La tala de un pino monumental en Barcelona aviva el conflicto de Can Raventós

La tala de un pino monumental en el barrio de Sarrià ha avivado la protesta por la futura construcción de una promoción de 53 viviendas de lujo en la finca de Can Raventós, un solar de Barcelona que conserva una masía histórica protegida y rodeada de arbolado. Unos operarios accedieron este miércoles a la parcela para serrar un pino canario, uno de los ejemplares que sobresalían al otro lado de la tapia del recinto, donde la promotora Corp idea unos domicilios a los que cuelga la etiqueta de ‘ecoluxury’. 

La plataforma Defensem Can Raventós ha presentado una denuncia por los hechos a la Guardia Urbana. Sostiene que algunas ramas cayeron sobre la acera y a riesgo de desplomarse sobre los peatones al acometerse los trabajos a primera hora del miércoles. La entidad cree que evidencia que no se tomaron presuntamente suficientes medidas de seguridad. El mismo colectivo reclama que se detengan la tala y el inicio de las obras hasta que no se resuelva el contencioso que interpuso contra el plan urbanístico que permite edificar en el terreno.  

Jordi Bigues pertenece al grupo vecinal opuesto a la construcción de pisos en Can Raventós. “Me puse a gritar desde casa para que la tala se detuviera. También vino un vecino con un megáfono. Logramos que pararan, pero luego continuaron y tiraron abajo el árbol”, lamenta. 

Los vecinos alertaron a la Guardia Urbana, que acudió al lugar. Tras unas comprobaciones, los agentes respondieron a los residentes que los trabajos disponían de los permisos en regla y no podían paralizarlos.

Por su parte, el Ayuntamiento de Barcelona contesta que las obras están amparadas por una licencia en vigor. "Pueden empezar en virtud de esta", señala. Asimismo, asegura que "la propiedad mantendrá una parte del arbolado o replantará una parte de los árboles del solar", mientras que otros ejemplares "serán retirados". Subraya que los dueños tendrán que compensar al consistorio por los árboles que no replanten en la parcela. Añade que Parques y Jardines plantará un número equivalente a los que se corten "en los entornos de la zona donde se hayan retirado".

Aprobado en el Ayuntamiento

El pulso por Can Raventós se arrastra desde el mandato pasado, cuando se aprobó el proyecto que autoriza a edificar en el solar. Lo respaldaron los dos partidos del anterior gobierno municipal -Barcelona en Comú y PSC- y Valents. No obstante, Defensem Can Raventós ve claras anomalías y cree que conllevarán que se anule el plan constructor.

“Las irregularidades procedimentales y urbanísticas tienen un peso tan importante que es fácil pensar que un juez imparcial nos dé la razón y pare el proyecto”, aventura Bigues. Entre los supuestos defectos, la plataforma detecta que no se respetan las distancias mínimas de separación entre la masía catalogada y el edificio de nueva construcción; a su vez, sostiene que las dimensiones a las que se prevé elevar el bloque -hasta tres plantas de altura- infringen la norma, al rebasar las que predominan en las inmediaciones. 

“Se vulnera la ley de forma flagrante”, opina Bigues. La plataforma Salvem Can Raventós recalca que el solar es un pulmón verde imprescindible para Sarrià. Para Bigues, que el plan tire adelante “significa meter 53 pisos con calzador”. “Tendrá un efecto de saturación en aquella parte del barrio, por la entrada de vehículo que se producirá”, predice.

El Ayuntamiento concedió permiso de obras a Corp meses atrás. No obstante, el inicio de los trabajos quedó en suspenso para tratar de alcanzar un acuerdo con los propietarios. La intención era rebajar la edificación en la parcela de Sarrià y acordar una permuta para que los promotores construyan en el entorno de Glòries. Sin embargo, la teniente de alcalde y concejal de Sarrià-Sant Gervasi, Maria Eugènia Gay, reconoció días atrás que las conversaciones no fructificaron.

A su vez, expresó que la construcción en Can Raventós tirará adelante porque “cumple todas las normativas”. Gay añadió que el consistorio está comprometido en crear nuevas zonas verdes en Barcelona. 

Bigues insiste en reclamar que se explore la posibilidad de un intercambio de terrenos para proteger Can Raventós. “Quizá se han cargado el pino como parte de un tira y afloja por la permuta. No perdemos la esperanza de que pueda acabar haciéndose”, confía.