La crónica del Dortmund-Paris SG: Füllkrug abate al PSG, que topa con los palos y su ineficacia

La noche fue hermosa. Dominó al principio el Dortmund, que sacó premio con el gol de Füllkrug, anulando al Paris SG, quien despertó en la segunda mitad. Pero entonces topó con la madera (estrelló el equipo de Luis Enrique dos balones en los postes) y, sobre todo, con su ineficacia porque erró muchas ocasiones, demasiadas para la ida de una semifinal de Champions.

Dembélé ejerció de Dembélé (intentó mucho, pero le salió poco) y Mbappé solo apareció para que la madera le privara de un gol que suplicaba el PSG. En la primera mitad se jugó al ‘estilo alemán’ porque el Dortmund desactivó a un tímido e insípido conjunto francés.

Al inicio le quitó el balón. Luego, la esperanza porque ni pisó el área de un ocioso Gregor Kobel. Ni un disparo parisino a puerta en los 45 minutos, aunque Dembélé se empeñó en exhibir una hiperactividad extraordinaria (dos tiros, uno con la derecha; otro con la izquierda, los dos fuera), que no intimidaron al Dortmund.

Poco de Mbappé

Al exazulgrana se le vió, eso sí, mucho más que a Mbappé. Era extremo derecho en la pizarra, pero en el campo asumía rol de interior, volante o media punta, deprimido por su ineficacia, contagiosa para sus compañeros.

El Dortmund, entretanto, comenzó a crecer en el partido con las apariciones de Sabitzer, quien topó hasta en dos ocasiones con el gigante Donnarumma, la prueba más evidente de que el PSG no se encontraba nada cómodo a los pies del ‘Muro’.

Hasta que una jugada primitiva y rústica –balón de Schlotterbeck a la espalda de la defensa aprovechando el despiste de Marquinhos que dio validez a la acción- dejó a Füllkrug solo ante el meta italiano. Excelente control previo con la derecha antes de soltar un preciso zurdazo que premió el dominio del Dortmund.

Y en la jugada, para más desgracia de Luis Enrique, la rodilla izquierda de Lucas Hernández se quebró, obligándole a pedir el cambio. Doble mala noticia para el PSG, incapaz como era de descodificar a los alemanes. Todo cambió tras el descanso. Ya al inicio de la segunda parte se vio la mutación que diseñó Luis Enrique en su equipo.

La ayuda de la fortuna

De repente, Mbappé aparecía y Dembélé aún caracoleaba por el flanco derecho. En un minuto, el Dortmund descubrió el poder de la madera. Disparo ‘mbappiano’ desde el costado zurdo, ese lugar donde es plenamente feliz, que topo con el poste izquierdo y segundos después el tiro de Hakimi fue escupido por el palo derecho.

Los alemanes se sentían sobreprotegidos por la fortuna. Y Luis Enrique sacó a Barcola (irrelevante partido el suyo) pero su ataque (bastó ver a Dembélé) no estaba nada lúcido. Y perdió.