28M

Ernest Maragall pierde la mitad del voto de 2019 y acompaña a ERC en su batacazo en Catalunya

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El alcaldable se ofrece a Trias para integrar un gobierno "fuerte y estable" que recomponga la unidad soberanista

Acto final de campaña de Ernest Maragall, Esquerra, en Barcelona

Acto final de campaña de Ernest Maragall, Esquerra, en Barcelona / GEORGINA ROIG

Xabi Barrena

Xabi Barrena

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Primer gran revés electoral de ERC desde que Oriol Junqueras y Marta Rovira se hicieran cargo del partido en otoño del 2011. El fulgurante ascenso de los republicanos, que incluso en sus grandes decepciones, como el 21D de 2017, no dejaron de crecer, se frenó en seco este 28M. Y como mascarón de proa de ese batacazo, con respecto a los resultados de 2019, sin duda, los menos de 80.000 votos y cinco concejales que el escrutinio ha concedido a la lista encabezada por Ernest Maragall. Ha obtenido la mitad, en ambos campos, que hace cuatro años, convocatoria en la que el republicano se proclamó vencedor. ERC vuelve a 2015.

El panorama en la capital catalana dibuja a una ERC como cuarta fuerza en el conjunto de la ciudad, pero también en nueve de los 10 distritos. Es decir, en todos excepto en Les Corts, donde fue quinta, viéndose superada por el PP. El 'efecto Trias' ha sido demoledor en los feudos republicanos de 2019, y solo en Nou Barris, Ernest Maragall le ha ganado la mano al exalcalde.

En los comicios de 2019, ERC ganó las elecciones en la ciudad de Barcelona, con 160.000 votos, por los 156.000 de los 'comuns', los 138.000 del PSC, los 99.000 de Manuel Valls y los 78.000 de Junts, que vio como sus archirrivales les duplicaban en sufragios. Una victoria cimentada en solo tres triunfos en los 10 distritos: Les Corts, Gràcia y Eixample. Los papeles, cuatro años después, se han invertido.

El ofrecimiento

El alcaldable, en su comparecencia junto al presidente del partido, Oriol Junqueras, aseveró que era evidente "que no hemos sido capaces de ofrecer una alternativa progresista para la ciudad y de que se ha impuesto el marco de polarización", entre Trias y Ada Colau, que "de hecho", sentenció, "se construyó con esa intención".

Con todo, felicitó al alcaldable posconvergente y aseveró que es a él al quien "le corresponde liderar un gobierno fuerte y estable", por si cabía alguna duda de si ERC podía entrar en operaciones matemáticas que pudieran dar la alcaldía a otro candidato que no fuera el propio Trias. Pero el republicano fue más allá, ante cierta incertidumbre sobre lo que podía aventurar de su futuro aseguró que a él le toca ponerse "a la disposición de la ciudad para colaborar en este gobierno estable y fuerte que precisa la ciudad. Estamos en condición de ofrecer nuestras propuestas".

Un ofrecimiento en toda regla a Trias para negociar la entrada republicana en el gobierno municipal, que complementó con una imagen de conjunto de Catalunya. "Es necesario recomponer la unidad soberanista en este país y en esta ciudad". Finalmente, aludió a la entrada de la extrema derecha en el consistorio barcelonés para aseverar que "ERC tiene que contribuir a liderar activamente a luchar contra esta tendencia y preservar la ciudad de un mayor riesgo·.

Alejarse de la república

Junqueras, por su parte, reconoció abiertamente que "los resultados no son los que queríamos y nos alejan de nuestros objetivos, que son la independencia y la república catalana". Con todo, quiso poner "en valor las 360 victorias en otros tanto municipios, y 2.881 concejales logrados", siendo ERC el primer partido en número de ediles.