BARÓMETRO DEL CENTRE D'ESTUDIS D'OPINIÓ

El 'no' a la independencia alcanza el 50% a tres meses del 27-S

Catalanes votan en la consulta soberanista del pasado 9 de noviembre, en Barcelona.

Catalanes votan en la consulta soberanista del pasado 9 de noviembre, en Barcelona. / periodico

JOSE RICO / BARCELONA

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Según teoriza un sector del independentismo, bastaría con un 50% de los votos en un referéndum para poder proclamar un Estado catalán. Si se aplica la misma tesis en sentido contrario, un 50% de los votos negativos bastarían para aseverar que la secesión no es una opción mayoritaria. Pues bien, el último barómetro del Centre d'Estudis d'Opinió (CEO) de la Generalitat concede la mayoría al 'no' a la independencia, que por primera vez desde que prendió el proceso soberanista alcanza el 50% en la encuesta oficial del Govern. Un sondeo más se hace evidente la pérdida de voltaje del independentismo que comenzó a manifestarse tras la consulta del 9-N y que ahora se acentúa, después de la ruptura de CiU y de los movimientos confluyentes en la izquierda alternativa. Y todo ello a tres meses de las elecciones del 27-S.

De celebrarse en estos momentos un referéndum, el 50% de los catalanes votarían en contra de la independencia, mientras que el 42,9% se pronunciarían a favor. Respecto a la encuesta de febrero pasado, el 'no' ha crecido dos puntos y el 'sí' ha perdido 1,2 puntos. Nada más pasó el 9-N, la diferencia a favor del 'no' era de apenas ocho décimas; en febrero se amplió a 3,9 puntos, y ahora ya es de 7,1 puntos. El trabajo de campo, a partir de 2.000 entrevistas, se efectuó del 2 al 24 de junio, esto es, después de las elecciones municipales -que produjeron el aterrizaje de Ada Colau en el Ayuntamiento de Barcelona- y tanto antes como después de que la veterana federación entre CDC y Unió se hiciera añicos.

Más reticente en otras ocasiones a comentar sondeos, el Gobierno central, por boca de su vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, no evitó este viernes aplaudir a los catalanes por «valorar cada vez más la unidad y la solvencia de un Estado como España». Diferente ve las cosas el director del CEO, Jordi Argelaguet, quien sostuvo que el crecimiento del 'no' «no es muy significativo en términos estadísticos, si bien no se puede obviar», y concluyó que los indecisos se están inclinando hacia la no ruptura.

EL AUTONOMISMO SE DISPARA

El interminable toma y daca entre Artur Mas y Oriol Junqueras por la composición de las listas electorales y la participación en ellas de las entidades secesionistas ha hecho enfriar la apuesta de los catalanes por un Estado propio. Más allá de lo que sucedería en un hipotético referéndum, la opción independentista retrocede como modelo territorial preferido. La defiende el 37,6% de los encuestados, un punto y medio menos que en febrero y casi 11 puntos menos que en noviembre del 2013, cuando alcanzó su techo (48,5%).

En cambio, el autonomismo se ha disparado hasta el punto de superar en partidarios a la opción federalista, lo que certifica la polarización de las posiciones y la escasa confianza que suscita la posibilidad de federalizar España. El 29,3% aboga por mantener el statu quo, 5,3 puntos más que cuatro meses atrás. Y un 24% se decanta por el federalismo, 2,1 puntos menos. Así pues, la suma de las opciones que rechazan la independencia alcanza el 57,3% de las opiniones de los encuestados.

En este contexto, los catalanes no parecen compartir la idea de que las elecciones del 27-S serán un plebiscito sobre la independencia. No en vano, seis de cada 10 catalanes (58,9%) afirman que a la hora de determinar su voto antepondrán las propuestas económicas de los partidos que su posición en el 'procés'. Son ocho puntos más que en febrero. El 21,1% priorizará el eje nacional sobre el ideológico (1,2 puntos menos) y el 14,6% asegura que valorará ambos factores por igual (2,8 puntos menos).

Traducidas estas tendencias a intención de voto, CiU se estanca y ERC se desploma, y ambas fuerzas están empatadas con el 13,3%. Sin embargo, esta fotografía no tiene ninguna fiabilidad porque el CEO no ha contemplado ni la ruptura de CiU ni la hipótesis de una lista unitaria de Podem e ICV-EUiA. De ahí que la encuesta no incluya esta vez una proyección de escaños y se limite a ofrecer la intención de voto sin 'cocina'.

También con CiU unida y sin confluencia de la izquierda alternativa, la intención de voto de los catalanes en las elecciones generales, previstas para noviembre, cambiaba sensiblemente el equilibrio de fuerzas. Podem se mantiene en cabeza (18,1%) pero cede dos puntos y ERC conserva la segunda plaza (13%) pese a dejarse medio punto. El vuelco más significativo se produce en el tercer lugar, del que el PSC desplazaría a CiU por dos décimas.