CLAVES | Causas y consecuencias del adiós de Ernest Maragall al Ayuntamiento de Barcelona

El relevo de Alfred Bosch

Ernest Maragall se va por sorpresa, por lo menos relativa. Dicen que el resto de concejales de ERC no sabían que iba a despedirse en el pleno de este viernes. Pero no deja de ser una forma de cerrar un periodo parecida a cómo empezó. Porque por sorpresa, relativa, se convirtió en alcaldable de ERC en Barcelona. Fue por decisión de la cúpula del partido, que la comunicó en septiembre de 2018, cuando faltaban siete meses para las municipales. La sorpresa fue relativa porque corría el rumor de que Alfred Bosch no convencía al partido como alcaldable, pero parecía ya muy tarde para el cambio.

La victoria electoral sin premio

El relevo, según indicó el resultado en las urnas en mayo de 2019, fue un éxito. Maragall ganó las elecciones municipales, algo sin precedentes desde la recuperación de la democracia después del franquismo, y el hermano del exalcalde se dispuso a convertirse en alcalde. Sin embargo, se dio un desenlace que tampoco tenía precedentes: por primera vez, el ganador de las municipales en la capital catalana no se convirtió en alcalde. Ada Colau, gracias al apoyo de Manuel Valls, reeditó el cargo.

El apoyo externo a Colau

Lejos de atrincherarse en un enfado que podría intuirse, Maragall y su grupo colaboraron casi desde el primer momento con el gobierno en minoría que compusieron Barcelona en Comú y el PSC. Colau, en ese segundo mandato, pudo aprobar por mayoría los cuatro presupuestos, todas las ordenanzas fiscales y los proyectos relevantes que llevó al plenario, y en casi todos los casos el respaldo de los republicanos fue decisivo para ello. ERC optó por una oposición colaborativa, propuso medidas, del recargo turístico a la tasa Amazon. La sensación es que esa actitud no tuvo un retorno. Cuando el ‘exconseller’ intentó coger distancia del gobierno de Colau, en 2021, la dirección republicana le obligó a apoyar los presupuestos de la ciudad, contra los que había votado en comisión. Lo hizo con una abstención.

El batacazo electoral

Las causas que pueden ser señaladas como decisivas para el adiós de Maragall son varias. Una es el resultado electoral del pasado 28 de mayo, cuando ERC perdió la mitad de su representación, de 10 a cinco concejales. Sí, podría argumentarse que quizá no los perdió por haber apoyado tanto al gobierno, que el hecho de que el candidato de Junts fuera Xavier Trias y no Elsa Artadi resultó letal para los republicanos. Pero el caso es que el resultado fue muy malo, como enfatizó el pasado 10 de noviembre Elisenda Alamany, que en principio empezará el 2024 ya como nueva presidenta del grupo. Otra causa: con 80 años Maragall no era candidato a ser de nuevo alcaldable. Le quedaba la opción de ser teniente de alcalde de un gobierno tripartito con el PSC y Barcelona en Comú.

Consecuencias para la negociación

En breve podrá verse qué consecuencias tiene el adiós de Maragall para una hipotética negociación de ERC con socialistas y Comuns para formar gobierno. Una tesis es que su salida facilitaría el acuerdo, por la distancia que existe entre Maragall y el alcalde, Jaume Collboni y porque Maragall unió su futuro al de Xavier Trias en junio pasado, cuando pactaron un gobierno de coalición que nunca llegó a tomar posesión, a la vista de que Barcelona en Comú y el PP invistieron a Collboni.