Restauración

Los restaurantes se han llenado este verano más que el anterior, pero el ticket medio ha caído hasta un 8%

Casi un 60% de los españoles ha recortado su gasto en hoteles y restaurantes por la inflación

El ‘brunch’ se impone a la cena: ¿Por qué la mitad de los españoles está reduciendo el ocio nocturno?

Una terraza de restaurante, este verano en Barcelona

Una terraza de restaurante, este verano en Barcelona / MANU MITRU

Paula Clemente

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El termómetro oficioso que son las terrazas de bares y restaurantes en épocas de tambores de crisis han dado, oficialmente, pistas engañosas este verano. Mientras que la ocupación de los locales de restauración de seis grandes capitales de provincia españolas ha subido de media un 10,7% en comparación con junio, julio y agosto de 2022, el gasto que ha hecho cada comensal ha caído de los casi 25 euros a los poco más de 24 euros. Es decir, que en plena escalada inflacionista, con el coste de la alimentación en torno a un 10% más alto que el año pasado y el precio de la restauración, aproximadamente un 6% más caro (todo, según el Instituto Nacional de Estadística), el cliente ha gastado un 2,7% menos.

En concreto, según el balance de la empresa de analítica de datos del sector de la restauración Delectatech, solo en Palma y Sevilla crece el desembolso hecho por el consumidor al visitar un restaurante (lo hace un 3,3% y un 0,6% respectivamente que, incluso así, están lejos del 10,3% y del 4,5% de incremento en las visitas). En cambio, los locales de restauración de Bilbao han recibido un 16,4% más de comensales, pero un 8,3% menos de gasto este verano; los de Madrid, un 8,7% más de gente, pero un 4,8% menos de desembolso; los de Barcelona, un 7% más visitas frente a un 3,7% menos de ingreso por persona; y los de Valencia, un 5% más de recurrencia frente a una caída del 4,3% en el gasto.

"Durante este verano en España, los comensales han disfrutado de más momentos de consumo, sacrificando ocasiones de mayor valor adquisitivo", sintetizan los analistas de Delectatech en una nota. En ella, la empresa destaca especialmente el comportamiento en Barcelona, una ciudad que exhibe la mayor tasa de ocupación de entre las estudiadas.

"Este enfoque cauteloso en el gasto no ha impedido que Barcelona exhiba un rendimiento destacado en términos de ocupación", introduce el comunicado. "Los establecimientos de la ciudad han registrado un aumento de su ocupación en comparación con el verano anterior, hecho aún más relevante considerando que, en promedio, en España, la ocupación durante la temporada de verano se ha situado en el 39,9%, mientras que en Barcelona ha alcanzado un sólido 43,7%", detallan.

Evolución del verano

El otro indicador que hace destacar a la capital catalana es que el gasto ha ido 'in crescendo' de junio a agosto, lo que podría indicar que el comensal empieza a volver a estar dispuesto a gastar un poco más de lo que lo venía haciendo en este sector. En cambio, en destinos como Madrid o Valencia, la tendencia es a la inversa.

"Las ciudades analizadas han experimentado un aumento progresivo de la ocupación media de sus establecimientos durante el verano; la excepción ha sido Sevilla, que ha visto reducido su tráfico de comensales en julio y agosto, en parte por el efecto del calor en estos meses", apuesta Delectatech. "En cuanto a la evolución del ticket medio, Madrid, Valencia y Sevilla tuvieron el pico de mayor gasto por comensal en julio; Barcelona y Palma alcanzaron su máximo en agosto, al igual que Bilbao, que registró un gran aumento de gasto por comensal durante ese mes", concluye el texto.

Esto confirmaría, también, la predilección por los destinos turísticos más fríos este verano, un fenómeno vinculado a las altas temperaturas que se prevé que vaya a mucho más en los próximos años.