Local emblemático

Los 'xuixos' centenarios (y maravillosos) de la pastelería Ideal

El histórico negocio del barrio de Gràcia tiene fama por este dulce, que elabora igual que a principios del siglo pasado

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Miquel Àngel Álvarez, con los famosos 'xuixos' de la pastelería Ideal.

Miquel Àngel Álvarez, con los famosos 'xuixos' de la pastelería Ideal. / Jordi Otix

Laia Zieger

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¿Fan de los 'xuixos'? Toma nota. Hemos dado con el que nos atrevemos a decir que es uno de los mejores ejemplares de la ciudad. Nos respaldan en esta afirmación generaciones y generaciones de devotos de este dulce y de este establecimiento, ya considerado emblemático: la pastelería Ideal (Gran de Gràcia, 207). Además de que su pieza es rica, nada aceitosa y bien rellenita de una exquisita y suave crema de vainilla, el local es una cápsula del tiempo que ofrece un viaje al pasado nada más atravesar su puerta principal.

Esta pastelería es de las de antes, de estilo modernista, con sus vitrinas, mostrador de mármol y mobiliario de madera caoba repleta de chucherías, dulces, monerías y juguetes para encandilar a los más pequeños. De repente, nos teletransportamos a la infancia, cuando anhelábamos estos tesoros mirándolos desde abajo e intentábamos convencer a nuestros padres o abuelos para que nos compraran cualquiera de estas maravillas.

En la pastelería Ideal no encontramos un interiorismo reproduciendo lo 'vintage'. Todo es original y permanece igual desde 1950, cuando Miquel Álvarez Bauló y Maria Solanes Mora reformaron la tienda abierta en 1919. Él, pastelero, empezó a elaborar y despachar pastelería, bollería y creaciones chocolateras a la clientela del barrio que desde entonces se ha mantenido fiel.

Lugar de tertulias de artistas

Desde sus inicios, este negocio ha tenido diferentes vidas, como cuando en una época fue lugar de tertulias de artistas y músicos, y por ello en sus paredes encontramos cuadros del destacado pintor Jaume Ribes. Y también sus altibajos, ya que ha tenido que adaptarse a los diferentes episodios históricos (y han sido unos cuantos).

El interior de la pastelería Ideal.

El interior de la pastelería Ideal. / Jordi Otix

Miquel Àngel y Lluís Álvarez, hermanos, nietos de los fundadores y actuales propietarios de Pastelería Ideal, tuvieron que volver a levantar el negocio a base de mucho trabajo tras una época de bajón. Fue entonces cuando habilitaron una zona de cafetería y desarrollaron el catálogo de productos que confeccionan en el obrador ubicado en la trastienda. 'Brioches', pasteles y tartas de todo tipo, creaciones de chocolates y bollería, siempre de carácter clásico, se encuentran en el mostrador.

Todo natural, todo artesano, todo de elaboración propia, como siempre ha sido aquí, cosa que los golosos barceloneses saben valorar como corresponde. Por cierto, estos dulces se envuelven en papeles bonitos que se siguen cerrando con lazos de otra época, como si fuesen un regalo muy especial.

"Regalamos alegría"

"Creo que nuestros abuelos estarían satisfechos de ver que hemos mantenido la esencia intacta. Servimos buen género a un precio razonable. Endulzamos a nuestros clientes", proclaman los hermanos. También sobresalen en la repostería tradicional de las diferentes fiestas del año. Es un festival ver cómo se llena la pastelería de monas, turrones y cocas cuando se acercan las festividades correspondientes a estos dulces. "Es un oficio duro porque requiere mucha dedicación. Pero también es precioso, ya que regalamos alegría. Me encanta que la gente disfrute con lo que hacemos, eso nos hace trabajar a gusto y entregados", explica Lluís, quien se dedica al obrador.

Hoy en día, algunas de las fórmulas que dieron el éxito a la pastelería Ideal siguen elaborándose de la misma manera, sin variaciones ni I+D. Entre ellas, las recetas de los ya famosos turrones de crema, la tarta Massini de nata y trufa, y, claro, los 'xuixos' de crema. "Todas las generaciones de una misma familia han comido nuestros 'xuixos'. Hay clientes que nos conocen desde que somos niños", explican con orgullo.

Anécdotas con los clientes

Alrededor de esta estrella dulce de la casa, hay miles de anécdotas, quizá la más sorprendente es la de un cliente que contrajo covid en plena pandemia y que les explicó que aguantó pensando que tenía que sacar fuerzas para volver a comer sus 'xuixos'. "Se me pone la piel de gallina solo de pensarlo -afirma Lluís-. Al salir de la uci, le regalamos 'xuixos'. Eso no solo es trabajo, son muchas historias, muchas relaciones, y alegría", añade. Otro habitual de la casa les retó con que si llegaba a los 100 años, le tenían que regalar su tarta de cumpleaños. Y así fue.

Lluís y Miquel Ángel podrían contar miles tras toda una vida entre estas paredes. Ambos de formación pastelera, han crecido en este espacio. "Recuerdo estar sentado en este mostrador, envolviendo pastelitos en papeles preciosos con mis deditos de crío", cuenta Miquel Àngel. La cercanía con la que saludan a sus clientes demuestra que los conocen a todos y que son muy queridos.

El incendio de la cocina

Un afecto que fue patente cuando la pastelería Ideal sufrió un tremendo varapalo hace dos años al incendiarse la cocina. La parte trasera quedó destruida. La tienda histórica y su mobiliario, por suerte, no sufrieron daños mayores aunque sí requirieron una renovación. El negocio estuvo cerrado durante tres largos meses. Los hermanos Álvarez destacan que el sinfín de muestras de apoyo que recibieron fue emocionante: desde los niños que les dejaban dibujos con mensajes de ánimos hasta vecinos que se ofrecieron a venir a echar una mano en las tareas de limpieza.  

Lluïsa, madre de Miquel Àngel y Lluís Álvarez, con los bocadillos de tortilla que ella misma elabora, a sus 91 años.

Lluïsa, madre de Miquel Àngel y Lluís Álvarez, con los bocadillos de tortilla que ella misma elabora, a sus 91 años. / Jordi Otix

Volviendo donde empezamos, al 'xuixo', hay que reconocerle un rival de peso. Y es que este dulce compite con otro 'it' de la casa que también se merece un monumento tanto por su calidad como por su historia. Es el bocadillo de tortilla que solo se encuentra los martes y miércoles. "Hay clientes que llevan décadas viniendo solo a comer eso. Algunos venían ya de jòvenes, ahora vienen con nietos e incluso bisnietos".

De hecho, pasar por la pastelería Ideal estos días a primera hora de la mañana es ver la barra y el salón llenos de gente tomando café y engullendo el preciado bocata que, por cierto, está de muerte. Y si este bocadillo ya cautiva nada más hincarle el diente, acaba de enamorarnos cuando descubrimos que quien lo prepara es -ojo- Lluïsa, la madre de Miquel Àngel y Lluís.

A sus 91 años aún se pone el delantal para preparar con maestría cuatro tipos de tortilla: de patatas con cebolla, de alcachofas (ahora que es temporada); de berenjena y de calabacín. Una lugar que los 'foodies' no deberían perderse.