Alfred Bosch tira la toalla y Ernest Maragall se perfila como alcaldable de ERC en BCN

El 'conseller' de Exteriors y hermano del exalcalde olímpico asume el reto de de las municipales de mayo

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Toni Sust

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Alfred Bosch, el todavía presidente del grupo de ERC en Barcelona, tira la toalla y renunciará a ser el alcaldable de los republicanos en las elecciones municipales que se celebrarán el próximo 26 de mayo. Bosch cederá la plaza a un peso pesado del partido de Oriol Junqueras, el conseller , hermano de Pasqual Maragall y gran conocedor del consistorio, en el que fue uno de los colaboradores más cercanos del alcalde.

La noticia se ha conocido este jueves, a poco más de siete meses para las municipales. Pese a que habían circulado rumores de que ERC sopesaba un relevo en la candidatura, la cercanía del reto electoral sugería que no había margen para un cambio tan significativo.

Escenificación necesaria

Aunque el relevo supone un duro varapalo para el actual presidente del grupo, será el propio Bosch quien escenifique la elección de su sucesor, cediéndole la condición de alcaldable. Algo que podría darse este mismo viernes por la tarde en una reunión de la asamblea del partido en Barcelona a la que se ha convocado a la militancia.

La solución pactada no solo resulta una forma amable de despedir al que va a ser despedido. Técnicamente, Bosch es un candidato confirmado, toda vez que se impuso en las primarias celebradas en marzo para designar al alcaldable, a las que solo se presentó él y en las que logró un apoyo del 87%. Está claro que el formato de las primarias sirve a los partidos para transmitir una imagen de democracia interna. Pero, como se ve, si hay que pasar por encima de la fórmula, se pasa.

Mejorar el resultado

El recambio de Bosch por Maragall tiene distintas motivaciones y consecuencias. Con Ernest Maragall al frente se neutraliza la imagen de continuidad maragallista –ambos fueron concejales del mismo gobierno- si al final este encabeza una candidatura independentista que responda al diseño del expresidente Carles Puigdemont. Una lista, la de Puigdemont, con la que ERC ya ha dejado claro que no quiere formar candidatura conjunta. Maragall también supone un lubricante para un eventual pacto de los republicanos con el colauismo, que no tiene buena relación con Bosch.

El recambio se produce también porque ERC considera que Maragall puede lograr un resultado mejor que el de Bosch. De hecho, hace pocos meses las encuestas del partido indicaban que la diferencia de votos entre ambos no sería significativa a la vista del coste que suponía un relevo traumático. Pero parece que ahora los números sí cuadran. Ernest Maragall, de 75 años, llegó al ayuntamiento en 1970, como analista informático, para convertirse después en un colaborador clave de su hermano. Con este ya retirado, fue concejal en varias áreas. En el 2012 abandonó el PSC por discrepar de su línea.

El que se va

Bosch se convirtió en candidato a las municipales del 2015 al derrotar a Oriol Amorós, un hombre del anterior jefe de filas republicano en el consistorio, Jordi Portabella, en las primarias que ERC celebró en el 2014. Logró cinco concejales en las elecciones, igualando el mejor resultado del partido en Barcelona.

Bosch preside el cuarto grupo en número de concejales, pese a lo cual sus votos han resultado decisivos en un consistorio fragmentado. Junto con el PSC, ERC actuó, sobre todo hasta que los socialistas entraron en el gobierno de Ada Colau, como socio principal de la alcaldesa en las votaciones más importantes. Tras el pacto de Barcelona en Comú con el PSC, Bosch se distanció e intensificó un discurso crítico con Colau.

El legado

Bosch abandona el consistorio –o por lo menos lo abandonará a final de mandato- dejando tras de sí algunos pactos más que relevantes, aunque no sean su mérito exclusivo. Fue el grupo de ERC el que reclamó el cierre de la Modelo y desencallar la llegada del metro a la Zona Franca, que figurará entre lo más importante que habrá hecho el ayuntamiento este mandato. Detrás de las reclamaciones de Bosch estaba el relevante apoyo del entonces vicepresidente del Gobierno catalán, Junqueras, el mismo que, presumiblemente, ha decidido relevarlo como alcaldable.