como informó EL PERIÓDICO en un artículo sobre la inmovilidad de los precios ofertados, eludiendo los topes) a solo 3.185 este martes. Con el agravante de que el 86% de la oferta está a más de 1.500 euros al mes, de espaldas en buena parte al control de precios, pese a que el Govern despliega ahora un régimen sancionador.

La misma suerte han corrido Habitaclia, que se queda con solo 2.179 inmuebles disponibles, y con Fotocasa que pierde la misma proporción. Se dan de baja anunciantes de viviendas que se estaban ofreciendo por temporada y que cada vez son más en la capital catalana, ya que con esa fórmula por meses podían eludir el tope a los alquileres de larga duración que pretender forzar una reducción de los precios en los nuevos contratos en las llamadas zonas tensionadas.

Solo de ocio, vacaciones y ferias

Pero el decreto de la Generalitat que se dio a conocer la semana pasada establece que los pisos arrendados a estudiantes, trabajadores que estén en la comunidad por un tiempo determinado o personas que estén en la ciudad por algún tratamiento médico continuado, por ejemplo, pasen a tener las mismas garantías que los alquileres convencionales, al considerar que serán residencia habitual de sus usuarios. Por tanto, se les deben aplicar los precios topados que marca el índice estatal y será también el propietario quien pague los honorarios del contrato.

Por contra, no se aplica la contención de rentas al alquiler de temporada, pero este pasa a circunscribirse a al que tiene fines de ocio, vacaciones, recreativas o culturales (certámenes, congresos, ferias, festivales, eventos, etcétera) según se detalla en la normativa. Además, hay que especificar en el contrato el motivo de la estancia, de manera que se justifique esta opción. En la práctica, muchos visitantes de estas tipologías viajan solo por unos días, de modo que acaban utilizando pisos turísticos (precisan licencia y estancias de menos de un mes) y no de temporada, dejando casi vacío este concepto a efectos reales.

El resultado de todo este lío de tipologías de arrendamiento es que el sufrido inquilino que busca un piso de alquiler para vivir permanentemente en Barcelona se encuentra con una oferta más estrangulada que nunca, con pocas opciones y en disputa con decenas de candidatos para cada piso. Son cada vez menos los inmuebles que se alquilan para cinco años y cada vez más los requisitos. No hay signos de que el de temporada se reformule como larga duración teniendo en cuenta que los precios del índice no compensan a muchos propietarios ante los riesgos que asumen.

Preocupación en la Cambra de la Propietat

La Cambra de la Propietat Urbana de Barcelona, que ha visto vaciarse su bolsa de alquileres, ve con mucha preocupación "la caída dramática de la oferta", tal y como vaticinaron. Mantienen que los propietarios con oferta temporal no quieren contratar ahora a un precio más bajo, a sabiendas de que en un mes este podría dar marcha atrás si el decreto no se convalida en el Parlament --si no cuenta con el apoyo de PSC o Junts--, por lo que esperarán. "Esto es lo que sucede cuando hay inseguridad jurídica", dice el gerente de la Cambra, Óscar Gorgues, muy crítico con la medida, en tanto que "no se ha consensuado ni políticamente ni con el sector".

Apunta que estas decisiones "populistas" "desestabilizan el mercado, hasta llegar a un histórico de oferta nunca visto (tan baja) y con muchos precios altos". La "degradación" del mercado deja sin oferta asequible precisamente a quienes más dificultades tienen para acceder a un techo, afirma. Este martes, solo el 14% de la oferta anunciada estaba por debajo de 1.500 euros.

Suscríbete para seguir leyendo