Cacao en vena

Dónde probar los mejores chocolates a la taza

Visitamos los sitios donde disfrutarás del invierno mojando churros, cruasanes, ensaimadas o lo que te venga en gana

4 recetas de chocolate de vicio

Verdades y mentiras del chocolate

Chocolate a la taza.

Chocolate a la taza. / Giancarlo Duarte (Unsplash)

Laia Zieger

Laia Zieger

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Nada mejor para calentar el cuerpo y llenar el estómago en las frías tardes de invierno que una merienda a base de chocolate a la taza. El acompañamiento dulce ya va al gusto de cada uno. Están los que mueren por hundir en su chocolate los cuernos de un cruasán artesano o quienes, siguiendo la tradición, no se resisten a mojar unos melindros o unos churros. Luego están los fans del suizo, los locos de las ensaimadas o quienes prefieren una tarta casera artesanal.

Por suerte, Barcelona está repleta de lugares donde saborear un buen chocolate a la taza acompañado de un dulce al gusto. ¡Nos vamos de ruta!

La Nena

Esta acogedora chocolatería es un puntal de las meriendas en el barrio de Gràcia. Suele estar hasta los topes, repleta de familias que se reúnen ante un buen chocolate con churros, pasteles artesanales (atención a su delicioso 'cheese cake' sin gluten), zumos y batidos de frutas naturales y otras delicias perfectas para una merendola de lujo. También disponen de una zona de juegos para los más pequeños. ¿Qué más se puede pedir? Los hambrientos empedernidos deben saber que también hay hamburguesas y otras propuestas saladas. Ramón y Cajal, 36.

Granja Dulcinea

Desde 1941, este establecimiento es 'the place to be' para tomar un buen chocolate a la taza acompañado de un placer dulce. Suizos, churros, ensaimadas, dónuts, cruasanes, melindros y una buena variedad de cafés y tés hacen las delicias de la clientela de esta granja icónica de la calle de Petritxol, que ha mantenido intacto su interiorismo original y es capaz de trasladarnos a otras épocas nada más atravesar su puerta. Petritxol, 2.

Badiani

La heladería italiana afincada recientemente en el Eixample barcelonés no solo presume de unos helados artesanos espectaculares, sino también de pasteles, crêpes, chocolates a la taza y deliciosos cafés de especialidad. Badiani dispone también de establecimientos en Palamós y Sant Cugat, que siguen la misma filosofía que sus predecesores italianos: llevar la alegría a las mesas a base de helados gurmet y deliciosos dulces y chocolates. Rosselló, 232.

Bean to bar

Qué mejor lugar para tomar un chocolate a la taza que el Museu de la Xocolata, todo un templo que rinde homenaje a este producto y nos invita a pasear por su historia. Desde hace un tiempo, además de visitar el museo y aprender mil cosas sobre el chocolate y sus diferentes usos y variedades, podremos detenernos en su flamante Bean to Bar para degustar un chocolate a la taza espectacular acompañado de algún pastelito. Comerç, 36.


Granja Viader

Recientemente galardonada con un solete Repsol, que reconoce la labor de establecimientos con una carta informal, cercana y apetecible, Granja Viader sigue acogiendo en su agradable comedor a los fans de las meriendas de toda la vida. Aquí nos servirán un delicioso chocolate a la taza con una rica ensaimada, unos churros crujientes o un Cacaolat (que se creó precisamente aquí en 1870). Su privilegiada ubicación en una callejuela encantadora del Raval y un interiorismo que nos remite a tiempos pasados son otros motivos para anotar su nombre en la agenda. Xuclà, 4.


La Desayunería

El punto de reunión de los golosos en el barrio de Sant Antoni es, sin duda, este agradable y acogedor establecimiento que abrió sus puertas con una promesa irresistible: ofrecer desayunos a cualquier hora del día. Sus 'pancakes' con diferentes 'toppings' causan furor a todas horas, igual que su gran cantidad de pasteles artesanales, bollería, cafés y chocolates a la taza para grandes y pequeños. Borrell, 75 / Urgell, 260.


Escribà

¿Cómo hablar de chocolates a la taza sin mencionar a Christian Escribà, uno de los pasteleros más reputados no solo de la ciudad sino de todo el mundo? Sus chocolates y pasteles saben mejor si se degustan en su establecimiento de La Rambla, junto al Mercat de la Boqueria, viendo la vida pasar en esta Barcelona frenética que se saborea mejor con un buen chocolate entre las manos. Sus cruasanes son también imprescindibles. La Rambla, 83 / Gran Via, 546.


Granja La Pallaresa

Locales como La Pallaresa demuestran por qué la calle de Petritxol ha sido y será siempre un lugar para ir en busca de un buen chocolate a la taza. Aquí lo preparan delicioso desde 1947 y sus suizos se han hecho famosos entre barceloneses y turistas. ¿Con qué acompañar los churros? La lista es extensa. Tienen flanes, crema catalana, cuajada, 'mel i mató' y una buena selección de bollería perfecta para mojar en un chocolate humeante. Petritxol, 11.


Caelum

Qué tendrá el Gòtic que todo sabe mejor cuando lo degustamos después de atravesar sus estrechas callejuelas empedradas y sus plazas de cuento de hadas. Llegar a Caelum, un pequeño establecimiento de postal ubicado en el corazón de este barrio, es ya toda una experiencia. Como lo son sus pasteles y dulces elaborados en conventos por monjas y monjes, que también bordan un chocolate a la taza que levanta pasiones. Imprescindible. Palla, 8.


CAUA Cacao

En este establecimiento del Eixample saben muy bien que no hay nada como un buen cacao para levantar el ánimo y dar color a las tardes de invierno. Aquí se definen como 'cacao roasters' y, para ellos, la merienda a base de chocolate a la taza es todo un ritual al que se le debe dar la ceremonia que merece. Utilizando solo los mejores granos de cacao y técnicas artesanales, aquí crean bebidas de chocolate de calidad que son saludables y sostenibles. Su objetivo es cambiar la forma en que se consume el chocolate, llevándolo más allá de las estaciones y contextos tradicionales. Consell de Cent, 279.

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